Lecciones de vida, tomo 2por Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-294-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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1) “El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para partir el pan” (Hch. 20:7).
Partir el pan es comer la cena del Señor para hacer memoria del Señor quien murió por nosotros (1 Co. 11:20, 23-25). Esta debe ser la primera clase de reunión regular para nosotros los que hemos sido redimidos por la muerte del Señor. Para detalles, véanse las siguientes dos lecciones.
1) “Si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados...” (Mt. 18:19-20).
Aquí el Señor está hablando acerca de la oración en una reunión. Esta clase de oración es más poderosa que la oración de un individuo, siendo capaz de atar en la tierra lo que ha sido atado en el cielo, y desatar en la tierra lo que ha sido desatado en el cielo (Mt. 18:18).
2) “Todos éstos perseveraban unánimes en oración, con las mujeres...” (Hch. 1:14).
De nuevo aquí, la oración de una reunión es mencionada. Esta fue la oración que trajo la bendición del derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés.
3) “Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios ... Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios” (Hch. 4:24-31).
Aquí dice que en aquellos días cuando los discípulos sufrían persecución, ellos se reunieron para orar de común acuerdo. Tal clase de oración hizo que fueran llenos exteriormente del Espíritu Santo y que hablaran con denuedo la palabra de Dios.
4) “Pero la iglesia hacía ferviente oración a Dios por él” (Hch. 12:5); “donde [la casa de María] muchos estaban reunidos orando” (12:12).
En el día en que Pedro fue encarcelado, la iglesia oró fervientemente por él, y un número considerable estaba reunido en la casa de una hermana, orando específicamente por él. Esa oración hizo que Dios llevara a cabo un gran milagro, liberando a Pedro de la prisión.
1) “Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación, tiene lengua, tiene interpretación. Hágase todo para edificación” (1 Co. 14:26).
La reunión mencionada aquí es para el ejercicio de los dones espirituales y para la edificación mutua. En esta clase de reunión, no debe haber una persona especial que hace una cosa específica, sino que todos deben ejercitar los dones espirituales: uno tiene salmo, otro tiene enseñanza, otro tiene revelación, uno hace esto y otro hace aquello. Cada uno puede participar con el fin de la edificación en general, y de edificar a otros en particular.
1) “Y reuniendo a la multitud, entregaron la carta [escrita por los apóstoles y los ancianos en Jerusalén]; habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación” (Hch. 15:30-31).
Aquí dice que cuando Pablo y sus compañeros llegaron a Antioquía, reunieron a los santos para leerles la carta escrita por los apóstoles y los ancianos de Jerusalén bajo la dirección del Espíritu Santo. Por lo tanto, algunas veces necesitamos también reunirnos para leer la palabra de Dios en la Biblia.
1) “Estando nosotros reunidos ... Pablo conversaba con ellos, habiendo de salir al día siguiente” (Hch. 20:7).
En aquel día, los creyentes en Troas se reunieron para escuchar el discurso de Pablo concerniente a las cosas espirituales de Dios, para que ellos pudieran ser edificados y establecidos. Por consiguiente, algunas veces debemos reunirnos también para escuchar los mensajes espirituales hablados mediante el ministro del Señor, el cual ministra la palabra por Dios, para que nosotros seamos edificados y establecidos.
1) “Porque donde están ... congregados en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mt. 18:20).
Lo más crucial en la reunión de los creyentes es estar congregados en el nombre del Señor. Esto significa que tenemos que reunirnos en el nombre del Señor. Puesto que somos del Señor y fuimos salvos por Su nombre, debemos congregarnos únicamente en ese nombre y reunirnos en ese nombre. No debemos congregarnos en, ni reunirnos en, ningún otro nombre, ya sea el nombre de un individuo, de un cuerpo colectivo, de una misión o de una denominación.
2) “Y [1] perseverando [2] unánimes [3] cada día [4] en el templo, y partiendo el pan [5] de casa en casa” (Hch. 2:46).
Este versículo nos revela que debemos primero reunirnos con perseverancia; en segundo lugar, reunirnos unánimes; en tercer lugar, reunirnos diariamente; en cuarto lugar, reunirnos en un lugar grande (tal como el templo) y en quinto lugar, reunirnos de casa en casa, esto es, reunirnos en cada hogar.
3) “Toda la iglesia se reúne en un solo lugar” (1 Co. 14:23).
Por un lado, la iglesia debe reunirse continuamente en los hogares de los creyentes; por otro, algunas veces es también necesario que toda la iglesia se reúna en un solo lugar. Las reuniones de hogar individuales, que deben ser regulares, y las reuniones en un solo lugar, que deben tener lugar según la necesidad, tienen sus propios beneficios y sabor. Así que, la iglesia debe tener regularmente reuniones de hogar individuales y debe reunirse en un solo lugar cuando surja la necesidad.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.