Información del libro

Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 66 de 185 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE EXODO

MENSAJE SESENTA Y SEIS

LAS ORDENANZAS DE LA LEY
EN CUANTO A LA ADORACION A DIOS

Lectura bíblica: Ex. 20:22-26

Podemos resumir el libro de Génesis en dos frases: la creación de Dios y la caída del hombre. Génesis 1:1 dice: “En el principio Dios creó...” Génesis concluye de esta manera: “Y José ... fue puesto en un ataúd en Egipto” (50:26). Por tanto, Génesis inicia con la obra creadora de Dios y concluye con José dentro de un ataúd en Egipto. Por supuesto, la creación es muy positiva, pero la caída del hombre es sumamente negativa. Por consiguiente, el contenido de Génesis incluye el asunto positivo de la creación y el aspecto negativo de la caída del hombre.

Podemos decir que el libro de Exodo tiene un punto principal: la redención efectuada por Dios y Su salvación. Debido a la caída del hombre, Dios vino, nos redimió y nos salvó. El hombre caído necesita la redención y también la salvación. Exodo revela la salvación todo-inclusiva de Dios, una salvación que incluye Su redención. El libro de Exodo enseña que primero Dios redimió a Su pueblo y luego lo salvó.

Los cristianos quizá no se den cuenta de que todo el libro de Exodo habla acerca de la salvación de Dios. Para muchos, los últimos dieciséis capítulos de Exodo, del veinticinco al cuarenta, no están relacionados con la salvación de Dios, sino que se tratan de la visión y de la construcción del tabernáculo. No obstante, la construcción del tabernáculo como morada de Dios también forma parte de Su salvación todo-inclusiva. Esto significa que la salvación de Dios revelada en el libro de Exodo empieza con la redención y continúa con la construcción de la morada de Dios, el tabernáculo. Si ya fuimos redimidos y experimentamos la salvación de Dios hasta cierto punto sin estar en el edificio de Dios, Su morada, todavía no hemos participado plenamente de la salvación. La salvación completa de Dios incluye la edificación de Su pueblo redimido para hacer de ellos Su morada en la tierra.

Entre los millones de cristianos contemporáneos, aquellos que han sido verdaderamente redimidos y salvados, pocos tienen la experiencia de haberse convertido en la morada de Dios. Para algunos, el libro de Exodo aparentemente tiene solamente doce o catorce capítulos. Experimentaron la redención del cordero pascual y quizás fueron liberados de Egipto, pero no experimentaron la edificación de la morada de Dios. En realidad, muchos cristianos contemporáneos siguen en Egipto, en el mundo. Han experimentado la redención de Dios, pero no han cruzado el mar Rojo. Esto significa que no han sido salvos del mundo ni del cautiverio de Faraón. Algunos cristianos han cruzado el mar Rojo y han sido salvos del mundo, pero no han progresado en su experiencia hacia el monte de Dios y no se han convertido en el tabernáculo.

En Exodo, el monte Sinaí es llamado el monte de Dios. Aquí el pueblo redimido de Dios fue llevado a una comunión directa con él. Este es un asunto importante. Los hijos de Israel fueron llevados a esta comunión con Dios veinticinco siglos después de la creación del hombre. Antes de ese momento, ninguna persona en la tierra tuvo comunión directa con Dios. Por una parte, en el monte Sinaí, el pueblo fue llevado a la comunión con Dios. Por otra parte, Dios bajó y habló con ellos. En Génesis 11, Dios no bajó para tener comunión con el pueblo sino para juzgarlo. En Exodo, Dios no bajó para juzgar, sino para tener comunión con Su pueblo. En el monte Sinaí, los hijos de Israel disfrutaban de una fiesta con Dios. Esto también lo abarca la salvación todo-inclusiva de Dios, revelada en Exodo.

En el monte Sinaí, Dios no se reunió con Su pueblo por un solo día; mas bien, el pueblo permaneció con El durante muchos meses (Ex.19:1; 40:2,17; Nm. 10:11-13). Dios consideró a Su pueblo redimido como Su “posesión personal” (19:5), Su tesoro preciado. Puesto que Su pueblo le era tan preciado, El bajó a visitarlos. El Antiguo Testamento enseña que la reunión de Dios con Su pueblo duró más de mil años. Terminó cuando la gloria de Dios se fue del templo (Ez. 10:18).

Con este mensaje llegamos a las ordenanzas de la ley. En el Antiguo Testamento, la ley no sólo incluía los Diez Mandamientos; también mencionaba muchas ordenanzas. Estas ordenanzas se encuentran en los siguientes capítulos de Exodo, en todo el libro de Levítico, y en parte de Números y Deuteronomio. Muchos cristianos piensan que la ley incluye solamente los Diez Mandamientos. Este era mi concepto cuando era joven. No obstante, me molestaba el hecho de que en la Biblia, Exodo, Levítico, Números, y Deuteronomio son considerados como parte de la ley. Además, según Salmos 119, la ley incluye ordenanzas y también mandamientos. Esto indica que la ley incluye dos secciones: los Diez Mandamientos y todas las ordenanzas. Por tanto, es un error considerar que solamente los Diez Mandamientos son la ley. No, la ley abarca mucho más que los Diez Mandamientos. Si miramos que la ley también incluye las ordenanzas, entonces entenderemos fácilmente el Salmo 119.

Las ordenanzas son la parte complementaria de la ley y añaden detalles a los Diez Mandamientos. Es correcto considerar los Diez Mandamientos como la sección principal de la ley. No obstante, esta sección debe ser complementada y detallada. En la segunda parte de Exodo, en Levítico, Números y Deuteronomio, tenemos el suplemento de la ley y sus detalles. En este mensaje, el primero que acerca de las ordenanzas de la ley, consideraremos las ordenanzas acerca de la adoración a Dios. En otros mensajes, consideraremos las ordenanzas acerca de las relaciones entre la gente.

En 20:22-26, Dios le revela a Su pueblo redimido la manera en que debían adorarle a El. Esto no había sido revelado anteriormente, ni siquiera a Abraham, a quien llamó Su amigo. Dios reveló la manera en que debían de adorarle solamente después de que Su pueblo fuese llevado a una comunión cara a cara con El en Su monte. Si indagamos en estos versículos, veremos que nos dan los puntos principales de cómo debemos adorar a Dios. Esta revelación es conforme a lo que encontramos no solamente en el resto del Antiguo Testamento, sino también en el Nuevo Testamento. Aquí tenemos una revelación de la cruz y de Cristo. Además, estos versículos muestran que tanto la obra del hombre como sus métodos quedan excluídas. Estos versículos hacen referencia a ídolos de oro y de plata.

Exodo 20:22 dice: “Y Jehová dijo a Moisés: así dirás a los hijos de Israel: vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros”. Aquí vemos que Dios habló a Su pueblo desde los cielos. Aun este versículo está relacionado con el culto a Dios, ya que muestra que el Dios que adoramos es viviente y habla.

El versículo 23 continúa: “No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis”. Aquí tenemos un suplemento de los dos primeros mandamientos y también detalles relacionados con estos mandamientos. En los dos primeros mandamientos se nos exhorta a no tener dioses ajenos ni a hacer ídolos. La palabra “conmigo” en el versículo 23 es muy significativa. Indica que el pueblo no debía adorar ni tener otro dios fuera de El. Esto sería como una mujer que tiene un marido, y también un amante. Así como una mujer debe tener un solo marido, también los hijos de Israel deberían tener al Señor como su único Dios.

Exodo 20:23 menciona específicamente ídolos de oro y de plata. Aquí no se menciona nada acerca de los ídolos hechos de madera o de piedra. En el libro de Isaías, vemos que el pueblo de Dios hizo, más adelante, ídolos de oro y de plata (2:20; 30:22; 31:7). La primera vez que hicieron un ídolo de oro fue cuando Moisés se encontraba en el monte Sinaí con el Señor. Mientras Moisés estaba en la cima del monte en comunión con Dios, el pueblo al pie de la montaña le pidió a Aarón que hiciera un becerro de oro. Entonces dijeron al respecto: “Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto” (Ex. 32:4). Al hacer un dios de oro, el pueblo adoraba a otro dios junto con el verdadero Dios. Pero Dios prohibe que Su pueblo tenga dioses ajenos. En el versículo 23 parece que Dios dijera: “Si ustedes quieren rechazarme, lo pueden hacer. Pero a Mi no me tengan junto con dioses de oro y de plata. Esto es fornicación. Ustedes me deben tomar a mí como Su único marido. No tengan otros dioses”.

El versículo 24 es muy importante: “Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré”. Esta porción se refiere al altar, a los sacrificios, a la recordación del nombre de Dios, y cuando El visita a Su pueblo y lo bendice. Según los versículos 24 y 25, se podía hacer un altar con tierra o con piedra. No obstante, el pueblo no podía construir un altar de piedras talladas. Sólo se podía erigir un altar con materiales creados por Dios. El pueblo no debía añadir su obra a la obra de Dios. Podían usar tierra o piedra natural, pero no piedra tallada. Además, en el versículo 26, vemos que el pueblo no debía “subir por gradas” hacia el altar del Señor; para que no fuera expuesta su desnudez.

El versículo 24 menciona dos de las cinco ofrendas fundamentales: el holocausto y la ofrenda de paz. No se mencionan la ofrenda de harina, la ofrenda por el pecado, ni el sacrificio por la culpa. La razón es esta: el concepto aquí no es la redención, sino la comunión entre Dios y Su pueblo redimido.

El versículo 24 habla también del nombre de Dios que debe ser recordado. Cuando nos reunimos para adorar a Dios, debemos recordar el nombre del Señor. Su nombre es el único nombre que debemos recordar en nuestras reuniones de adoración.

Si tenemos el altar y los sacrificios, y si recordamos el nombre del Señor, experimentaremos la visitación y la bendición de Dios. Dios mismo vendrá a nosotros y nos bendecirá.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top