Administración de la iglesia y el ministerio de la palabra, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6813-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-6813-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
La edificación de la iglesia no depende de reconocer que todas las cosas occidentales son mejores. Aun si el ochenta por ciento de las cosas occidentales fueran mejores, al menos veinte por ciento de las cosas orientales también lo son. No debemos pensar que la gente del Occidente siempre está en lo correcto. De otro modo, las iglesias del Lejano Oriente y las iglesias del Occidente no podrían ser edificadas juntas.
Hace un par de días un hermano occidental comentó que varios servidores que viven en la casa de los obreros fueron a una fiesta de cumpleaños a la casa de su familia. Él había invitado a los servidores de la casa de los obreros para celebrar el cumpleaños de su hijo. No debemos introducir costumbres mundanas entre nosotros. Desde que decidimos tomar el camino del recobro del Señor, no hemos celebrado ni una sola fiesta de cumpleaños durante treinta años. No queremos decir que no tengamos falla alguna, pero sí afirmamos que algunos misioneros occidentales deben ser amonestados. Ellos han venido al Oriente para llevar a cabo la obra del Señor, pero a la vez, están dañando dicha obra. El hecho de celebrar el cumpleaños del niño e incluso de extender una invitación a los servidores es un acto de la carne que daña la obra del Señor.
Esto puede alentar incluso a los que viven en la casa de los obreros para que ellos también celebren los cumpleaños de sus hijos. Esto es intolerable. Nos hemos dejado influenciar por los hermanos occidentales en vez de ejercer nuestra influencia sobre ellos. Aquellos que laboran para el Señor deben ser muy cuidadosos. Siempre que recibamos una invitación, debemos enterarnos quién está incluido y cuál es el propósito de dicha reunión. Predicamos la verdad concerniente a no amar al mundo, y deseamos que nadie ame al mundo. Durante los últimos treinta años los colaboradores no han celebrado los cumpleaños de sus hijos ni de sus propios padres. Debemos aprender esta lección a fin de edificar la iglesia. De otro modo, nuestra labor será como un proverbio chino que dice: “Estamos moliendo soya sin hacer tofú”. Nuestra labor será en vano. Por consiguiente, si hemos de descubrir la fuente de todo asunto, no debemos ser orgullosos ni tampoco demasiado humildes.
En una ocasión, antes de invitar a predicar a un hermano occidental, consideramos mucho el hecho de que él había agradecido públicamente a aquellos que le enviaron tarjetas navideñas. Aunque ciertamente yo he recibido cierta ayuda espiritual por medio de este hermano, en este asunto en particular era él quien necesitaba recibir ayuda. Ya que Dios condena la Navidad, si alguien nos envía tarjetas navideñas, no debemos darle las gracias por ello. Este ejemplo muestra que no todas las cosas del Occidente son correctas. Los hermanos occidentales necesitan nuestra ayuda en muchos aspectos. Aunque ellos no han visto claramente la verdad del terreno local de la iglesia, aun así, rechazan ser ayudados en este particular. Incluso debaten y argumentan concerniente al terreno de la iglesia. Esto manifiesta que tienen un sentido de superioridad nacional. A fin de que las iglesias del Oriente y del Occidente puedan ser edificadas, los hermanos del Occidente deben abrirse a esta verdad del terreno de la iglesia. Lo que hemos defendido durante los últimos treinta años, no es cosa de juego. Hemos dado toda nuestra vida para poder tomar este camino. No debemos considerar ligeramente ninguno de los asuntos relacionados con la iglesia. Debemos luchar con desesperación por algunos asuntos cruciales y dejar a un lado otros asuntos. Respetamos los ministerios espirituales procedentes del Occidente, pero no estamos de acuerdo en afirmar que todo lo que proviene del Occidente sea correcto.
Las iglesias están primero que nosotros. Aceptamos a los hermanos occidentales que están entre nosotros, y debemos permitirles que sirvan al Señor. No obstante, debemos aprender a conocer a las personas y a discernir los asuntos. También debemos saber claramente lo que podemos aceptar y lo que debemos rechazar. Tenemos que discernir todos los asuntos, aun tratándose de hermanos o hermanas jóvenes. Debemos promover las cosas que son apropiadas y restringir las que no lo son. El hecho de meramente predicar el evangelio con el fin de salvar pecadores y edificar individualmente a los creyentes, no hará que la iglesia del Señor sea genuinamente edificada. Tenemos que atraer a otros hacia Cristo y ayudarles a ser establecidos y edificados con otros en la iglesia.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.