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NUEVOS TÉRMINOS EN EL RECOBRO DEL SEÑOR

Si ustedes investigan, verán que mucha de la terminología que nosotros usamos hoy ciertamente no se encuentra en la teología cristiana. Algunos entre nosotros han estudiado teología, y quizás algunos han sido pastores. Les preguntaría si expresiones tales como el aumento de Cristo y la multiplicación de Cristo han sido utilizadas en la teología China. Estos términos no se encontraban en la teología antes de que nosotros fuéramos levantados por el Señor. Podemos decir que especialmente los términos aumento y multiplicación, fueron inventados por nosotros.

El Himnos, #93 lo escribí en inglés después que traje el recobro del Señor a América, cuando estaba preparando el himnario en inglés en 1963. En 1967, cuando regresé a Taiwán para reorganizar los himnos en chino, yo mismo traduje este himno al chino. Este himno dice:

1 En el seno del Dios Padre
    Antes de la creación,
Tú estabas en Su gloria,
    Unigénito de Dios.
Fuiste dado por el Padre
    Como un hombre al mundo, Tú
En Espíritu nos muestras
    De Dios Su gran plenitud.

2 Por Tu muerte inclusiva
    Y por Tu resurrección
Tu naciste como el Hijo
    Primogénito de Dios.
Impartiste así Tu vida
    Por la regeneración,
Nos hiciste Tus hermanos,
    Muchos hijos para Dios.

3 Eras Tú un solo grano
    Que en la tierra se cayó,
Al morir, resucitando
    Tu vida se duplicó.
Somos hoy los muchos granos,
    Amasados en un pan,
A Tu plenitud llegamos
    Para Tu expresión mostrar.

4 Somos Tu expresión, Tu Cuerpo,
    Plenitud y habitación,
Tu excedente y Tu novia,
    Tu total reproducción.
Como aumento de Tu vida
    Somos Tu propagación;
Eres Tú nuestra Cabeza
    Somos Tu continuación.

En este himno utilizamos expresiones como duplicación, reproducción, continuación, propagación y excedente. Éstos fueron términos que yo creé mientras estaba hablando y predicando la verdad. Ya existían en el chino, pero yo fui el primero que los utilizó en teología.

EL AUMENTO Y LA MULTIPLICACIÓN DE CRISTO

En Juan 3:30 Juan el Bautista dijo: “Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe”. Esta palabra no fue traducida con exactitud en la versión china. Su traducción dice así: “El debe prosperar, pero yo debo languidecer”. Prosperar no necesariamente indica aumentar, y languidecer no necesariamente indica mengüar. En la versión Reina Valera se traduce bastante bien este versículo. Allí dice: “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe”. No es un asunto de prosperar sino un asunto de aumentar, y no es un asunto de languidecer sino un asunto de mengüar.

Cuando Juan el Bautista salió a predicar y a bautizar a la gente, un número considerable de personas le siguieron, y les presentó al Señor Jesús a ellos. Más tarde, cuando el Señor Jesús empezó Su ministerio, muchos de los seguidores de Juan siguieron a Jesús. Hasta que llegó al grado que el Señor Jesús bautizaba más personas que Juan. Al ver la situación, los discípulos de Juan no estaban del todo contentos, así que fueron donde su maestro y le dijeron: “Rabí, mira Aquel que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a Él” (v. 26). Entonces Juan prácticamente les dijo: “Ya les he dicho que yo no soy el Cristo. El que tiene la novia es el novio; yo sólo soy un amigo del novio. Yo estoy al lado del novio y me regocijo cuando escucho su voz”. Por lo tanto, él concluyó diciendo: “Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe”.

El tema de Juan 3 es la regeneración. Desde nuestro punto de vista humano, la regeneración es para que nosotros seamos salvos y lleguemos a ser un nuevo hombre. Sin embargo, desde la perspectiva de Dios, la regeneración es para el aumento de Cristo. Antes de que ustedes fueran regenerados, el aumento de Cristo era más pequeño por lo menos por esa fracción. Nosotros, ustedes y yo, somos muy pequeños, pero aún cuando un pequeñito es salvo él puede añadirle ese poquito al aumento de Cristo. Cuando el Señor Jesús estaba caminando sobre la tierra, en ese tiempo sólo había un Jesús sobre la tierra. Cuando el Señor Jesús llamó a Sus discípulos, algunos de ellos, por los menos doce, le siguieron muy de cerca cada día. En aquel tiempo, Pedro, Jacobo y Juan estaban muy cerca de Él; sin embargo, no tenían a Jesús dentro de ellos. Jesús estaba en medio de ellos, pero no dentro de ellos. Eso se debía a que sólo había un Jesús en todo el universo. Sin embargo, después que el Señor Jesús murió en la cruz, fue sepultado y resucitado, Él vino a ellos en la noche del día de Su resurrección y sopló en ellos, diciendo: “Recibid el Espíritu Santo” (20:22). ¿Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es Dios mismo, es el Dios Triuno que llega al hombre. El hecho de que el Espíritu Santo fue soplado en el hombre, equivale a que Dios fue soplado dentro del hombre. Debido a esto, en la noche del día de Su resurrección, Cristo fue aumentado. Antes de aquel momento Él había sido sólo un nazareno, pero después, Él estaba en una docena o más de galileos.

Cuando se acercaba el tiempo de Su muerte, era como si el Señor Jesús hubiera dicho: “Todos me dan la bienvenida, pero tengo que ir y morir. Yo soy un grano de trigo. A menos que el grano de trigo caiga en tierra y muera, permanecerá solo; pero si muere llevará mucho fruto, por lo menos al treinta, quizás al sesenta, o tal vez al ciento por uno”. Esta palabra del Señor nos indica que una vez que Él pasara a través de la muerte y la dejase atrás, Él se multiplicaría en resurrección. En esta multiplicación, un grano llegaría a ser muchos granos. Esto es multiplicación y esto es aumento. Al principio de Hechos 1, ciento veinte personas estaban allí y cada uno de ellos era como Jesús el Nazareno. En ese momento no sólo había sólo un Jesús Nazareno, sino ciento veintiuno. Entonces, en el Día de Pentecostés, cuando el Espíritu económico descendió, tres mil personas fueron salvas. Por lo tanto, en ese momento, Jesús se multiplicó tres mil ciento veintiún veces.

Les digo otra vez, en Juan 12 había sólo un grano: Jesús. Él era el único. Si alguien sólo tiene un grano de trigo en su granero, sería miserablemente pobre. Sin embargo, en el tiempo de Juan 20, ese grano de trigo había aumentado debido a que Él sopló el Espíritu dentro de aquellos galileos. Por lo tanto, cuando llegamos a Hechos 1, este grano se convierte en ciento veintiún granos. Diez días más tarde, en el Día de Pentecostés, el Espíritu Santo vino, y tres mil fueron salvos y bautizados. Entonces, había tres mil ciento veintiún granos. Además, en Hechos 21 cuando Pablo fue a Jerusalén por última vez, Jacobo le dijo que había miríadas de judíos que habían recibido al Señor. Así que, en ese tiempo, había en Jerusalén decenas de millares de granos. Eso era sólo en una ciudad, Jerusalén. Consideren la situación actual. Los granos están por todo el mundo. Esto es multiplicación y esto es aumento. Hace más de cien años atrás, este aumento vino a la China, y hoy ha entrado a ustedes. ¡Aleluya, la multiplicación de Cristo ha llegado a ustedes! En esta conferencia hay cerca de siete u ocho mil personas que son Su multiplicación. En toda la tierra Su multiplicación es incontable.

Perdónenme por decirles esto, pero los cristianos de hoy no ven esta verdad de la multiplicación y el aumento cuando leen la Biblia. No sólo eso, sino que aquellos cristianos que son maestros no hablan de este aspecto. Nadie habla de cómo Cristo se propagó a Sí mismo y entró en nosotros, los que creemos en Él. Ésta es una situación lamentable.