Visión la práctica y la edificación de la iglesia como cuerpo de Cristo, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7643-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La Biblia revela de manera clara y cabal que lo que Dios ha estado haciendo en las generaciones anteriores, lo que continúa haciendo ahora y lo que hará en el futuro no es otra cosa que realizar plenamente Su filiación en nosotros y sojuzgar al enemigo, lanzar fuera a la serpiente. Esto se hará a través de la iglesia y mediante la iglesia. Actualmente, en cuanto a la filiación, estamos bajo un proceso, y en cuanto a sojuzgar al enemigo, estamos en una batalla. No sólo estamos en un proceso, sino también en una batalla, luchando todo el tiempo. A veces somos derrotados; no hay duda de esto. Al luchar, a veces ganamos y a veces perdemos. Sin embargo, no se desanimen. A veces una derrota tiene por finalidad una futura victoria. Es por esto que dije que, en los primeros días, cuando veía que alguien era derrotado, me lamentaba, pero actualmente, cuando veo que alguien es derrotado, digo: “¡Alabado sea el Señor! Esto es una preparación para una victoria más adelante”.
A la postre, no seremos derrotados; seremos victoriosos. La victoria será nuestra, no del enemigo. Tengo esta certeza. ¿Piensa usted que Satanás será victorioso? No, nosotros los que estamos en Cristo seremos victoriosos. ¿Cree usted en la derrota o cree en la victoria? En los pasados años muchos queridos santos han venido a mí para discutir, diciendo: “Hermano Lee, nunca lo vemos sintiéndose triste. Siempre se ve alegre. Esto es muy extremo”. Les dije a éstos: “Si ustedes argumentan a favor de sentirse triste, finalmente perderán el caso. Si no lo pierden hoy, lo perderán mañana. Si no lo pierden en esta generación, lo perderán en la próxima generación. Si no lo pierden en esta era, tengo la certeza de que lo perderán en la eternidad. Cuando venga Apocalipsis 21, ustedes perderán el caso a favor de sentirse triste”. No hay necesidad de que estemos tristes. Siempre debemos estar alegres y alabando al Señor. Incluso una derrota es una preparación para una victoria más adelante. Permitan que el enemigo intente derrotarnos; finalmente, él será derrotado.
¿Qué clase de Biblia tiene usted? Debe decir: “Yo tengo una Biblia de victoria”. Esto es un libro de victoria, y no un libro de derrota. ¿Cuántos libros de la Biblia tiene? ¿Acaso sólo tiene sesenta y cinco libros, sin Apocalipsis? Podría mostrarme lo que se menciona en 2 Timoteo 4 acerca de la decadencia de la iglesia, pero yo le diría: “Mire Apocalipsis”. Usted podría mostrarme nuevamente la condición pobre de las iglesias en Apocalipsis 2 y 3, pero no sólo hay tres capítulos en Apocalipsis; hay veintidós. Prosiga desde el capítulo 3 hasta que llegue al capítulo 21. En aquel tiempo se proclamará el Aleluya universal. Todo el universo clamará: “¡Aleluya, victoria!”.
En esta Biblia tenemos el Antiguo y el Nuevo Testamento. Un testamento es algo que ha sido logrado y entregado a nosotros como un documento de herencia. Sencillamente lo aceptamos. Nuestra victoria es un elemento contenido en el testamento. A los ojos del Señor, Satanás ya ha sido derrotado. Esto es un hecho; es un asunto decidido. Si tenemos esta previsión y percepción, cada día cantaremos: “Aleluya”. En cuanto a la iglesia, no existe diferencia alguna entre una derrota y una victoria. Incluso una derrota tiene por finalidad una victoria. Tenemos que decirle a Satanás: “Satanás, aun tu victoria es una preparación para nuestra victoria. Nunca podremos ser derrotados. Finalmente, tú serás el que sufre la derrota. No me importa cuánto ataques y cuánto daño ocasiones. El Señor Jesús dijo en Juan 2:19: ‘Destruid este templo, y en tres días lo levantaré’. Mientras más destruyas, más el Señor edificará. La destrucción que tú traes es sólo una preparación para la obra de edificación del Señor”. Necesitamos una visión acerca de cuánto el Señor utilizará la iglesia para derrotar a Su enemigo y subyugar y recobrar toda la tierra. Un día esto se logrará.
El tercer elemento del propósito que Dios tiene con respecto a la iglesia consiste en reunir en Cristo bajo una cabeza todas las cosas. Esto es el elemento de mayor importancia. En términos positivos, el primer elemento del propósito de Dios, la filiación, es para la iglesia. En términos negativos, el segundo elemento, el de sojuzgar al enemigo, es para el enemigo. En términos universales, el tercer elemento, el de reunir en Cristo bajo una cabeza todas las cosas, es para toda la creación. Es imprescindible que la iglesia tenga la filiación, es preciso que Satanás sea sojuzgado y lanzado fuera, y es esencial que toda la creación sea reunida bajo una cabeza. Cuando toda la creación sea reunida bajo una cabeza, será librada de la vanidad y de la esclavitud de corrupción, y será introducida en la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Estos tres elementos principales —uno para la iglesia, otro para el enemigo y otro para toda la creación— son verdaderamente asuntos de gran importancia.
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