Información del libro

Mensajes de vida, tomo 1 (#1-41)por Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6926-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 17 de 41 Sección 1 de 3

CAPÍTULO DIECISIETE

LA UNIDAD

La unidad es un tema que se trata comúnmente entre los cristianos de hoy. Nosotros no somos uno porque tengamos conceptos comunes, intereses afines y las mismas metas, ni por el hecho de realizar una misma clase de obra. Aunque cierta unidad proviene de los factores que las personas tienen en común, ésa no es la unidad genuina. Cualquier unidad que no sea la unidad genuina es una unidad que se halla en la esfera de la división. Por ejemplo, uno puede hallar unidad entre los católicos, entre los presbiterianos o entre los que participan en alguna obra cristiana; si las personas no tuvieran ninguna clase de unidad, no podrían trabajar juntas.

LA ÚNICA FUENTE DE LA UNIDAD

Fuera de Cristo no existe verdadera unidad. Todo verdadero creyente tiene a Cristo en su interior. Aparte de Él, dos seres humanos no pueden ser verdaderamente uno. Sobra decir que los chinos no pueden ser uno con los estadounidenses, ni los franceses con los alemanes; ¡ni siquiera los yanquis pueden ser uno con los tejanos! Y sin necesidad de ir muy lejos, ¿qué pareja de casados puede ser uno entre sí separados de Cristo? Él es la única unidad verdadera.

VIVIR EN DIOS

El Señor oró, diciendo: “Para que todos sean uno; como Tú, Padre, estás en Mí, y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste” (Jn. 17:21). El secreto para que los creyentes sean uno es que estén en el Dios Triuno. Los cristianos no tienen la verdadera unidad porque no viven en Él, aunque, en cuanto a posición, están en Él.

SOMOS UNO AL ESTAR EN SU GLORIA

En el siguiente versículo, Juan 17:22, el Señor continuó su oración por la unidad: “La gloria que me diste, Yo les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno”. ¿De qué gloria se habla aquí? Existe algo en el universo que es llamado la gloria del Dios Triuno. La gloria que el Padre le dio al Hijo, el Hijo la dio a los creyentes con el propósito de que todos ellos sean uno. Cualquiera que sea el significado de la palabra gloria, sin duda es algo que simplemente le pertenece a Dios. La gloria es Dios expresado. Cuando estamos en la expresión de Dios, somos uno. La electricidad está escondida hasta que encendemos las luces. Entonces las luces al resplandecer llegan a ser uno en la gloria, en la expresión, de la electricidad.

EN EL DIOS TRIUNO

A fin de experimentar la verdadera unidad, usted debe estar en el Dios Triuno. No hay duda de que todos los creyentes están en Él, tanto en posición como en doctrina. Sin embargo, en su experiencia, ¿dónde está usted? ¿Está usted en el Dios Triuno en su vida diaria, en su vida familiar y aun en la manera en que se relaciona con su suegra? ¿Está usted en Él cuando le toca lavar los platos? Todos tenemos que reconocer que la mayor parte de nuestro tiempo estamos en nosotros mismos; nos hallamos en la esfera de nuestros gustos, nuestras preferencias y en nuestra carne, así como en la envidia, el odio y el orgullo. Aunque estamos conscientes de que necesitamos estar en la verdadera unidad, no podemos lograr esto porque no vivimos en el Dios Triuno.

En todos estos años he visto un buen número de santos que verdaderamente amaban al Señor y vinieron al recobro, pero que estuvieron sólo por cierto tiempo para después irse y formar parte de alguna división. Incluso tuvimos algunos colaboradores cristianos muy preciosos en la China continental que salieron de nosotros para establecer una división. La simple razón de este suceso tan lamentable es que tales santos dejaron de vivir en el Dios Triuno. Si ustedes no están con temor y temblor con respecto a vivir en Él día tras día, puede llegar el momento en que también ustedes causen división.

EN SU EXPRESIÓN

Simplemente vivir en el Dios Triuno no es suficiente. A fin de que la unidad sea doblemente asegurada, debemos también estar en la expresión de Dios. El objetivo de laborar juntos aquí es expresarlo a Él, y no es llevar a cabo nuestro propio propósito. Todos tenemos nuestra propia intención, nuestros propios objetivos y nuestras propias metas. Todas estas cosas son aniquiladas en la expresión del Dios Triuno. Si en alguna medida éstas no son aniquiladas, en esa misma medida no estaremos asegurados en la unidad genuina. Si nuestra meta es algo diferente de la expresión del Dios Triuno, tarde o temprano esta meta diferente causará división.

¿Por qué los cristianos no pueden ser uno? ¿Cuál es la causa de que haya incontables e interminables divisiones? Todas las denominaciones han experimentado divisiones. Incluso un pequeño grupo, después de reunirse por sólo dos o tres años, acabará por dividirse quizás en tres grupos. Esta condición de división se debe a que la mayoría de cristianos no viven en Cristo ni se preocupan por la expresión de Dios. Su preocupación menor es satisfacer sus gustos y preferencias, y su preocupación más elevada es alcanzar sus metas. Debido a que se preocupan por estas cosas y no por la expresión de Dios, en lo que a ellos se refiere, la unidad genuina no es asegurada.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top