Información del libro

Estudio-vida de Génesispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1420-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 10 de 120 Sección 1 de 6

ESTUDIO-VIDA DE GENESIS

MENSAJE DIEZ

EL PROCEDIMIENTO QUE DIOS USA
PARA CUMPLIR SU PROPOSITO

(1)

En los mensajes anteriores abarcamos el primer punto crucial del libro de Génesis: el deseo y propósito de Dios. Esto fue revelado en Génesis 1:1—2:3. El deseo y propósito de Dios consiste en tener un hombre corporativo que lo exprese a El en Su imagen y lo represente con Su autoridad. Ahora debemos preguntarnos: ¿Cómo puede el hombre expresar a Dios en Su imagen y representarlo con Su autoridad? Esto nos trae al segundo punto de ese libro.

B. El procedimiento que Dios usa
para cumplir Su propósito, 2:4-7

El capítulo 2 de Génesis revela la manera en que Dios cumple Su propósito. Esta es la razón por la cual tenemos el segundo relato de la creación que aparece en Génesis 2. Cuando llevaba poco tiempo como cristiano, me confundían estos dos relatos de la creación del hombre. Génesis 1 nos proporciona un relato de la creación. ¿Por qué necesitamos otro relato en Génesis 2? El Señor me dio la respuesta posteriormente en mi ministerio. Aunque el relato de la creación que consta en Génesis 1 revela el propósito de Dios al crear el hombre, no nos muestra la manera en que cumple este propósito. Por consiguiente, necesitamos el segundo relato, el cual revela la manera, el procedimiento, que usa Dios para cumplir Su propósito. Después de ver el propósito en el capítulo 1, debemos ver el procedimiento en el capítulo 2. Este procedimiento es completamente revelado en Génesis 2, empezando con el versículo 5 y continuando hasta el final del capítulo. Si leemos este pasaje a la luz de toda la Biblia, veremos los tres pasos de este procedimiento. Podemos abarcar un solo paso en este mensaje; veremos los dos otros en los mensajes siguientes. No obstante, antes de considerar el primer paso, queremos hacer notar que el medio por el cual Dios cumple Su propósito es la vida.

1. Por la vida

Dios va a cumplir Su propósito por medio de Su propia vida. ¿Cómo puede alguien expresar a otra persona si no tiene la vida de ésta? Un perro no puede expresar a un gato porque no tiene la vida del gato. Un perro tiene la vida de un perro, y ésa sólo sirve para expresar la vida de un perro. Según el mismo principio, un gato nunca podrá expresar a un perro. Si pensamos de otro modo, estamos fuera de la realidad. ¿Cómo pueden los seres humanos expresar a Dios? Sería imposible sin la vida de El. Si un perro ha de expresar a un gato, debe de existir la posibilidad de inyectar la vida del gato en el perro. Cuando el perro reciba la vida del gato, le será fácil expresar espontáneamente al gato. El destino del hombre es expresar a Dios. ¿Podemos hacer eso? Nos resulta imposible hacerlo con nuestra vida porque no es más que una vida humana. Dios es trascendente. Nuestra vida es demasiado inferior para expresarlo a El. Si hemos de expresar a Dios, necesitamos Su vida. Si tenemos la vida de Dios, lo expresaremos a El espontánea e inconscientemente. Al tener Su vida, expresamos Su imagen. La vida es el medio por el cual se cumple el propósito de Dios. Esta vida no es nuestra vida natural, sino la vida divina y eterna de Dios.

La autoridad también está relacionada con la vida. Una mesa o una silla no pueden tener autoridad, porque la autoridad está siempre relacionada con cierta vida. Mírese usted mismo. Cuanto más vida posee, más autoridad tiene. Los seres humanos tenemos autoridad sobre los animales porque tenemos más vida que ellos. Incluso en las relaciones humanas, podemos verificar ese principio: cuanto más vida posee una persona, más autoridad tiene. Si soy más maduro que usted, tengo autoridad sobre usted. Si un adolescente acude a mí, no necesito amenazarlo. El se pondrá espontáneamente bajo mi autoridad. Esta autoridad no me fue conferida por el presidente de los Estados Unidos. Me vino con los años. Si usted tiene 110 años de edad y yo 70, me pondré bajo su autoridad. Su edad le confiere la autoridad. Si queremos representar a Dios con Su autoridad, necesitamos Su vida.

Si usted ha de representar a cierta persona en la sociedad, debe poseer una vida casi idéntica a la de ella. Supongamos que usted está invitado a representar al presidente de los Estados Unidos. Usted debe tener la misma cantidad de vida que él. Si su vida es inferior, no podrá representarlo. La norma de su vida debe corresponder a la vida del presidente.

Este es el principio fundamental y lógico que debemos acatar: nunca podremos expresar a Dios o representarle por nuestra propia vida. Considere su vida. Su vida no puede expresar a Dios; todo lo que puede expresar es a usted mismo. Hasta cierto punto, una esposa no está calificada, por lo que a la vida respecta, para representar a su marido, porque su vida no es tan elevada como la de su esposo. Me pregunto si las hermanas estarán de acuerdo con eso. En todo caso, cada uno de nosotros debe reconocer que nuestra vida natural no puede expresar ni representar a Dios. No sólo nuestra vida caída es inadecuada para eso, sino que aun la vida creada que tuvimos al principio también era inapropiada. Como lo veremos en el próximo mensaje, ésta es la razón por la cual Dios, después de crear al hombre, lo puso frente al árbol de vida, lo cual indica que el hombre debía poseer una vida más elevada que la anterior.

Algunas personas preguntarán: “¿No nos creó Dios a Su imagen?” Sí, Dios nos creó a Su imagen. Entonces esas personas dirán: “Si ya tenemos la imagen de Dios, ¿por qué no podemos expresarle?” Podemos decir que el hombre creado a la imagen de Dios es semejante a la fotografía de una persona. Supongamos que usted toma una fotografía del hermano John y la muestra a los demás diciendo que es el hermano John. En cierto sentido, usted tiene razón, pues ése es el hermano John. Sin embargo, la fotografía no es el hermano John, sino la fotografía de él. Aunque la fotografía revela los rasgos, la apariencia y la persona del hermano John, no contiene la vida de él. Puede mostrar algo del hermano John, pero no lo puede expresar a él. Para expresar al hermano John, la fotografía debe tener su vida; ésa es la única manera. El hombre fue creado a la imagen de Dios, pero era una fotografía que mostraba algo de Dios pero no tenía Su vida. Aunque el hombre fue hecho a la imagen de Dios, no tenía Su vida. Dios deseaba que el hombre participara de la vida representada por el árbol de vida. El hombre falló en eso. Ahora, al creer en Cristo, hemos sido traídos de nuevo a participar de esa vida. Todos nosotros recibimos la vida eterna. Así que, no tenemos ninguna otra posibilidad de expresar a Dios a Su imagen y de representarlo con Su autoridad si no participamos de Su vida. Muchos versículos de la Biblia confirman esto.


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