Información del libro

Estudio-vida de 1 y 2 Samuelpor Witness Lee

ISBN: 0-7363-1280-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 14 de 38 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE 1 Y 2 SAMUEL

MENSAJE CATORCE

LA HISTORIA DE DAVID

(3)

DIOS LO PREPARA PARA QUE SEA
UN HOMBRE CONFORME A SU CORAZON
1 SAMUEL 16 — 2 SAMUEL 1

(3)

SAUL LO PERSIGUE Y LO PONE A PRUEBA

(2)

Lectura bíblica: 1 S. 21—24

En este mensaje examinaremos cómo David fue perseguido y puesto a prueba por Saúl.

A pesar de todas las persecuciones de parte de Saúl, David no peleó ni hizo nada para vengarse; sólo huyó. Cuando Saúl procuró matar a David, Jonatán y Mical le ayudaron a huir. Fue por medio de ellos que Dios soberanamente le facilitó a David la información que éste necesitaba. Todo lo que atañía a David estaba bajo la soberanía de Dios.

La experiencia que vivió David al ser perseguido por Saúl debe enseñarnos una lección importante, a no permitir que en la vida de iglesia haya nada que provenga de la carne; no debe haber enojos, maquinaciones, intrigas ni confabulaciones. La iglesia es el reino de Dios (Ro. 14:17), y en ella debe reinar la autoridad divina y el orden apropiado. Nadie debe disturbar este orden. Como veremos, David temió a Dios y no se atrevió a deponer el orden que Dios había establecido. Sería una vergüenza si afirmáramos que estamos en el recobro del Señor y no reconociéramos que hay un orden establecido por Dios. La rebelión y las contiendas anulan la vida de iglesia. Estas cosas no deben existir entre nosotros. Es menester vivir a Cristo en el espíritu para llevar una vida de iglesia según el orden divinamente ordenado.

Debemos aprender la lección de crucificar la carne. La venganza y responder a cualquier provocación provienen de la carne. En Efesios 4:26 Pablo dice: “No se ponga el sol sobre vuestra indignación.” Esto significa que cuando el sol se pone, nuestro enojo también debe desaparecer. El enojo no debe persistir. Esto es lo que revela la Biblia y debemos ponerlo en práctica.

En el reino de Dios, la carne tiene que ser descartada. Gálatas 5:17 dice que “el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne”. En el versículo 24 leemos que “los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias”. El versículo 21 añade que los que practican tales cosas “no heredarán el reino de Dios”. Si participamos de la carne, no tendremos parte en el reino de Dios. Los celos, la ira, las disensiones y las divisiones no pertenecen al reino. Por consiguiente, ninguna de estas cosas debe existir en la vida de iglesia.

Examinemos ahora lo que relata 1 Samuel 21—24 en cuanto a la persecución y aflicción que Saúl infligió sobre David.

VIII. EL SACERDOTE AHIMELEC LE DA EL PAN
DE LA PRESENCIA Y LA ESPADA DE GOLIAT

Cuando David huía de Saúl, el sacerdote Ahimelec le dio a él y a sus compañeros el pan de la presencia y la espada de Goliat (21:1-9). El Señor Jesús se refirió a esto cuando los fariseos vinieron a El y le dijeron que Sus discípulos hacían lo que no era lícito hacer en sábado (Mt. 12:2), recordándoles que David y sus compañeros habían comido del pan de la presencia de Dios, el cual era santo: “¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios, y comieron los panes de la presencia, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿O no habéis leído en la ley que en los sábados los sacerdotes en el templo profanan el sábado, y son sin culpa? Pues os digo que hay aquí algo mayor que el templo” (vs. 3-6). Cristo es mayor que David y mayor que el templo, y sin El no debemos hacer nada, pues es improductivo. Este es el reino de Dios.

IX. HUYE DE LA PRESENCIA DE SAUL
Y VA A AQUIS REY DE GAT

A. Los siervos del rey Aquis sospechan de David

David huyó de la presencia de Saúl y se fue a Aquis rey de Gat (1 S. 21:10-15; cfr. Sal. 56, título). Los siervos de Aquis, quienes sospechaban de David, le dijeron: “¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿No es éste de quien cantaban en las danzas, diciendo: Hirió Saúl a sus miles, y David a sus diez miles?” (v. 11).


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top