Información del libro

Estudio-vida de Romanospor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2929-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 24 de 69 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE ROMANOS

MENSAJE VEINTICUATRO

LA ECONOMÍA DE LA ELECCIÓN DE DIOS

En este mensaje llegamos al segundo punto de la sección sobre la elección de Dios: la economía de Dios. Con respecto a Su elección, Dios tiene una economía, una disposición divina. Esta disposición o administración divina incluye al mundo entero y a todo el linaje humano, y se lleva a cabo bajo la soberanía de Dios. Ésta es Su economía divina.

I. UN REMANENTE RESERVADO POR GRACIA

En Romanos 11:1 Pablo pregunta: “Digo pues: ¿Ha desechado Dios a Su pueblo? ¡De ninguna manera!”. Pablo era un excelente abogado capaz de argumentar y ganar cualquier lado de un caso. Si no tuviéramos el capítulo 11 de Romanos, ciertamente pensaríamos que Dios, después de haber escogido a Israel, debió haber cambiado de parecer con respecto a ellos. Los capítulos 9 y 10 parecen indicar que Dios ha desechado al pueblo de Israel. Debido a que algunos piensan esto, Pablo pregunta: “¿Ha desechado Dios a Su pueblo?”. Luego, él mismo contesta la pregunta afirmando categóricamente: “¡De ninguna manera! Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a Su pueblo, al cual conoció de antemano. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: ‘Señor, a Tus profetas han dado muerte, y Tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y acechan contra mi vida’? Pero, ¿qué dice la divina respuesta? ‘Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal’ ” (11:1-4). Elías, un profeta de Dios, invocó a Dios contra Israel. Sin embargo, Dios le respondió advirtiéndole que no acusara al pueblo delante de Él, porque Él se había reservado siete mil hombres que no habían doblado la rodilla delante de Baal. Pablo añade: “Así, pues, también en este tiempo ha quedado un remanente conforme a la elección de la gracia. Mas si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia” (vs. 5-6).

Pablo argumentaba de una forma maravillosa; de cualquier lado que él debatiera, siempre ganaba el caso en cuestión. Cuando en el capítulo 10 él afirmó que el pueblo de Israel era malo, demostró claramente cuán malos eran. En Romanos 10:21 leemos: “Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí Mis manos a un pueblo desobediente y contradictor”. Ciertamente las peores personas de la tierra son las desobedientes y contradictoras. Cuando leemos una declaración como ésta, nos inclinamos a decir: “La situación de Israel es irremediable; Israel está acabado”. Sin embargo, cuando llegamos al capítulo 11, vemos que el Señor mismo argumentó con Elías. Elías dijo: “Señor, a Tus profetas han dado muerte, y Tus altares han derribado”. Ambas declaraciones eran ciertas. Luego añadió: “Y sólo yo he quedado, y acechan contra mi vida”. Entonces el Señor vino a Elías y pareciera decir: “Elías, escúchame. Tú no eres el único que has quedado. Yo he reservado siete mil hombres. Elías, ¿de qué estás hablando?”. En el capítulo 10 parece que, en cierto sentido, Pablo está contra Israel, pero en el capítulo 11 él está a favor de Israel. En Romanos 11:5 Pablo dice: “También en este tiempo ha quedado un remanente conforme a la elección de la gracia”. Pablo simplemente no podía ser vencido. Él decía: “No sólo había siete mil hombres reservados por Dios en los tiempos de Elías, sino que actualmente, en el tiempo en que vivimos, Dios aún tiene elegidos conforme a Su gracia. Hoy también hay un remanente reservado”. El principio es el mismo hoy en día. No importa cuánto se ha degradado el cristianismo, creemos que entre los miles o millones de cristianos hay algunos, un remanente, que han sido reservados por Dios.

No hablo orgullosamente, pero me considero a mí mismo como uno de los que el Señor ha reservado. ¿Cuál es su sentir con respecto a usted? En algunas ocasiones durante los años pasados llegué a pensar igual que Elías; pero alabo al Señor que gradualmente descubrí que el Señor había preservado un buen número de santos para Sí mismo. Dios ha reservado un remanente para Su propósito eterno. Por eso, no debemos desanimarnos.

El versículo 6 dice: “Mas si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia”. Nunca debemos olvidar que hemos sido preservados por gracia. Esto no es el resultado de nuestra obra, sino totalmente de la gracia. Si fuera de otro modo, la gracia ya no sería gracia.

“¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha obtenido; pero los escogidos sí lo han obtenido, y los demás fueron endurecidos” (v. 7). En principio, la situación de hoy es la misma. ¿De qué podemos jactarnos? Solamente de la gracia del Señor.

El versículo 8 dice: “Según está escrito: ‘Dios les dio espíritu de sueño profundo, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy’”. ¿Es ésta nuestra condición? Algunos tienen ojos, pero han perdido la vista; algunos tienen oídos, pero sus oídos han perdido su función. Ésta es exactamente la situación de nuestros días. En 1937 la obra del Señor me mandó a viajar por el norte de China con el propósito de compartir con el cristianismo todas las verdades que el Señor nos había dado. Fui enviado para hacer esta obra bajo el liderazgo del hermano Nee. Se me encargó no permanecer en ninguna de las iglesias locales, sino viajar a lo largo de todo el norte de China. Durante ese tiempo viajé mucho realizando tal ministerio peregrino entre las denominaciones. Debido a esto me di cuenta de la condición tan lastimosa que prevalecía allí. Muy pocos tenían deseos de seguir fielmente al Señor, y la mayoría no tenía ojos para ver ni oídos para oír. Después de un tiempo dejé de viajar y me quedé en Chifú, mi pueblo natal. Claramente recibí la carga del Señor de no viajar más y de permanecer en esa ciudad con la iglesia local. Después de quedarme ahí durante cuatro años, ocurrió un gran avivamiento.

Quisiera relatar otra experiencia. Durante 1934 me quedé por un buen tiempo en Shanghái con el hermano Nee. Un día mientras conducíamos hacia otra ciudad, él me dijo: “Hermano, las denominaciones nos han rechazado”. Citando la palabra de Pablo en Hechos 13:46, él añadió: “Vayamos a los gentiles”. Desde ese tiempo la obra en el recobro del Señor tomó un giro definido hacia los gentiles. Desde el día en que me quedé por primera vez con el hermano Nee en 1933, hasta el día en que nos despedimos en 1950, él no recibió ni una sola invitación de parte de ninguna denominación en China. Aunque ninguna denominación lo invitó a ministrar, sus libros son muy populares. A pesar de toda esa situación, el Señor hoy tiene Su remanente.

Continuemos con el versículo 9: “Y David dice: ‘Sea vuelta su mesa en trampa y en red, en tropezadero y en retribución para ellos’”. Hemos visto que esto mismo sucede en la situación actual.

En el versículo 10 leemos: “Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y agóbiales la espalda sin cesar”. ¿No es lo mismo que sucede en el cristianismo de hoy? ¿No es verdad que los ojos de muchos están oscurecidos y sus espaldas encorvadas? Les falta la vista para ver y son incapaces de pararse rectamente.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top