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COMER A JESÚS ES NUESTRA PORCIÓN ETERNA

Ahora podemos ver que no hay otra manera de vencer. La manera única es comer. Necesitamos comer a Jesús. Comer es el tema singular en toda la Biblia. La Biblia comienza con el hecho de comer del árbol de la vida, y concluye con la misma cosa. En la Nueva Jerusalén, que aparece en el último capítulo de la Biblia, fluye del trono de Dios un río, y a ambos lado del río crece el árbol de la vida, el cual produce cada mes sus frutos para satisfacer la necesidad de todo el pueblo de la Nueva Jerusalén.

Apocalipsis 22:14 dice: “Bienaventurados los que lavan sus vestiduras, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. Nuestro derecho eterno es comer del árbol de la vida. Muchos cristianos están contentos de que sus vestiduras han sido lavadas, pero no se dan cuenta de que el lavamiento de éstas tiene como fin que ellos coman del árbol de la vida. Ésta es nuestra porción y disfrute eternos.

COMER A JESÚS CORRESPONDE
A LA REVELACIÓN DE LA BIBLIA

Jesús es dulce, precioso, deleitable y disponible. El día que supe que puedo comer a Jesús, todo cambió. La primera vez que vine a este país, en 1958, me invitaron a hablar en cierto grupo en Los Ángeles. Ésa fue la primera vez que yo daba un mensaje en inglés. Mi mensaje fue acerca de comer a Jesús. Ésa era la primera vez que yo les decía a las personas de este país que ellas debían disfrutar a Jesús al comerle a Él. Después de aquel mensaje, algunas personas vinieron a mí y dijeron: “Hermano Lee, éste es un buen pensamiento, pero deseamos ayudarle a usar las palabras adecuadas con las cuales expresarlo”. Dado que era la primera vez que yo daba un mensaje en inglés, admití que necesitaba mejorar, y les pedí que me ayudaran. Ellos dijeron que era mejor no usar la frase comer a Jesús. No obstante, no pudieron hallar una mejor frase. Comer es simplemente comer. ¿Qué palabra podemos usar? Cualquier otra palabra que usemos todavía significará “comer”. Finalmente, les dije: “Hermanos, no traten de encontrar una palabra mejor. El propio Señor Jesús usó esta palabra. En Juan 6:57 Él dijo: ‘El que me come, él también vivirá por causa de Mí’. Esto es suficiente”. Ellos argumentaron que eso no era buen inglés, pero ninguno pudo encontrar una mejor palabra inglesa. Esta dificultad se debe totalmente al concepto antiguo. No debemos ajustar la revelación de la Biblia. Más bien, nuestro concepto es el que debe ser ajustado.

El tema de comer a Jesús no es mi propia enseñanza; ésta es la enseñanza de la santa Palabra. El Señor Jesús es nuestra porción eterna, no meramente para que nosotros aprendamos respecto a ello, sino principalmente para que le comamos. Yo me he estado alimentando de comida por más de sesenta y cinco años. Hoy yo no sé lo que son la vitamina C ni la vitamina D; sólo conozco sus nombres. No sé mucho de vitaminas, pero a diario consumo muchas vitaminas. Simplemente debemos comer a Jesús y no ocuparnos del conocimiento.

VENCER AL COMER A JESÚS

Podemos estar seguros de que si comemos al Señor Jesús seremos vencedores. Conforme a mi edad, puedo ser un abuelo, pero soy más joven que muchos jóvenes. Ellos no son tan vivientes como yo. Soy más joven que ellos, no por mí mismo sino por Jesús. ¡Jesús es una persona muy viviente! Cuando hablo, algunos pensarán que estoy “loco”, pero en mi habitación privada me “enloquezco” aún más con Jesús, porque mi Jesús es muy deleitable. No me puedo contener; tengo que estar loco. Mi Jesús es el viviente Jesús, no un Jesús doctrinal. Mi poder, mi mensaje y el impacto que tengo es mi deleite de Jesús.

Nunca podemos regresar al cristianismo antiguo porque nuestro Jesús es demasiado deleitable. Simplemente al comer a Jesús seremos los vencedores. Venceremos el mundo, la situación degradada del cristianismo y todas las enseñanzas. Declararemos: “No nos interesan las enseñanzas; ¡únicamente nos ocupamos de nuestro Jesús!”.

Sí, yo leo la Biblia, pero no la leo para obtener conocimiento; la leo para mi disfrute. Puedo orar-leer el comienzo de Mateo 1: “Abraham engendró a Isaac. ¡Amén! Isaac engendró a Jacob. ¡Amén!”. Tal vez yo no sepa todo acerca de Abraham e Isaac, pero ¡oh, el disfrute que tengo! La Biblia ya no es para mí un libro de conocimiento. La Biblia no es más un árbol del conocimiento; es el árbol de la vida, un libro de vida, un libro del viviente Jesús.

Al disfrutar a Jesús en esta manera, llegamos a ser los vencedores. Entonces con seguridad, haremos todo lo posible por descubrir dónde hay otros cristianos como nosotros. Estaremos deseosos de tener comunión con ellos. Esto produce la vida de iglesia, y a la postre es de esto que surge el hijo varón. Por la misericordia del Señor, los vencedores son el hijo varón. Sabemos que el hijo varón en Apocalipsis 12 son los vencedores, porque el versículo 5 dice que el hijo varón pastoreará con vara de hierro a las naciones. Esto es similar a 2:26 y 27, que dicen: “Al que venza y guarde Mis obras hasta el fin, Yo le daré autoridad sobre las naciones, y las pastoreará con vara de hierro”. Los vencedores son el hijo varón, y el hijo varón son los vencedores.