Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7643-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En el Antiguo Testamento hay varios tipos de la iglesia. Sin embargo, todos los tipos se agrupan en dos categorías. La primera categoría es la de las mujeres. Varias mujeres son tipos de la iglesia. Eva es el primer tipo de la iglesia (Gn. 2:22; 3:20). Rebeca también es un tipo de la iglesia (24:15, 64-67). La mayoría de las mujeres positivas del Antiguo Testamento son tipos de la iglesia. Las mujeres tienen que ver con la vida. Eva provino de Adán. Ella recibió su vida de Adán, y Adán era vida para ella. Esto representa el que la iglesia recibe vida de Cristo y Cristo es vida para la iglesia. La segunda categoría de los tipos de la iglesia es la casa de Dios, el tabernáculo, el templo, e incluso la ciudad. Todos estos asuntos se relacionan con la edificación.
El libro de Efesios contiene ambos aspectos. Por una parte, Efesios nos dice que somos la casa, la morada de Dios (2:20-22). Por otra parte, nos dice que somos la esposa, el complemento, de Cristo (5:25, 32). Nosotros, como complemento, necesitamos crecer, y como casa necesitamos ser edificados. Un solo versículo, Colosenses 2:7, menciona ambos aspectos. Este versículo dice: “Arraigados y sobreedificados en Él”. Estar arraigados tiene que ver con la vida, y ser sobreedificados tiene que ver con el edificio. Aquí vemos nuevamente la vida y la edificación.
Debemos crecer, pero meramente crecer no es suficiente. El crecimiento tiene por finalidad la edificación. Aunque los cristianos actualmente le prestan alguna atención al crecimiento, en su mayoría descuidan el aspecto de la edificación. Efesios 4:15 habla acerca del crecimiento, y el versículo 16 habla acerca de la edificación. Estos dos versículos dicen: “Asidos a la verdad en amor, crezcamos en todo en Aquel que es la Cabeza, Cristo, de quien todo el Cuerpo, bien unido y entrelazado por todas las coyunturas del rico suministro y por la función de cada miembro en su medida, causa el crecimiento del Cuerpo para la edificación de sí mismo en amor”. De manera similar, Colosenses 2:19 dice: “Asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el Cuerpo, recibiendo el rico suministro y siendo entrelazado por medio de las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios”. Efesios 4:16 menciona las coyunturas del rico suministro, y Colosenses 2:19 habla acerca de las coyunturas y los ligamentos. Las coyunturas tienen como meta el alimento, el suministro, y los ligamentos sirven para entrelazar.
Necesitamos crecer en todo en Cristo, la Cabeza. Si no crecemos en Cristo, no podemos recibir nada de Él, pero cuanto más crecemos en Él, más recibimos de Él para ministrar a otros. En el Cuerpo las coyunturas son los miembros que traen el suministro, los miembros que proveen el alimento, los cuales suministran el alimento a los demás miembros. En el Cuerpo algunos miembros también son ligamentos que entrelazan. Sin los ligamentos, todos los miembros están dispersos. Es por medio de los ligamentos que todos los miembros son unidos.
Los versículos anteriormente mencionados hablan de cuatro categorías: la Cabeza, las coyunturas, los ligamentos y todos los demás miembros. En primer lugar, tenemos a Cristo, la Cabeza. Todos debemos crecer en Él y recibir algo de Aquel que es la Cabeza, la fuente del suministro. En segundo lugar, tenemos las coyunturas que reciben el rico suministro de la Cabeza para ministrar a los otros miembros. En tercer lugar, tenemos los ligamentos, cuyo ministerio principal no sólo consiste en suministrar, sino también en entrelazar. Es por ellos y a través de ellos que los muchos miembros son unidos. En cuarto lugar, Efesios 4:16 dice: “Por la función de cada miembro en su medida”. Aparte de la Cabeza, las coyunturas y los ligamentos, están los muchos miembros, las muchas partes, que no son la Cabeza, ni coyunturas o ligamentos. Los ojos, los oídos, la nariz y las manos no son coyunturas ni ligamentos, pero sí son miembros del cuerpo que tienen su función. Cada miembro tiene una función en su medida. Debemos conocer la Cabeza, Cristo. Tenemos que aprender a experimentarle y crecer en Él. Entonces recibiremos algo proveniente de Él. A medida que crecemos en Él y recibimos algo de Él, desempeñamos nuestra función. Es por medio de nuestra función que todo el Cuerpo es edificado.
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