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Estudio-vida de Levíticopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6571-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 54 de 64 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE LEVÍTICO

MENSAJE CINCUENTA Y CUATRO

LAS FIESTAS

(3)

Lectura bíblica: Lv. 23:23-44

El Señor Jesús, después de vivir en la tierra como Dios-hombre durante treinta y tres años y medio, murió en la cruz como cumplimiento y realidad del tipo de la Pascua. Por medio de Su muerte en la cruz, Él efectuó la redención y puso fin a todas las cosas negativas del universo. El resultado de esta muerte fue la resurrección, de la cual emanó la vida divina, que es la realidad del Dios Triuno consumado como nuestra porción. En la resurrección de Cristo, todos tenemos una porción en este Dios Triuno consumado.

Después de Su resurrección, el Señor Jesús ascendió a los cielos. En Su ascensión, Él se derramó a Sí mismo como consumación del Dios Triuno procesado en forma del Espíritu económico.

Aunque nuestro Dios es eternamente perfecto, Él aún necesitaba llegar a una consumación. Antes de Su encarnación, Él era únicamente Dios y no había alcanzado Su consumación. Pero, como resultado de los procesos por los cuales pasó, Él alcanzó Su consumación. La consumación del Dios Triuno procesado es el Espíritu todo-inclusivo, vivificante y compuesto. Como tal consumación, Él se derramó a Sí mismo sobre nosotros, y nos hizo así parte de Su agrandamiento. Esto es lo que significa el Pentecostés.

El Pentecostés es el resultado de la resurrección de Cristo, y Su resurrección es el resultado de Su muerte todo-inclusiva. Todo esto ha llegado a ser una maravillosa fiesta para Dios y para nosotros.

El resultado máximo del Dios Triuno procesado es el Pentecostés. Para cuando llegamos a la Fiesta de Pentecostés, todas las cosas negativas han sido desechadas, y todas las cosas positivas han sido liberadas. El Dios Triuno procesado, quien alcanzó Su consumación, se ha derramado sobre nosotros con el fin de introducirnos en Sí mismo a fin de hacernos Su extensión, agrandamiento, aumento y expansión. Ahora somos el Cuerpo de Cristo, y en este Cuerpo se da la mezcla del Dios Triuno procesado y consumado con el hombre tripartito escogido, redimido, regenerado y transformado. El universo entero existe para este propósito, y esto permanecerá para siempre. A la postre, el Cuerpo de Cristo llegará a ser la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y la tierra nueva como un testimonio completo y eterno del Dios Triuno consumado junto con Sus redimidos.

Después de haber abarcado las primeras cuatro fiestas, en este mensaje abordaremos las últimas tres: la Fiesta del Toque de Trompetas, la Fiesta de la Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos.

El primer grupo, compuesto por cuatro fiestas, se celebraba durante la primera mitad del año. El segundo grupo, compuesto por tres fiestas, se celebraba durante la segunda mitad del año. Las primeras cuatro fiestas apuntan al pasado y al presente. Estas fiestas se cumplieron en Cristo, pero las seguimos experimentando y disfrutando. Disfrutamos la Fiesta de la Pascua, y seguimos en la Fiesta de los Panes sin Levadura y en la Fiesta de las Primicias. Además, seguimos en la Fiesta de Pentecostés, que de hecho es una fiesta de la iglesia.

El segundo grupo de fiestas apunta al futuro, a los días venideros, al tiempo de la venida del Señor. Cuando el Señor Jesús regrese, se cumplirán estas tres fiestas.

5. La Fiesta del Toque de Trompetas

Levítico 23:23-25 nos habla de la Fiesta del Toque de Trompetas. Esta fiesta significa que Dios convoca a Su pueblo que estaba esparcido (los israelitas dispersos) y les recuerda que les haría tal llamado (Mt. 24:31; cfr. Is. 27:13; Sal. 81:3).

a. El primer día del séptimo mes,
al inicio de la segunda mitad del año

“Habla a los hijos de Israel, diciendo: En el séptimo mes, al primer día del mes, tendréis reposo completo, un memorial celebrado al toque de trompetas, una santa convocación” (Lv. 23:24). Aquí vemos que la Fiesta del Toque de Trompetas se celebraba el primer día del séptimo mes, al inicio de la segunda mitad del año. Esto representa la segunda mitad de la redención efectuada por Dios, que sería realizada con Israel, habiendo sido realizada la primera mitad con la iglesia. Aunque la segunda mitad de la obra redentora de Dios se aplicará a Israel, aún estará relacionada con nosotros.

Entre la cuarta fiesta, Pentecostés, y la quinta fiesta, la Fiesta del Toque de Trompetas, aparentemente no ocurre nada. En realidad, este intervalo corresponde a la era de la iglesia, que es llamada la era de misterio. La era de la iglesia abarca desde el día de Pentecostés, cuando la iglesia comenzó a existir, hasta el día en que Dios haga un llamado para reunir a Su pueblo esparcido.

La Fiesta de Pentecostés y la Fiesta del Toque de Trompetas podrían compararse a las cumbres de dos montañas que parecen estar cerca la una a la otra pero que, de hecho, están muy separadas. Podríamos comparar la distancia que hay entre estas dos cumbres al tiempo que transcurre entre la Fiesta de Pentecostés y la Fiesta del Toque de Trompetas. De este periodo ya han transcurrido más de mil novecientos años. Este extenso período de tiempo constituye la era de la iglesia, la era de misterio.


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