Información del libro

Estudio-vida de 1 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1445-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 29 de 69 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE LA PRIMERA
EPISTOLA A LOS CORINTIOS

MENSAJE VEINTINUEVE

ALIMENTAR, BEBER, COMER,
PLANTAR, REGAR Y CRECER

Lectura bíblica: 1 Co. 3:1-9

El capítulo tres de 1 Corintios contiene muchos asuntos valiosos y muchas expresiones extraordinarias, lo cual hace de él un capítulo especial, de hecho el más especial de la Biblia.

En el versículo 1 Pablo dice: “Y yo, hermanos, no pude hablaros como a hombres espirituales, sino como a carne, como a niños en Cristo”. Pablo habla a los corintios de manera severa; no sólo les llama carnales (v. 3), sino carne. La expresión carne es aún más grave que la palabra carnal, y alude a aquellos aspectos de la carne que son más repugnantes. Ser carne habla de lo que estamos hechos, mientras que ser carnal denota que uno está bajo la influencia de la naturaleza de la carne y que participa del carácter de ella. Pablo no pudo hablarles como a hombres espirituales, sino como a carne, como a niños en Cristo. El fue muy severo con los creyentes corintios. Si usáramos palabras tan fuertes como éstas al dirigirnos a los santos de hoy, sin duda muchos se ofenderían y rehusarían seguir escuchándonos.

SEIS ASUNTOS VITALES

En este mensaje mi deseo es hablar de algunas expresiones cruciales que Pablo usó en el capítulo tres. En el versículo 2 él dice: “Os di a beber leche, y no alimento sólido”. Dar a beber o dar a comer es alimentar a otros. Alimentar es algo orgánico, y difiere de enseñar, lo cual consiste en impartir conocimiento. Al parecer Pablo enseñaba a los corintios, pero en realidad, los alimentaba. La primera expresión crucial del capítulo 3 es alimentar. Alimentar a otros es muy agradable. Por ejemplo, a una madre le gusta alimentar a sus hijos. De la misma manera, Pablo deseaba alimentar a los creyentes corintios, no sólo dándoles leche, sino también alimento sólido.

En el versículo 2 se menciona la leche, algo bebible, y el alimento sólido, algo comestible. Así que, la idea de alimentar que se expresa aquí automáticamente alude a beber y a comer. Antes de llegar a la vida de iglesia, es posible que usted, aunque ya había sido cristiano por muchos años, nunca había oído un mensaje que le hablara de beber. Si queremos ser cristianos apropiados debemos ser cristianos que beben. Beber es un concepto básico de 1 Corintios. En 12:13 Pablo dice que a todos se nos dio a beber de un solo Espíritu. El no inventó este concepto, pues el propio Señor Jesús habla de beber en Juan 4 y 7. En Juan 4:14 le dice a la mujer samaritana: “Mas el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que Yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Según Juan 7:37, el Señor Jesús, en el último día de la fiesta de los tabernáculos, se puso de pie y alzó la voz, diciendo: “Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba”. Así que, Cristo habla de beber, y Pablo también. Todos los cristianos deben ser personas que se deleitan en la bebida espiritual.

Entre comer y beber, ¿cuál es más vital para subsistir? La respuesta es que es más importante beber que comer. Es posible pasar algunos días sin comer, pero no podemos decir lo mismo en cuanto a beber. Además, en el transcurso del día bebemos más que lo que comemos. Es posible que comamos tres veces al día, pero tal vez bebamos doce veces al día. Los médicos recomiendan que bebamos un vaso de agua muchas veces al día. Por el lado espiritual, beber es de vital importancia para la vida cristiana. No obstante, hoy los cristianos pasan por alto esta necesidad casi por completo.

Al hablar del alimento sólido en el versículo 2, Pablo indudablemente se refiere al comer. Así que, junto con la alimentación y la bebida, él recalca la importancia de comer.

En los versículos 6, 7 y 8, Pablo habla de plantar. Específicamente, dice de sí mismo: “Yo planté”. El no sólo alimentaba, sino que también plantaba. El capítulo tres dice que Pablo alimentó a los santos, dándoles de comer y de beber, y que plantó; pero no se dice que les enseñó.

Después de plantar, se riega, y luego se da el crecimiento. Los versículos 6-7 dicen: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento”. En los primeros siete versículos de este capítulo, tenemos seis maravillosos asuntos: alimentar, beber, comer, plantar, regar y crecer. ¡Qué capítulo tan maravilloso! ¿Podrá usted encontrar en la Palabra de Dios otro capítulo que abarque estos seis asuntos? No creo que lo haya. En cuanto a esto, 1 Corintios 3 es único. De manera breve y con solo siete versículos, Pablo abarca seis cosas maravillosas. De manera práctica habla de alimentar, beber, comer, plantar, regar y crecer.


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