Principios básicos en cuanto al ancianatopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4731-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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El contenido de la Biblia es la verdad, y la verdad se halla en medio de la doctrina y la luz. Según el modo de pensar humano, la Biblia parece ser un libro que contiene muchas doctrinas sobre asuntos tales como Dios, la caída del hombre y la salvación. Cualquiera que sea alfabetizado puede leer la Biblia y aprender doctrinas como éstas. La verdad es la realidad transmitida en las doctrinas. Es posible conocer las doctrinas y no poseer la verdad, la realidad. Cuando era joven, escuché al pastor de la denominación de mi familia predicar que Jesús era el Salvador que murió por todos los hombres. Sin embargo, aunque escuché esta doctrina, no recibí la verdad. Antes de ser salvo, hasta yo mismo podía enseñar las doctrinas acerca de Cristo y la salvación. Mi madre, aunque había sido bautizada en nuestra denominación, aún no era salva. Sin embargo, ella nos enseñó a nosotros, sus hijos, muchas historias de la Biblia, y nos dijo que Jesús era el Salvador que había muerto en la cruz. Esto simplemente era una historia y una doctrina para nosotros, puesto que en ese entonces la verdad no era real para nosotros.
Cuando la verdad es real para nosotros, obtenemos la realidad. Cristo llega a ser viviente para nosotros, y Su muerte llega a ser real para nosotros como un evento que ocurrió específicamente para el perdón de nuestros pecados. Es así como recibimos la realidad que nos es transmitida por medio de las doctrinas. Esta realidad puede ser revelada a nosotros y hecha real para nosotros únicamente por medio del Espíritu. Por esta razón, si dos oradores predicaran más o menos el mismo mensaje, es posible que uno predique solamente doctrina, mientras que el otro ministre la realidad, porque el poder del Espíritu Santo está presente en su predicación. El poder del Espíritu Santo hace que las doctrinas predicadas sean reales para los oyentes, les imparte la realidad, el hecho. La verdad es la realidad transmitida en las doctrinas y hecha real por medio del Espíritu. La Biblia incluye muchas doctrinas, pero son pocos los lectores de la Biblia que reciben la verdad. Cualquiera puede leer la expresión la iglesia en la Biblia, pero son pocos los que han visto o han tocado la realidad de la iglesia. Cuando el Espíritu opera, la iglesia deja de ser simplemente una doctrina, y llega a ser para nosotros una verdad, una realidad.
Si tenemos la verdad, tenemos la luz, porque la verdad es el resplandor de la luz, así como la gracia es la expresión del amor. En el Evangelio de Juan vemos la gracia y la realidad, que es la verdad. Juan 1:17 dice: “La gracia y la realidad vinieron por medio de Jesucristo”. La gracia y la realidad en el Evangelio de Juan llegan a ser el amor y la luz en 1 Juan. En 1 Juan 4:8 dice: “Dios es amor” y en 1 Juan 1:5 dice: “Dios es luz”. El amor es la fuente de la gracia, y la gracia es la expresión del amor. Conforme al mismo principio, la luz es la fuente de la verdad, y la verdad es el resplandor de la luz. Si sólo conocemos la doctrina pero carecemos de la verdad, no tenemos luz. Una vez que la doctrina llega a ser la verdad para nosotros, la luz resplandece en nuestro interior, y tenemos la luz. Conocer el recobro del Señor en verdad implica conocer tanto la doctrina como la luz, puesto que las doctrinas de la Biblia nos comunican la verdad, y la verdad es el resplandor de Dios como la luz divina.
La verdad es el resplandor de la luz, y la luz divina es vida (Jn. 1:4). Esto nos conduce de regreso a la vida. Es posible que sepamos que la vida es el Dios Triuno, pero aún necesitamos la verdad, el resplandor del Dios Triuno en muchos aspectos, a fin de obtener las riquezas de la vida. El resplandor de la luz divina en sus muchos aspectos es las riquezas de la vida.
Primero necesitamos tener las doctrinas a fin de obtener la verdad. Por esta razón, los obreros cristianos y las denominaciones fundamentalistas que carecen de la vida todavía son útiles si predican las doctrinas correctas, pues a la postre éstas llegan a ser la verdad. Sin la doctrina, la verdad no puede venir. Muchos de los misioneros que fueron a China únicamente enseñaron las doctrinas; no obstante, sin su labor muchos chinos jamás habrían escuchado que Jesús es el Salvador que murió en la cruz por los pecadores. Con el tiempo, algunos de los chinos que escucharon esta doctrina, captaron y recibieron la verdad de que Jesús era su Salvador. Así pues, por medio de las doctrinas vemos las verdades. La doctrina que llega a ser la verdad en nosotros es el resplandor de la luz, y la luz es vida.
Con respecto al terreno apropiado de la iglesia, primero tenemos que conocer la doctrina. Luego, debido a nuestra oración y nuestro apetito por la verdad, tal vez el Señor nos ilumine, dándonos el resplandor de la luz. Por medio de la iluminación que el Señor nos trae, la doctrina en cuanto al terreno de la iglesia se convierte en verdad, una luz que resplandece en nuestro interior. Este resplandor nos une a la luz, y la luz llega a ser vida. Por consiguiente, incluso el terreno de la iglesia es un aspecto de las riquezas de la vida. Ver la luz, la verdad, del terreno de la iglesia nos hace personas diferentes en vida. Alguien que verdaderamente ha visto el terreno de la iglesia es diferente de otra persona que permanece en la iglesia, pero que no conoce ni ha visto nada de la verdad del terreno de la iglesia.
Necesitamos conocer el recobro del Señor tanto en vida como en verdad, esto es, tanto en el Dios Triuno como en la Biblia. Por esta razón, debemos estudiar la Biblia diariamente, porque a través de ella primeramente recibimos las doctrinas. Luego, por medio de la iluminación de Dios, las doctrinas llegan a ser la verdad y el resplandor de la luz divina en nosotros. Entonces estamos unidos a la luz y la luz llega a ser vida para nosotros. Eso es lo que necesitamos.
Todas las riquezas de la vida están contenidas en la verdad. Cada verdad es un aspecto de las riquezas de la vida. En nuestra experiencia la verdad es primero una doctrina; luego la doctrina llega a ser una verdad, la cual nos une a la luz, y ese aspecto particular de la luz llega a ser vida para nosotros como uno de los ricos aspectos de la vida. Esto es difícil de explicar y analizar, pero nuestra experiencia lo confirma. Cuando leemos la Biblia, primero recibimos la doctrina, luego la verdad, después la luz y finalmente la vida. Éste es el procedimiento. No podemos tener la vida primero. Primeramente aprendemos la doctrina al leerla, luego vemos la verdad, después la luz resplandece, luego la luz llega a ser vida, y entonces recibimos las riquezas de la vida. Muchas veces en una misma ocasión mientras estamos en la Palabra, experimentamos estos cuatro pasos: la doctrina, la verdad, la luz y la vida. Sin embargo, algunas verdades requieren mucho más tiempo para ser captadas. Después de conocer una doctrina por varios años, en un tiempo particular de oración con el Señor, ésta puede llegar a ser real para nosotros como la verdad y el resplandor de la luz, lo cual nos trae las riquezas de la vida.
Debemos conocer el recobro del Señor en vida y verdad. Quienes verdaderamente están en el recobro del Señor conocen a Dios de manera viviente y conocen la Biblia en términos de la luz. Debemos orar pidiendo que esto sea nuestra experiencia. El recobro del Señor no es una actividad, un movimiento ni una obra cristiana común, sino algo relacionado con la vida y la verdad en luz. Estamos verdaderamente en el recobro del Señor si conocemos a Dios y la Biblia, si tenemos vida y verdad, y si estamos llenos de luz. Los cristianos que no buscan al Señor de forma genuina quizás no entiendan lo que estamos haciendo y enseñando en el recobro del Señor. Tal vez se ofendan y nos critiquen. No podemos evitar esto; no obstante, siempre habrá algunos que son como Nicodemo, quienes son sinceros, están hambrientos y van en pos del corazón del Señor. El Señor se revela a tales personas, y éstas llegan a ser parte de Su recobro.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.