Información del libro

Estudio-vida de Apocalipsispor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1446-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 68 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE APOCALIPSIS

MENSAJE DOS

LA REVELACION DE CRISTO
ES UNICA Y CONCLUYENTE

En este mensaje llegamos a la revelación de Cristo. Pocos cristianos, cuando leen el libro de Apocalipsis, han puesto atención a la revelación de Cristo contenida en este libro. Esta expresión: “la revelación de Jesucristo”, se encuentra en 1:1, y los estudiantes de la Biblia han interpretado esto de diferentes maneras. Algunos dicen que esta expresión significa que el libro de Apocalipsis ha sido dado por Cristo como una revelación. Esta interpretación hace la revelación de Cristo muy objetiva y no es exacta. Si leemos todo el libro de Apocalipsis minuciosamente, veremos que esta expresión indica que el Apocalipsis revela a Cristo mismo. Este es un cuadro, una descripción, de la persona de Cristo, y no simplemente una revelación dada por Cristo. Tenemos que ver que Cristo es el centro y la figura predominante en todo el libro de Apocalipsis. Por consiguiente, debemos entender la expresión “la revelación de Jesucristo” de una manera subjetiva. Esta no es simplemente una revelación que Cristo dio, sino una revelación que nos presenta a Cristo.

Cristo se revela en profecías y tipos, y también en palabras explícitas en el Antiguo Testamento. En cierto aspecto, no necesitamos el Nuevo Testamento, ya que si leemos el Antiguo Testamento minuciosamente concentrando toda nuestra atención en las profecías, los tipos y las palabras explícitas en cuanto a Cristo, tendremos una revelación de El. Por medio de estas revelaciones podremos visualizar qué clase de Cristo es Jesucristo. Sin embargo, por más perfectas que sean las revelaciones del Antiguo Testamento, no están completas. Por lo tanto, debemos acudir al Nuevo Testamento, donde está la revelación completa de Cristo. Si sólo leemos los evangelios, Hechos y las epístolas, veremos muchos aspectos de Cristo, pero no los que se mencionan en Apocalipsis. En este mensaje veremos aspectos únicos y específicos de la revelación de Cristo contenida en este libro.

I. CRISTO EN SU ASCENSION

En el libro de Apocalipsis, Cristo es revelado como el Cristo ascendido (5:3-6, 8-14). En los cuatro evangelios, vemos a Cristo encarnado, viviendo en la tierra, crucificado y resucitado. Sin embargo, no vemos mucho de Cristo en Su ascensión. Aunque los evangelios, el libro de Hechos y las epístolas mencionan la ascensión de Cristo, en ninguno de estos libros encontramos una exposición clara de la escena o lo que ocurre en los cielos después de la ascensión. Si queremos visualizar esta escena, tenemos que leer el Apocalipsis, donde encontramos el cuadro de Cristo en los cielos después de Su ascensión. En este libro tenemos una exposición completa y clara del mismo Cristo que ascendió a los cielos. Además, en esta descripción, vemos la escena, el panorama y la condición en que están los cielos después de la ascensión de Cristo. Solamente cuando visualizamos esta revelación podremos adorarlo a El de una manera adecuada.

A. El León-Cordero

El Cristo ascendido es el León-Cordero. (5:5-6). En el Evangelio de Juan, Juan el Bautista declaró: “He aquí el Cordero de Dios” (Jn. 1:29). Pero en el escenario celestial después de la ascensión de Cristo, El es revelado principalmente como León, no como Cordero. Mientras Juan lloraba porque “no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de mirarlo” (5:4), uno de los ancianos le dijo: “No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos” (5:5). Es posible que antes de la crucifixión, era razonable que Juan llorase. Pero era insensato que se lamentara después de la ascensión. ¿Esta usted hoy lamentándose? Si todavía está llorando, esto indica que no ha recibido la visión del Cristo ascendido que aparece en el capítulo cinco de Apocalipsis. Usted necesita ver el León de la tribu de Judá. Génesis 49:8-9 se refiere a Cristo como el León de Judá, y solamente en Apocalipsis se nos dice que Cristo es el León de la tribu de Judá. El León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido y es digno de abrir los sellos de la economía de Dios. Después que Juan oyó esta declaración de boca de uno de los ancianos, vio “en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, un Cordero en pie, como recién inmolado” (5:6). El vio al León como un Cordero. ¿Es Cristo el León o el Cordero? Es ambos. Por consiguiente, podemos llamarle el León-Cordero.

¿Por qué es Cristo tanto el León como el Cordero? Porque nosotros tenemos dos problemas principales, a saber, el pecado y Satanás. Los cristianos en su mayoría solamente se ocupan del problema del pecado y se olvidan de Satanás. No piense que su esposo es una persona difícil de tratar. No lo censure a él, el culpable es Satanás, quien está detrás de la situación. De la misma manera, todas las esposas son buenas. Las cosas malas que provienen de las esposas, en realidad no provienen de ellas, sino de Satanás, quien está detrás. El Cordero es contrario al pecado y resuelve los problemas del pecado, y el León es el que hace frente a Satanás. Cristo como Cordero efectuó la redención, habiéndonos lavado de nuestros pecados. Como León derrotó a Satanás. El puede satisfacer nuestras necesidades y resolver nuestros problemas. Ya el pecado fue erradicado, Satanás fue eliminado, y nosotros fuimos redimidos y rescatados de la mano usurpadora del enemigo.


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