Información del libro

Estudio-vida de Éxodopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0346-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 1 de 185 Sección 3 de 3

F. La gloria de Dios

El libro de Génesis tiene muchas riquezas, pero allí no vemos la gloria de Dios manifestada entre Su pueblo de una manera palpable. Mientras que en el capítulo cuarenta de Exodo, la gloria de Dios descendió de manera visible y tangible cuando el tabernáculo fue erigido. La gloria de Dios no sólo bajó sobre el tabernáculo, sino que también lo llenó.

G. La caída

Vemos otro contraste entre Génesis y Exodo en cuanto a la manera en que estos dos libros presentan la caída. La Biblia nos muestra distintos aspectos de la caída del hombre. En Génesis la caída fue una caída en rebeldía e idolatría, es decir, el hombre cayó en Babel. Antes de ser salvos, estábamos en Babel, una tierra de rebeldía e idolatría. Pero también estábamos en Egipto, el lugar de la caída descrito en Exodo. Egipto es el país del deleite carnal, el cual esclaviza a la gente. Por consiguiente, en la Biblia, Egipto representa el mundo como el deleite carnal que nos esclaviza. Antes de ser salvos, por una parte estábamos en Babel y por otra en Egipto. Esto significa que estábamos en rebeldía e idolatría y también en el mundo con sus placeres, incluyendo los deportes y los entretenimientos. Los placeres carnales que hay en el mundo tienen como fin satisfacer al hombre natural. Mediante el deleite carnal y mundano, el hombre caído es mantenido en cautiverio bajo Satanás como su faraón. Los hombres caídos son como las personas de Babel y como los hijos de Israel en Egipto. Si nos limitáramos a la línea de Abraham, Isaac y Jacob que consta en el libro de Génesis, solamente veríamos el aspecto de nuestra caída que se describe en Babel. Veríamos la rebeldía y la idolatría, mas no la esclavitud ni el cautiverio producidos por el placer que se halla en el mundo. En la caída del hombre vemos dos líneas. Por una parte, somos Abraham, Isaac y Jacob; por otra, somos los hijos de Israel.

Después de ver tantos contrastes entre Génesis y Exodo, no deberíamos pensar que Exodo es la continuación de Génesis en lo que respecta a nuestra experiencia. Repito: Exodo no es la continuación de la experiencia espiritual de Génesis, sino que revela otro aspecto u otra línea de la experiencia del creyente. La experiencia de Génesis es algo difusa y abstracta, pero la experiencia presentada en Exodo es sólida y concreta. Todos los aspectos de la experiencia de Exodo son sólidos, desde la presencia del Señor como columna hasta la gloria que llena el tabernáculo.

H. Un libro de cuadros

Tanto Génesis como Exodo contienen cuadros que muestran experiencias espirituales que se describen en el Nuevo Testamento. Sin embargo, los cuadros presentados en Génesis no son tan definidos como los de Exodo. De principio a fin, Exodo es un libro de cuadros. Por ejemplo, tanto Faraón como la tierra de Egipto son cuadros. Faraón tipifica a Satanás, y Egipto el aspecto rico y productivo del mundo (el aspecto pecaminoso del mundo es representado por Sodoma). A Egipto lo riega el Nilo y produce pepinos, ajos, puerros y cebollas. En los años en que los hijos de Israel vagaron por el desierto, se quejaron de la falta de estos alimentos, pues estaban acostumbrados a comerlos en Egipto. Allí los israelitas disfrutaban bastante los productos egipcios, pero en el desierto, sólo tenían maná para comer. Esto es un cuadro.

Recuerde al leer el libro de Exodo que no está leyendo simples palabras, sino que está mirando cuadros. La celebración de la Pascua y la muerte de los primogénitos por parte del ángel destructor constituyen cuadros. Mientras todos los primogénitos de Egipto fueron muertos, los hijos de Israel disfrutaban de paz, descanso y seguridad al comer el cordero pascual en sus casas bajo la cubierta de la sangre. ¡Qué maravilloso cuadro! El hecho de que Faraón y sus ejércitos persiguieran a los israelitas también constituye un cuadro de Satanás y sus huestes de ángeles rebeldes persiguiendo a los redimidos de Dios. Al llegar al libro de Exodo, vemos un televisor celestial. En éste, vemos cuadros de nuestra propia redención y salvación. Faraón y su ejército persiguieron a los hijos de Israel hasta el mar Rojo y allí fueron ahogados. Sin embargo, los israelitas caminaron triunfalmente por el mar. En ninguna otra parte de la Biblia encontramos este cuadro.

Vemos más cuadros en el llamamiento de Moisés. Cuando Dios llamó a Moisés, primero le dio una visión de una zarza que ardía sin ser consumida (3:2-4). Moisés no pudo escaparse del llamamiento de Dios, y expresó su preocupación de que los hijos de Israel no le creerían ni lo escucharían (4:1). Por tanto, Dios le dijo que echara su vara al suelo. Cuando Moisés lo hizo, ésta se convirtió en serpiente. Pero cuando Moisés tomó la serpiente por la cola, volvió a ser una vara (4:2-4). Entonces el Señor mandó que Moisés pusiera su mano en su pecho. Cuando Moisés sacó la mano de su pecho, se había vuelto leprosa como la nieve (4:6). El Señor le pidió que volviese a meter la mano en el pecho, y cuando lo hizo, su mano estaba sana como la otra (4:7). Después de mostrar estas señales a Moisés, las cuales habían de ser pruebas para los hijos de Israel de que el Señor verdaderamente se le había aparecido, el Señor dijo: “Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra” (4:9). Esta era una señal más.

Estas señales son muy significativas. La zarza denota nuestro hombre natural. El hecho de que la zarza se quemaba sin consumirse indica que cuando Dios nos llama, El no procura usar nuestro hombre natural.

La vara representa un apoyo que no es Dios. La vara que se hace serpiente revela que todo lo que esté fuera de Dios y en lo cual nosotros confiemos, es una serpiente, el diablo. Por tanto, si usted confía en su cónyuge, éste es una “serpiente”. Sucede lo mismo con su educación o su cuenta bancaria. Cuando obedecemos al Señor y arrojamos la vara, ésta se convierte en serpiente. Pero Dios no quiere que echemos la vara para siempre. Cuando El lo pida, debemos volverla a tomar por “la cola”. Debemos asir nuestra educación o nuestra cuenta bancaria por “la cola”.

El hecho de que la mano de Moisés se haya vuelto leprosa indica que en nuestra carne no hay nada bueno; nuestra carne es la corporificación de la lepra. Si nos tocamos a nosotros mismos, llegamos a ser leprosos.

Finalmente, el cambio de las aguas del Nilo en sangre significa que el deleite que se tiene del mundo es muerte.

Estas señales indican que Dios no usará nuestro hombre natural, que todas las cosas en que confiamos fuera de Dios son Satanás, que nuestra carne es leprosa, y que el deleite que tenemos del mundo es muerte. Estos son algunos cuadros que constan en Exodo. Dicho libro contiene otros cuadros relacionados con el mar Rojo, el maná, el agua que brota de la peña herida, y el tabernáculo con su mobiliario.

II. EL PANORAMA GENERAL

El panorama general de Exodo muestra primeramente cómo los hijos de Israel fueron esclavizados en Egipto (1:8-14). Luego revela que los hijos de Israel fueron redimidos y salvos (12:27; 14:30). Después de ser redimidos y salvos, el Señor los condujo al desierto (13:17-18, 21, 22; 17:1; 19:1-2; 40:36-38). Fueron guiados por la columna de nube y por la columna de fuego. Además, el maná caía del cielo, y el agua viva fluía de la peña herida. Los hijos de Israel en sus jornadas fueron conducidos finalmente por el Señor al monte Sinaí donde recibieron una revelación del propósito eterno de Dios, el cual consiste en obtener Su morada en la tierra (25:8-9, 40). Después de recibir esta revelación, construyeron el tabernáculo para que fuese la habitación de Dios (39:32; 40:2, 34-35).

Exodo no es solamente un libro que relata cómo los israelitas salieron de Egipto, sino un libro de redención, suministro, revelación y edificación. El éxodo de Egipto fue simplemente el comienzo. Después vienen el suministro, la revelación y la edificación.

LA IDEA CENTRAL

La idea central de Exodo consiste en que Cristo es la redención, la salvación y el suministro del pueblo de Dios y el medio para que ellos adoren y sirvan a Dios a fin de que sean juntamente edificados para que se reúnan, comuniquen y moren mutuamente con El. Vemos a Cristo en todo el libro de Exodo. El como la Pascua es el medio de nuestra redención. Como la gran salvación del pueblo de Dios, El nos salva de las manos de Faraón, es decir, de Satanás. Como el maná y el agua viva, El es nuestra provisión de vida. Además, el mar Rojo representa la muerte de Cristo en la cual somos bautizados (1 Co. 10:2). Romanos 6:3 declara que los que han sido bautizados en Cristo son bautizados en Su muerte.

En Exodo, Cristo representa muchas cosas más: la columna de nube y la columna de fuego, las setenta palmeras y las doce fuentes de aguas en Elim, y el tabernáculo con todo su mobiliario. Mediante el tabernáculo y su mobiliario el pueblo redimido de Dios pudo servirle y adorarle. Esto indica que Cristo es el medio por el cual servimos a Dios y lo adoramos. El pueblo escogido de Dios debe ser edificado como una sola entidad, el tabernáculo, donde Dios y el hombre se reúnen, se comunican y moran. En Cristo nosotros y Dios, Dios y nosotros, somos edificados juntamente, nos reúnimos y constituimos una morada. Esta es la idea central del libro de Exodo.

IV. LAS SECCIONES

Podemos hacer un bosquejo sencillo de las secciones de Exodo. Dicho libro está organizado en cinco secciones: fueron esclavizados (1:1-22), redimidos y salvos (2:11— 5:21), guiados (15:22—18:27), recibieron la revelación (19:1—34:35), y construyeron el tabernáculo (35:1—40:38). Con esta introducción delante de nosotros, examinaremos los detalles de este libro en los mensajes siguientes.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top