Información del libro

Estudio-vida de 2 Corintiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-2362-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 22 de 59 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE 2 CORINTIOS

MENSAJE VEINTIDÓS

IRRADIAR DE LA GLORIA DEL NUEVO PACTO

(2)

Lectura bíblica: 2 Co. 3:7-11, 18; Jn. 17:1; Lc. 24:26; Hch. 3:15; Ro. 6:4

El resplandor de la gloria del nuevo pacto es de hecho el vivir de Cristo. Esto significa que vivir a Cristo es hacer resplandecer la gloria del nuevo pacto.

VENIR EN GLORIA Y ABUNDAR EN GLORIA

En 3:7 y 8 Pablo dice: “Ahora bien, si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras vino en gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se desvanecía, ¿cómo no con mayor razón estará en gloria el ministerio del Espíritu?” Pablo dice que el ministerio de muerte, es decir, el ministerio del viejo pacto, vino en gloria; no dice que el ministerio del viejo pacto tenía gloria.

La traducción correcta del versículo 9 debe ser ésta: “Pues si el ministerio de condenación vino en gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de la justicia”. El ministerio de muerte vino en gloria pero no tenía gloria. Podemos usar como ejemplo de esto la acción de viajar en un automóvil. Aunque tal vez usted no tenga automóvil, puede ser que llegue a la reunión en un automóvil que pertenece a otra persona. El hecho de que usted vino en un automóvil no quiere decir que ese automóvil sea suyo. Por tanto, una cosa es poseer un automóvil y otra muy distinta es llegar en un automóvil. En el mismo principio, tener la gloria es muy diferente a venir en gloria.

Además, en el versículo 9 Pablo declara que el ministerio de la justicia abunda en gloria. Existe una gran diferencia entre los verbos, venir y abundar. Una vez más, podemos usar el ejemplo de la persona que viaja en un automóvil, y decir que ella viene en un automóvil, mientras que de otra persona podríamos decir que ella posee varios automóviles, es decir, que abunda en automóviles. El antiguo pacto vino en gloria, pero el ministerio del nuevo pacto tiene gloria y abunda en ella.

¿Cuál fue la gloria con la que vino el antiguo pacto? Pablo habla de esta gloria en 3:7, donde dice que los hijos de Israel no pudieron mirar el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, una gloria que se desvanecía. Esa gloria era la luz que resplandecía temporalmente en el rostro de Moisés. Así que, la gloria en la que vino el antiguo pacto era una gloria temporal, quizás no duró ni siquiera un día, pues el resplandor del rostro de Moisés duró poco tiempo.

CRISTO FLORECE EN RESURRECCIÓN

Entonces, ¿cuál es la gloria del nuevo pacto? ¿Cuál es la gloria que posee el nuevo pacto y en la cual abunda? En la Biblia, el uso de la palabra “gloria” básicamente significa la expresión de Dios. Cada vez que Dios es expresado, eso es gloria. La expresión de Dios es Dios glorificado. Por consiguiente, decir que Dios es glorificado significa simplemente que Él es expresado.

Cuando el Señor Jesús estaba en la tierra, Él era el Dios encarnado. Él no vino como el Dios expresado; vino como el Dios que se esconde. Dios estaba oculto en el cuerpo físico del Señor Jesús; dentro de Él estaba Dios, y por fuera estaba la carne. Con relación a esta carne, no había gloria. Según Juan 17, cuando el Señor Jesús estaba a punto de morir, oró: “Padre, la hora ha llegado; glorifica a Tu Hijo, para que Tu Hijo te glorifique a Ti” (v. 1). En Juan 17:5, el Señor añade: “Ahora pues, Padre, glorifícame Tú junto contigo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese”. En Su oración, es como si el Señor dijera: “Padre, ahora es el momento de que glorifiques a Tu Hijo. Padre, permite que Tu Hijo te glorifique. Los discípulos no han visto plenamente lo que es Tu Hijo y lo que Tú eres en Mí. Padre, Tú estás encubierto y Yo también. Por esta razón, te pido que glorifiques a Tu Hijo para que Tu Hijo te glorifique a Ti”.

Podemos usar el florecimiento de un clavel como ejemplo de lo que significa que el Señor Jesús sea glorificado. Una semilla de clavel no tiene ninguna gloria. Una vez plantada en la tierra, la semilla de clavel muere y empieza a crecer. Primero brota, luego se convierte en planta, y finalmente florece. Este florecimiento es la glorificación de la semilla de clavel. Puesto que la semilla de clavel muere cuando es sembrada en el suelo, podemos decir que su florecimiento es su resurrección. Por consiguiente, la glorificación equivale a la resurrección. El brote de una semilla de clavel es el comienzo, la fase inicial de la resurrección. El crecimiento que experimenta después es la continuación del proceso de resurrección. Pero el florecimiento del clavel es la resurrección en plenitud.

Cuando el Señor Jesús oró al Padre pidiendo que lo glorificara, en realidad pidió que, al morir y resucitar, fuera introducido en la gloria. En Lucas 24:26 el Señor Jesús preguntó a los dos discípulos que iban camino a Emaús: “¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrará en Su gloria?” Cuando el Señor Jesús pronunció estas palabras, Él ya estaba en resurrección. Por tanto, para Él, entrar en Su gloria significaba estar en resurrección. Este versículo revela claramente que la glorificación de Cristo fue Su resurrección. La resurrección del Señor fue Su florecimiento. El florecimiento de Cristo, Su glorificación, alude a Su resurrección en plenitud.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top