Estudio-vida de Efesiospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0334-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En este mensaje llegamos al tema del misterio de la voluntad de Dios. La voluntad de Dios tiene un misterio, el cual había estado escondido desde los siglos (3:5; Col. 1:26). El universo es un misterio. ¿Por qué existe el cielo, y por qué existe la tierra? ¿Por qué hay millones de cosas en el universo? ¿Por qué está el hombre en la tierra? Todas estas preguntas son misterios, y han dado lugar a diversas filosofías. El misterio, el cual es la voluntad de Dios, fue dado a conocer a la iglesia mediante los apóstoles. Una voluntad es una intención, y la voluntad de Dios es Su intención. La intención de Dios está íntimamente relacionado con el deseo de Su corazón. Así que, el misterio del universo tiene que ver con la voluntad de Dios, la cual está ligada al deseo de Su corazón. Necesitamos conocer el misterio, la voluntad de Dios y el deseo de Su corazón.
Algunos dirán que la voluntad de Dios es obtener la iglesia, y que la iglesia es el deseo de Su corazón. Esto es correcto, pero debemos preguntarnos qué es la iglesia. Muchos cristianos, incluyendo a maestros, no tienen un entendimiento claro acerca de la iglesia. La iglesia no es simplemente un grupo de personas. Por nuestra propia cuenta, no somos la iglesia; somos unos desdichados pecadores. La única manera de llegar a ser la iglesia es que Dios en Su Hijo se forje en nuestro ser. La mayoría de los creyentes no ven el asunto crucial y vital de que Dios en Su Hijo se forja en los que El eligió y redimió. Tal vez saben algo acerca de la elección y la redención, que ellos son personas escogidas y redimidas, pero no ven que el mismo Dios que los escogió y redimió desea, en la persona del Hijo, forjarse en ellos. Ni la elección ni la redención es la meta; son simplemente pasos que llevan a ella. La meta de Dios es forjarse a Sí mismo en nuestro ser.
Estoy consciente de que esto puede parecerle extraño a muchos. Por años estuve en diversos ramas del cristianismo, tales como el cristianismo fundamental, Asambleas de los Hermanos, los que siguen la línea de la vida interior, y el movimiento pentecostal. Pero nunca se me dijo que en la persona del Hijo, Dios se forja en Sus redimidos. Este es el misterio del universo.
El Nuevo Testamento afirma que Dios se forja en nuestro ser. El Padre, el Hijo y el Espíritu están en nosotros (Ef. 4:6; 2 Co. 13:5; Jn. 14:17). Según 1 Juan, nosotros estamos en Dios, y Dios está en nosotros (4:15). Además, nosotros permanecemos en El, y El permanece en nosotros (Jn. 15:4). En Filipenses 1:21 el apóstol Pablo logró declarar: “Para mí el vivir es Cristo”. En Gálatas 2:20 afirma que ya no vive él, sino que Cristo vive en él. Todos estos versículos muestran que Dios, en el Hijo, se está forjando en nosotros.
El debido entendimiento de la iglesia revela también esta misma verdad. La Biblia dice que la iglesia es el Cuerpo de Cristo. Sin embargo, algunos cristianos no toman esta declaración como un hecho, como una realidad, sino simplemente como una representación. ¡Esto es terrible! La iglesia es el Cuerpo de Cristo, y su Cabeza es el propio Cristo (Col. 1:18). Además, 1 Corintios 12:12 revela que el Cuerpo es Cristo. Así que, Cristo no sólo es la Cabeza, sino también el Cuerpo, lo cual indica que Dios se forja en nosotros, los miembros del Cuerpo. Esto también se ve en el ejemplo de la vid en Juan 15. En Juan 15:5 el Señor Jesús dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos”. ¿No está la vid en los pámpanos? ¡Por supuesto que sí! Por eso dijo el Señor: “Permaneced en Mí, y Yo en vosotros” (Jn. 15:4). Todo lo que la vid es, está en los pámpanos. Nosotros, como pámpanos de la vid y miembros del Cuerpo de Cristo, contenemos todo lo que Cristo es. Esto significa que hemos sido hechos partes de El. ¿Acaso los pámpanos de la vid no son parte de la vid? Claro que lo son. Por tanto, debemos atrevernos a declarar: “Yo soy parte de Cristo”. Ya que los creyentes son partes de Cristo, Pablo pudo afirmar que para él el vivir era Cristo.
El misterio del universo es la iglesia, y ella se compone de personas en quienes Dios se forja. Un día, la iglesia será totalmente saturada de Dios y en su consumación llegará a ser la santa ciudad, la Nueva Jerusalén. La iglesia no sólo será saturada de Dios, sino que también se mezclará con El. Esto no significa, sin embargo, que llegaremos a ser la Deidad. No, esto no es ni lo que decimos ni lo que queremos decir. No obstante, como personas que están siendo saturadas de Dios y mezcladas con El, seremos la misma expresión de Dios. La Nueva Jerusalén será la manifestación corporativa de Dios. Como ya hemos mencionado en varias ocasiones, tanto el Dios que está en el trono (Ap. 4:3) como la Nueva Jerusalén (Ap. 21:11) tienen la apariencia de jaspe. Esto significa que toda la ciudad tiene la apariencia de Dios y es la expresión de Dios. Este es el misterio del universo.
¡Qué liberación les traería a los cristianos si pudieran ver esto! Muchos sólo saben que son salvos, regenerados, que son hijos de Dios y que un día irán al cielo. Pero el concepto de ser salvos con el simple fin de ir al cielo es muy inferior al misterio de la voluntad de Dios. El misterio de la voluntad de Dios consiste en tener una iglesia compuesta de aquellos que han sido saturados y mezclados con Dios.
Al escuchar algunos de ustedes esta definición de la iglesia, tal vez dirán: “He estado en la iglesia por muchos años, pero jamás he visto una iglesia que concuerde con esta descripción”. Esto se debe a que aún estamos siendo “cocinados” en la “cocina” de la desordenada vida de iglesia. Durante este proceso de “cocimiento”, debemos ser pacientes. De hecho, el “cocimiento” mismo es la gracia sobreabundante.
Muchos han venido a mí entristecidos por la condición de su iglesia local, y me han dicho que ya no pueden tolerarla. Pero aunque sintamos que ya no podemos sufrirla, tenemos que sobrellevarla. Esta situación es el “cocimiento”, el “hornear” de la vida de iglesia. La vida de iglesia hoy es un horno donde somos cocinados. No se desanimen por la situación actual, y no vean la iglesia sólo desde el ángulo de los problemas. Todos los que estamos en la iglesia tenemos una porción de Cristo, pues El se ha forjado en nosotros. Nos sintamos contentos o no, tengo la certeza de que una porción de Cristo se ha forjado en usted desde que llegó a la vida de iglesia. Haga lo que haga, esa porción permanece en usted porque se ha forjado en usted. Me consuela ver la porción de Cristo que se ha forjado en todos los santos. Me regocijo ver que los santos tienen más de Cristo hoy que lo que tenían algunos años atrás. Aunque no siempre estemos contentos con la vida de iglesia, Cristo se sigue forjando en nosotros. ¡Qué misterio!
El misterio del universo consiste en que Dios se forje en nosotros. Todas las cosas cooperan para este propósito (Ro. 8:28); todo contribuye a esta meta, a que Dios se forje en nuestro ser. Esto es muy diferente a tener simplemente una vida feliz. Tal vez usted se sienta muy feliz hoy, pero mañana no. Tal vez se sienta feliz en una reunión, pero cuando vuelve a casa, su cónyuge le hace pasar un mal rato. El misterio de la voluntad de Dios no consiste en hacer de nosotros personas plenamente felices. Hoy no es el tiempo de ser plenamente feliz, porque todavía no ha llegado el debido momento. Puesto que muchos carecen de una visión o revelación adecuada, no saben lo que en realidad está ocurriendo en la vida de iglesia. Piensan que estamos aquí simplemente para pasar un buen rato, pero esto no es el misterio de la voluntad de Dios. Dicho misterio es que Dios se imparte continuamente en nosotros a fin de producir la iglesia para Sí mismo. Este es el misterio que había estado escondido desde los siglos.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.