Información del libro

Estudio-vida de 1 y 2 Tesalonicensespor Witness Lee

ISBN: 0-7363-2821-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 15 de 31 Sección 1 de 3

ESTUDIO-VIDA DE 1 TESALONICENSES

MENSAJE QUINCE

UNA EXHORTACIÓN CON RESPECTO A
LLEVAR UNA VIDA SANTA PARA LA VIDA DE IGLESIA

Lectura bíblica: 1 Ts. 4:1-12

La epístola de 1 Tesalonicenses fue escrita a nuevos creyentes, a personas que llevaban menos de un año en el Señor. Ésta es la razón por la cual en los primeros tres capítulos de este libro no encontramos nada que se compare con lo revelado en Romanos, Efesios o Gálatas. Pablo permaneció con los tesalonicenses durante aproximadamente un mes. Durante ese breve periodo, él no tuvo oportunidad de abarcar muchas verdades profundas. Es por eso que en 3:10 él expresó su deseo de visitar a los tesalonicenses y completar lo que faltaba a su fe. Sin duda, a estos nuevos creyentes les faltaban muchos de los aspectos de la fe que se revelan en Romanos, Efesios y Gálatas. Por lo tanto, Pablo quería visitarles de nuevo para poderles ministrar todo el contenido de la fe, a fin de que su fe aumentara y fuera completada, perfeccionada.

Todos necesitamos tener una visión amplia de la economía de Dios. Una vez que veamos tal visión, creeremos espontáneamente en lo que hemos visto. Después de ver la visión, no podremos más que creer. El creer proviene de esta clase de visión espiritual. Los escritos de Pablo nos llevan a hacer un recorrido en el que se nos muestran las cosas celestiales y espirituales acerca de Cristo, y lo que Él logró, alcanzó y obtuvo. Cuanto más veamos acerca de esto, más profunda será la impresión que recibimos, y más fe tendremos. Comprobaremos que simplemente es imposible no creer.

Hemos recalcado el hecho de que 1 Tesalonicenses está dirigido a principiantes, a nuevos creyentes. Los que cuidan de los jóvenes o de los nuevos creyentes encontrarán en este libro instrucciones como principios generales a seguir. Si siguen estos principios y estas instrucciones, establecerán un buen fundamento en su labor con nuevos creyentes.

UNA PALABRA DE ADVERTENCIA

En este mensaje llegamos al capítulo cuatro de 1 Tesalonicenses. En el capítulo uno vemos la estructura y el origen de una vida santa para la vida de iglesia; en el capítulo dos, vemos la manera en que se fomenta el desarrollo de esta vida; y en el capítulo tres, vemos la confirmación de los tres elementos que componen la estructura básica de esta vida. Después de haber abarcado estos asuntos, en el capítulo cuatro Pablo vacuna a los creyentes contra el germen que más daño ocasiona a la vida de iglesia, el germen de la fornicación.

La fornicación tiene su origen en la concupiscencia. La gente nunca tendría ocasión para satisfacer su concupiscencia si no tuviera algún tipo de vida social. La vida social es un hervidero de fornicaciones. Una persona que no tiene una vida social no corre el peligro de caer en fornicación. Si usted vive solo y tiene poco contacto con otras personas, es muy dudoso que caiga en fornicación. Pero la vida de iglesia es una vida de reuniones, una vida comunal. Se podría decir que la vida de iglesia es una vida social. Si queremos practicar la vida de iglesia, no podemos evitar tener una vida comunal, una vida social, en la que tenemos mucho contacto unos con otros.

Según la historia, el problema de la fornicación ha surgido una y otra vez en una iglesia tras otra. Los hechos demuestran que en particular son los obreros cristianos quienes a menudo se ven enredados en la fornicación, debido a que se ven obligados a relacionarse mucho con la gente. Además, la fornicación ha sido el factor que más ha ocasionado daño a los que participan en el movimiento pentecostal. En ciertos lugares, este movimiento se ha debilitado a causa del pecado de la fornicación.

En 4:3 Pablo dice: “Pues ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os abstengáis de fornicación”. La voluntad de Dios es que Su pueblo redimido, los que creen en Cristo, lleven una vida de santidad conforme a Su naturaleza santa, una vida completamente separada de todo lo que no sea Él. Con este propósito, Él nos santifica por completo (5:23).

En la época de Pablo, tanto en Corinto como en Tesalónica, la sensualidad y la inmoralidad abundaban en las religiones paganas e incluso eran promovidas por la adoración pagana. El hombre fue creado para expresar a Dios (Gn. 1:26). En detrimento de este propósito, nada arruina más al hombre que la fornicación, ya que impide que el hombre sea santo, apartado para Dios, y lo contamina por completo, de modo que éste no pueda cumplir el propósito santo de Dios. Por lo tanto, el apóstol exhorta enfáticamente a los recién convertidos creyentes gentiles, a que ellos, mediante la santificación que es para con Dios, se abstengan de la fornicación, que es el pecado más grave a los ojos de Dios, a fin de que evitaran el daño y contaminación que ella trae.

Aquí, en 1 Tesalonicenses 4, Pablo nos da una advertencia en cuanto a la fornicación. Él también, en 1 Corintios, habló abiertamente en contra de la fornicación. Debido a que había tantos casos de inmoralidad en Corinto y en Tesalónica, Pablo se dio cuenta de que además de fomentar el crecimiento de los santos de Tesalónica y confirmarlos, era necesario advertirles acerca del pecado de la fornicación. Ahora podemos entender por qué en un libro dirigido a nuevos creyentes, Pablo consideró necesario hablar de la fornicación. Él quería que los santos de esa perversa ciudad estuvieran advertidos del peligro. Como la iglesia en semejante lugar, ellos necesitaban recibir una advertencia en cuanto a la fornicación.

En 1 Corintios 16:20 Pablo dice: “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo”. Pablo no prohibió a los corintios tener contacto unos con otros, pues esto habría sido inhumano. Sin embargo, Pablo les encargó que se saludaran unos a otros con un ósculo santo. Estas palabras fueron escritas sobre el trasfondo de la situación oscura que imperaba en Corinto. Conforme al mismo principio, en 1 Tesalonicenses 4 él abordó el tema de la fornicación a causa de la condición de Tesalónica. Esta nueva iglesia había sido levantada en un entorno inmoral y perverso. Puesto que Pablo sabía que sería difícil que la iglesia en aquella ciudad evitara problemas relacionados con la fornicación, él les dio una advertencia respecto de ello.

Hoy nosotros también necesitamos esta advertencia. En Estados Unidos y en Europa, los varones y mujeres se relacionan prácticamente sin restricción alguna. Debido a esta situación, es fácil que la gente caiga en fornicación. Para que las iglesias puedan continuar existiendo en estas regiones, es necesario dar advertencias en contra de la fornicación.

Al leer 4:1-12, notamos que Pablo usa un tono de advertencia. Su tono en esta sección es distinto del que encontramos en los primeros tres capítulos. Después de que Pablo termina su tarea en torno a fomentar el desarrollo de una vida santa para la vida de iglesia y después confirmarla, cambia su tono. La primera advertencia que él da tiene que ver con la fornicación. Como veremos, es en su advertencia referente a la fornicación que Pablo introduce el maravilloso tema de la santificación.


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