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Economía neotestamentaria de Dios, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-252-9
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CAPITULO DIECINUEVE

EL ESPIRITU QUE UNGE

Lectura bíblica: 1 Jn. 2:20-27; 3:24; 4:2, 13; 5:5-12; Jud. 20-21

Primera Juan 2:20-27 nos revela la enseñanza de la unción divina, la cual es para que permanezcamos en el Dios Triuno.

EL ESPÍRITU QUE UNGE,
EL CUAL LOS CREYENTES RECIBIERON
DEL SANTO

Juan nos dice que los creyentes recibieron del Santo el Espíritu que unge (v. 20). Juan también nos encargó que permaneciéramos en el Señor por medio de esta unción (v. 27). Si no tuviésemos esta unción sería imposible permanecer en el Señor. La unción es como un interruptor que nos permite encender las luces. Si el interruptor está apagado, todo está en oscuridad, pero si el interruptor está encendido, todo está en luz. Todos necesitamos estar llenos de la unción. Según la gramática, la palabra “unción” es un sustantivo de acción, un derivado verbal. Esta clase de sustantivo siempre implica una acción. La unción es el mover del Espíritu dentro de nosotros.

Los incrédulos no tienen la unción, pero nosotros como creyentes regenerados poseemos esta unción. Tenemos algo dentro de nosotros que es difícil designar o darle un título. Hay algo en nosotros que se mueve y actúa de una manera delicada. Es algo parecido a la sensación muy confortable, agradable, dulce y delicada que experimentamos cuando un aceite suavizante se frota en nuestra mano o en nuestra cara. Una clase de mover o acción siempre está ocurriendo dentro de nosotros, aliviándonos, confortándonos, regándonos, apoyándonos, sosteniéndonos y nutriéndonos. Esto es la unción. Esto es el mover o el actuar de esta Persona maravillosa: el Espíritu, como el Hijo, con el Padre. Este es el que se mueve y actúa, y que alivia a todo el ser de usted desde su interior.

JESUS, CRISTO, EL HIJO, EL PADRE
Y LA VIDA ETERNA

Primera Juan 2:20-27 también nos revela que Jesús es Cristo y que Cristo es el Hijo y el Padre. La totalidad de Jesús, de Cristo, del Hijo y del Padre, es la vida eterna. El versículo 22 nos dice que el anticristo niega que Jesús es el Cristo. El apóstol Juan escribió tal versículo debido a la herejía de Cerinto, un heresiarca sirio de descendencia judía que vivió en el primer siglo y fue educado en Alejandría. Su herejía fue una mezcla de judaísmo, gnosticismo y cristianismo. El dijo que el hacedor (el creador) del mundo era diferente de Dios y representó al hacedor como un poder subordinado. El enseñó la cristología adopcionista (el adopcionismo), diciendo que Jesús llegó a ser el Hijo de Dios por medio de ser exaltado a un estado que no era suyo por nacimiento, negando así la concepción de Jesús por el Espíritu Santo. En su herejía, él separó al hombre terrenal, Jesús, considerado como el hijo de José y María, del Cristo celestial. También enseñó que después de que Jesús fue bautizado, Cristo como una paloma descendió sobre El, y que después El anunció al Padre desconocido e hizo milagros. Cerinto enseñó que al final de Su ministerio Cristo se marchó de Jesús, y Jesús sufrió la muerte en la cruz y resucitó de entre los muertos, mientras que Cristo permaneció separado como un ser espiritual. Según Cerinto, Cristo se unirá de nuevo al hombre Jesús a la llegada del reino mesiánico de gloria. Básicamente, Cerinto negó que Jesús es Cristo y que Jesús es Dios. Negar la divinidad, o sea, la Deidad de Jesús es una gran herejía.

Primera Juan 2:20 al 22 nos dice que si uno niega que Jesús es el Cristo, está negando al Hijo y al Padre. Luego, el versículo 23 nos dice que si uno niega al Hijo, no tiene al Padre, y si confiesa al Hijo, tiene al Padre. Después, el versículo 25 nos dice que Dios nos prometió la vida eterna. Estos versículos nos muestran que Jesús es Cristo, que Cristo es el Hijo y que el Hijo siempre está con el Padre. Cuando Jesús, Cristo, el Hijo y el Padre son agregados esto es la vida eterna. La vida eterna es el agregado de Jesús, Cristo, el Hijo y el Padre. La vida eterna es esta Persona maravillosa. Al sumarse, Jesús, Cristo, el Hijo, el Padre y la vida eterna, constituyen el Espíritu agregado y todo-inclusivo.


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