Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7932-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En 1 Corintios hay muchos versículos que abordan los asuntos de comer y beber. En 1 Corintios 5:8 se nos dice: “Así que celebremos la fiesta”. Una fiesta no es una comida ordinaria como el desayuno. Una fiesta requiere la preparación de una comida especial. El versículo 21 del capítulo 10 también habla de la mesa del Señor. Debemos subrayar los versículos de la Biblia relacionados con comer al Señor. Las palabras fiesta y mesa deben ser resaltadas. Celebramos la fiesta y participamos de la mesa del Señor. Los versículos 3 y 4 dicen: “Todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron de la misma bebida espiritual”, y 12:13 dice: “A todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”. Muchos cristianos carismáticos hablan sobremanera del bautismo en el Espíritu. El bautismo consiste en poner a las personas dentro del agua, pero beber agua es poner el agua dentro de nuestro ser. El bautismo es un acto externo, mientras que beber conlleva un sentido interno. El cristianismo actual es deficiente en el sentido de que muchos hablan sobre el bautismo, pero se niegan a beber. Estos dos aspectos se abarcan en 1 Corintios 12:13. La primera parte de este versículo dice que todos fuimos bautizados en un solo Espíritu. Luego, la segunda parte dice que a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Entre estas dos frases se halla la conjunción y, lo cual indica que éstas son dos cosas diferentes. Ser bautizados en el Espíritu es una cosa, mientras que beber del Espíritu es otra cosa.
Temprano en la mañana, acostumbro tomar una ducha, y después de ducharme me siento a tomar una taza de leche o de té. El caso no es que por haberme duchado, ya no necesito una bebida. Esto es insensato. Si tuviera que escoger entre estas dos cosas, me olvidaría de la ducha y me sentaría a tomar mi bebida. Tal vez esté bien pasar varios días sin tomar una ducha, pero no está bien dejar de beber algo. ¿Preferirían ducharse dos veces al día y nunca tomar nada, o dejar de ducharse y beber algo varias veces al día? Me acongoja ver la insensatez del cristianismo actual. Muchos cristianos no entienden lo que ellos están diciendo. Dado que soy un humilde siervo del Señor, debo ser fiel en decir esto; si no lo hago, los estaría engañando. Si somos honestos y justos cuando leemos 1 Corintios, veremos la necesidad de comer.
La epístola de Pablo toma una actitud negativa hacia los dones. Su palabra con respecto a los dones no es fomentarlos, sino proveer un equilibrio. En este libro Pablo no tiene la intención de alentar a los corintios a que valoren estos dones. Más bien, su carga es equilibrarlos y restringirlos en cuanto a los dones. Los corintios recalcaron demasiado los dones y los usaron en exceso. Muchos cristianos carismáticos citan 14:18, en donde Pablo dice: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros”, pero no citan el siguiente versículo: “Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi mente, para instruir también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” (v. 19). La intención de Pablo no era animarlos a que usaran los dones, sino restringirlos y equilibrarlos. Pablo no dice que los dones sean incorrectos, pero ciertamente los restringe. Pablo dice: “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos en cuanto a las lenguas o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?” (v. 23). Debemos ser honestos y decir que esto no es una palabra de aliento, sino de equilibrio. Pablo añade: “Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es examinado” (v. 24). En este libro la intención de Pablo es restringir el uso de los dones, proveer un equilibrio en los asuntos de comer a Cristo, beber del Espíritu, crecer, ser transformados y ser edificados.
Puede ser que antes de esto nunca hayamos visto que en este libro hay muchos versículos sobre el comer. Pablo dice: “Os di a beber leche” (3:2). Él no sólo enseño a los corintios, sino que los alimentó. Lo que Pablo hizo fue alimentarlos, no darles una enseñanza. Debemos entrar en el espíritu del escritor de este libro. El espíritu de este libro es que los corintios necesitaban alimentarse. Necesitaban alimento, el alimento apropiado, y no conocimiento, habilidades ni dones. Las madres saben que la manera de ayudar a sus niños a crecer no es darles enseñanzas, sino alimentarlos tres o más veces al día. Los bebés deben ser alimentados varias veces al día. Si alimentamos a los niños, ellos crecen. Esto era exactamente lo que Pablo estaba haciendo en este libro. Pablo, como una madre espiritual, estaba alimentando a sus hijos.
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