Información del libro

Estudio-vida de 1 y 2 Tesalonicensespor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2821-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 11 de 31 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE 1 TESALONICENSES

MENSAJE ONCE

LA IGLESIA LLEGA A SER LA CORPORIFICACIÓN
DEL DIOS TRIUNO

(3)

Lectura bíblica: 1 Ts. 1:1; 2:12; 3:12; 4:7; 5:23-24; 2 Ts. 1:3, 5, 10; 2:13-14, 16; Col. 3:10-11; Ap. 1:11-12

HEMOS SIDO LLAMADOS AL REINO Y GLORIA DE DIOS

En 1 Tesalonicenses 2:12 leemos: “A fin de que anduvieseis como es digno de Dios, que os llama a Su reino y gloria”. En el mensaje anterior vimos lo que significa andar como es digno de Dios. Veamos ahora, de un modo práctico, lo que significa ser llamados por Dios a Su reino y gloria.

Muchos cristianos —inclusive nosotros mismos— damos por sentado muchas cosas en la Biblia. Por ejemplo, tal vez leamos 2:12 y pensemos que en efecto lo entendemos. Sin embargo, es posible que no entendamos debidamente lo que significa el reino y la gloria de Dios. Por supuesto, tampoco pretendo entender cabalmente 2:12. No obstante, sí tengo cierto entendimiento basado en mi estudio y experiencia. Lo que deseo compartirles acerca del reino y la gloria mencionados en 2:12 se basa principalmente en mi experiencia espiritual.

En este versículo Pablo dice que Dios nos llamó a Su reino y gloria. Sin duda, el reino y la gloria de Dios son la meta de Su llamamiento. Es lamentable que los cristianos piensen que Dios nos ha llamado a una mansión celestial. Dios no nos ha llamado a una mansión celestial, sino a Su reino y gloria.

Según la comprensión de muchos cristianos, la tierra en la actualidad no es el reino de Dios, pero un día el Señor Jesús regresará, tomará posesión de la tierra y establecerá Su dominio sobre ella. Este dominio será el reino de Dios. Muchos de nosotros probablemente tuvimos este mismo concepto acerca del reino de Dios. No digo que esto sea totalmente errado, pero sí puedo afirmar que no es completamente acertado, y que definitivamente es muy superficial.

¿Qué es el reino de Dios? El reino de Dios es Dios mismo manifestado por medio de nosotros. Siempre que expresamos a Dios en nuestro diario andar, eso es el reino. La expresión de Dios mismo, la cual emana desde nuestro interior, es el reino de Dios. Supongamos que un hermano trabaja en una oficina y que algunos de sus colegas se opongan a él por ser creyente. Quizás a ellos les disguste su presencia. No obstante, si él expresa a Dios cada día en la oficina, sus compañeros de trabajo comprobarán que hay algo extraño con respecto a él. Descubrirán que hay algo especial en este hermano. Éste es el reino de Dios, Dios expresado desde el interior de este hermano. Por un lado, tal vez otros se nos opongan, nos critiquen y no estén contentos con nosotros; por otro lado, ellos perciben algo indescriptible con respecto a nosotros. Éste es el reino de Dios como la manifestación Suya por medio de nosotros. ¡Cuán maravilloso sería si todos los cristianos expresaran a Dios! Esta expresión verdaderamente sería el reino de Dios en la tierra.

En los comienzos de mi vida cristiana, entendía 2:12 según la manera tradicional. Pensaba que Dios me había llamado meramente para entrar a Su reino y gloria en el futuro. Mi concepción del reino de Dios y de la gloria de Dios era muy superficial y completamente objetiva. Ésta no era la perspectiva de Pablo con respecto al reino y la gloria de Dios. Si examinamos el contexto de 2:12, podremos ver que ser llamados al reino y a la gloria de Dios está relacionado con el hecho de andar como es digno de Dios. Cuando andamos como es digno de Dios, nuestra presencia traerá cierta atmósfera, la cual es el reino de Dios. Además, donde está el reino de Dios, allí también está la gloria de Dios.

El reino de Dios y la gloria de Dios pueden hacerse manifiestos en nuestra vida matrimonial. Si un hermano y su esposa viven a Dios, andarán como es digno de Dios. Entonces, en su vida matrimonial, se podrá percibir cierta atmósfera. Así, cuando otros sean envueltos en esta atmósfera, espontáneamente sentirán respeto. Éste es el reino de Dios con la gloria de Dios. Si los cristianos hoy en día anduvieran como es digno de Dios, es decir, si anduvieran de una manera que lo exprese a Él, el reino vendría. El reino de Dios sería visto en la tierra.

Como hemos hecho notar en varias ocasiones, la gloria es Dios mismo expresado. Cada vez que el Señor se expresa desde nuestro interior, nos encontramos en una condición que podríamos calificar como gloriosa. Si entráramos en la casa de un hermano mientras éste discute con su esposa, no veríamos allí ninguna gloria. En cambio, si usted visita a un hermano y ve que tanto él como su esposa están brillando, resplandeciendo y fluyendo, verá la expresión de Dios, la gloria de Dios.

Muchos de nosotros podemos testificar que cuando vivimos a Dios y andamos como es digno de Dios, es decir, de un modo que corresponda a Él, hay una atmósfera a nuestro alrededor que no es otra cosa que el reino de Dios. Espontáneamente el Señor es expresado, y esta expresión es la gloria de Dios. El reino y la gloria mencionados en 2:12 nos proveen una explicación más de 1:1, donde se nos dice que la iglesia está en Dios Padre y en el Señor Jesucristo.


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