CAPÍTULO SESENTA

EL DIOS TRIUNO
SATURA AL HOMBRE TRIPARTITO

Lectura bíblica: Ro. 8:2a, 9-10, 6b, 11

ESPÍRITU Y VIDA

La relación que existe entre Dios y el hombre, tal como lo hemos visto en los dos capítulos anteriores, tiene que ver con la vida y el espíritu. Tanto la vida como el espíritu son misteriosos; de hecho, según la revelación del Nuevo Testamento, éstos dos son uno solo. En Juan 6:63 el Señor Jesús dijo que las palabras que Él habló “son espíritu y son vida”. El espíritu es vida, y la vida es el espíritu.

Nuestra vida humana y nuestro espíritu humano guardan una estrecha relación. Cuando el hombre fue formado, Dios “sopló en su nariz aliento de vida” (Gn. 2:7). La palabra aliento aquí es la misma palabra traducida “espíritu”. Tanto en hebreo como en griego, la palabra espíritu puede significar “espíritu”, “aliento” o “viento”. De hecho, en Ezequiel 37 la misma palabra hebrea es traducida “Espíritu” en el versículo 1 y “viento” y “aliento” en el versículo 9. Espíritu, aliento y viento nos hablan de tres aspectos. Cuando el viento se debilita, es aliento, y luego llega a ser el espíritu. No disfrutamos el viento recio de un tifón, sino que preferimos la brisa suave, que es el aliento. Es nuestra respiración lo que nos mantiene vivos, de modo que cuando dejamos de respirar, nuestra vida se acaba.

En Romanos 8:2 las palabras espíritu y vida se mencionan juntas: “La ley del Espíritu de vida me ha librado en Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte”. La vida y el espíritu son uno solo. El término, Espíritu de vida, indica que el Espíritu es la fuente, y la vida es la corriente o el fluir que procede del Espíritu. La vida es del Espíritu y procede del Espíritu; y el Espíritu es la sustancia y la fuente de la vida. Cuando nos referimos a la corriente eléctrica, hablamos de la electricidad. Es electricidad cuando permanece constante, pero es una corriente eléctrica cuando está en movimiento. De manera semejante, cuando el Espíritu se activa, llega a ser vida; pero si no se mueve, es el Espíritu. Aparte de la corriente eléctrica, no hay electricidad. El movimiento de la electricidad es la corriente; y la corriente es la electricidad misma.

Aparte del Espíritu, no existe otra vida. ¿Cuándo se activó el Espíritu y entró en usted como vida? Fue cuando usted confesó sus pecados, se arrepintió y recibió al Señor Jesús. Fue entonces que usted fue injertado en el Señor, y que Su Espíritu fluyó en usted. Él debiera estar fluyendo continuamente en su interior para que usted lo pueda experimentar como vida.

ACTIVAR EL ESPÍRITU

La electricidad ya fue instalada en este edificio; pero si usted no enciende el interruptor, la función de la electricidad no se manifestará. Si usted quiere calor, o aire acondicionado, o luz, debe activar la electricidad al encender el interruptor. Entonces habrá calor, frío o luz. Son muchos los cristianos hoy en cuyo interior el Espíritu no ha sido activado.

¿Ha sido activado el Espíritu dentro de usted? Probablemente se mueva cuando usted está en una reunión, pero ¿sucede lo mismo cuando está cenando con su familia? ¿Se mueve Él cuando usted está conversando con sus amigos? ¿Se mueve mientras usted critica a su nuera o a su suegra? O ¿qué de cuando usted chismea o cuando discute con su esposa?

¿Cuánto tiempo durante el día está activado el Espíritu en usted? Tal vez usted ame al Señor y le busque, tal vez haya pagado un precio para seguirlo e incluso lo sirva a tiempo completo. Pero la pregunta que se sigue planteando es: ¿cuánto tiempo permanece activado el Espíritu en usted? Si apagamos el interruptor en un edificio, ¿de qué sirve hablar acerca de lo oscuro que está el salón?

Ustedes me han pedido tener reuniones con ustedes sobre cómo gobernar la iglesia o cómo servir al Señor. Siempre que oigo una pregunta respecto a “cómo hacer algo” mi cabeza da vueltas. ¿Por qué? Si ustedes no encienden el interruptor, ¿qué sentido tiene estudiar cómo hacer que las luces alumbren o cómo enfriar el edificio? Si ustedes no saben contactar al Espíritu, entonces es una pérdida de tiempo hablar sobre cómo ser un anciano. El gran problema en todo el mundo hoy tiene que ver con la fuente de energía. Si el problema no es resuelto, de nada sirve tratar de resolver los problemas del transporte o de la industria. Si no tenemos suficiente energía, los demás problemas no podrán ser resueltos. Tan pronto como usted encuentre la fuente de energía, tendrá luz, calor o aire acondicionado.

Cuando escuché que habían organizado una reunión de jóvenes para que yo les compartiera, les dije a los hermanos: “No, es mejor que vengan todos, jóvenes y viejos”. Sólo tengo un tema del cual hablar, ya sea a los jóvenes o a los de mayor edad: ¡contacten al Espíritu! Si usted todavía no ha creído, lo que tengo para decirle es esto: una vez que usted toque al Espíritu arrepintiéndose y confesando sus faltas, y pidiéndole al Señor que lo salve, será salvo. Si usted es alguien que tiene cincuenta años de historia espiritual, le digo esto: “¡Toque al Espíritu!”. Si está cansado de encender el interruptor y no quiere hacerlo más, estará en tinieblas. Todos los días usted tiene que encender el interruptor; si deja de hacerlo, estará próximo a morir.