Información del libro

Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 135 de 185 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE CIENTO TREINTA Y CINCO

LA SANTIFICACION DE AARON Y DE SUS HIJOS
PARA SER LOS SACERDOTES
(3)

Lectura bíblica: Ex. 29:15-28; 40:14-15

Me parece que el Señor quiere hablarnos de manera muy clara acerca del capítulo veintinueve de Exodo. Sin embargo, esta porción de la Biblia no es fácil de entender. Conforme leemos este capítulo, debemos ejercitar nuestra mente. De otro modo, nos perderíamos. Para entender este capítulo debemos tener calma y ser muy sobrios.

Hace más de cincuenta años, algunos maestros de la Biblia me enseñaron, que según el Nuevo Testamento; todos los creyentes somos sacerdotes, ya sean mayores o jóvenes, con experiencia o sin ella. Yo estaba contento de escuchar este hablar acerca del sacerdocio universal. Aunque hice lo más que pude por practicar el sacerdocio, no encontré la manera. En 1953, estaba estudiando el Pentateuco con los santos en Taiwán en 1953, y comencé a ver cómo podemos servir a Dios como sacerdotes.

Podemos leer el Nuevo Testamento docenas de veces sin encontrar la manera de servir como sacerdotes. Pero, la encontramos por medio del estudio de la tipología del Antiguo Testamento. Nunca debemos despreciar el valor de esto. Algunos tipos son tan valiosos como lo estipulado en el Nuevo Testamento.

Primera de Pedro 2:5 dice que somos un sacerdocio santo ofreciendo sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. En el versículo 9 de ese capítulo se nos describe como un real sacerdocio. Además, Apocalipsis 1:6 y 5:10 dicen que somos sacerdotes. Somos un real sacerdocio y santo. Somos sacerdotes, y podemos servir a Dios como tales. Por tanto, no somos el clero ni los laicos, sino el sacerdocio.

El sistema de cleros y laicos tiene su origen en el diablo; y definitivamente no está de acuerdo con la Biblia. La Biblia revela que todos los creyentes son sacerdotes. Pero el sistema de cleros y laicos mata y anula el ejercicio del sacerdocio. Es nuestro derecho por nacimiento servirle a Dios. Pero el sistema tradicional nos lo ha quitado. Por esta razón, digo con determinación que el diablo es el origen de este sistema y no la Biblia.

Aunque el Nuevo Testamento nos dice que somos sacerdotes, no nos dice cómo serlo. Por el Nuevo Testamento conocemos que hemos sido salvos, lavados con la sangre de Cristo, regenerados por el Espíritu, y recibimos ciertos dones. Pero necesitamos más ayuda para conocer cómo servir a Dios como sacerdotes. Cuando estudié la tipología del Antiguo Testamento con los santos en 1953 obtuve luz con respecto a Exodo 29 para revelar la manera de servir como un sacerdote.

NO SON ORDENADOS NI CONSAGRADOS,
SINO SANTIFICADOS

Exodo 29 habla acerca de la santificación de Aarón y de sus hijos para ser sacerdotes. Por tanto, no se refiere a la santificación de pecadores, que no son creyentes ni salvos. El versículo 1 dice: “Esto es lo que harás para santificarlos, para que sean mis sacerdotes” (heb.). En este versículo no se habla de consagrar a Aarón y a sus hijos ni de ordenarlos. En lo que se refiere a este capítulo, vamos a evitar usar la palabra consagración y hablar de santificación.

La palabra “consagrar” es muy tradicional. Bajo su influencia, podemos obtener un concepto equivocado en cuanto a la santificación de los que son salvos por Dios para ser Sus sacerdotes. Por lo tanto, quiero dar énfasis al hecho de que aquí no se nos encomienda a consagrar a Aarón ni a sus hijos, sino de santificarlos. La palabra apropiada que describe lo que se resalta en este capítulo es “santificar”. Aarón y sus hijos fueron santificados para ser sacerdotes que sirven a Dios.

Existe una gran diferencia entre consagración y santificación, y mucha más entre santificación y ordenación. Cuando una persona se ordena algunos del clero ponen sus manos sobre él y oran por él. La consagración, según el uso común y ordinario, significa presentarnos a nosotros mismos para Dios. Pero lo que Exodo 29 describe no es ordenación ni tampoco consagración, sino un caso de santificación.

Supongamos que en lugar de ser santificado como lo describe el capítulo veintinueve, Aarón hubiese sido ordenado de forma religiosa y tradicional. En ese caso, otros hubieran puestos sus manos sobre él y orado por él. Si ese fuera el caso, Aarón se hubiese quedado con las manos vacías. Antes y después de su ordenación, continuaría con sus manos vacías. A fin de ser un sacerdote para Dios y servirle como tal, el necesitaba algo con que servirle.

Ahora supongamos que en lugar de ser ordenado hubiese sido simplemente consagrado al Señor, ofrecido y presentado. Aún siendo consagrado de esta forma, Aarón habría continuado vacío y no hubiese tenido nada con servir a Dios. La santificación de Aarón y sus hijos para servir como sacerdotes es muy diferente a la ordenación y a la consagración.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top