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Vivir necesario para la edificación de las reuniones de grupos pequeños, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-251-2
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Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 8 Sección 4 de 4

PRACTICANDO EL ANDAR POR EL ESPIRITU
EN NUESTRA VIDA DIARIA

Hace sesenta años que yo soy salvo. Yo leí libros de muchas diferentes escuelas de cristianos. Cada escuela tenía su propia teoría y práctica, y yo probé y practiqué todas ellas. Al fin yo vi que la Biblia nos muestra sólo un camino, y aquel camino es andar no conforme a la carne, sino conforme al espíritu en nuestra vida diaria.

Cuando despertamos en la mañana, por muy ocupados que estemos, debemos dedicar unos pocos minutos para tener un tiempo con el Señor. Debemos abrirnos al Señor y decir: “Señor, vengo para tener contacto contigo. Tú eres mi vida y mi todo. Hoy no estoy aquí para vivir mi moralidad. Estoy aquí para vivir a Cristo. No quiero actuar meramente conforme a mi conciencia. Yo quiero actuar conforme al espíritu”. Después que ustedes oren, tal vez leerán unos pocos versículos. Luego en su vida diaria deben simplemente practicar el tener un andar que es conforme al espíritu.

A menudo Dios permite que nuestras esposas e hijos u otros asuntos vengan y nos molesten. Ellos están allí para probar si en realidad vivimos en el espíritu, o si vivimos por nosotros mismos. A veces si nuestras esposas nos molestan un poco, empezamos a ejercitar nuestra paciencia. Esto no es mas que el desarrollo de nuestra virtud luminosa y el cultivo de nuestro comportamiento. Debemos ver que toda cosa que nos pase es para que aprendamos a volvernos a nuestro espíritu. No nos importa el desarrollo de la virtud luminosa; tampoco nos importa el cultivo de nuestro comportamiento. Si el espíritu no quiere moverse, nosotros no nos movemos. Sólo sabemos andar conforme al espíritu.

A veces cuando logramos ser pacientes, nos sentimos muy orgullosos de nosotros mismos. Pensamos que hemos tenido éxito por nuestro esfuerzo y que hemos logrado algo. Pero cuando nos volvemos al espíritu, somos iluminados. Nos damos cuenta de que aunque hemos logrado cultivar un buen comportamiento, no hemos vivido a Cristo. Aunque logramos ejercitar nuestra paciencia, no andamos conforme al espíritu.

En el pasado ciertos santos han venido a mí, diciendo: “O Hermano Lee, ¡usted es maravilloso! Usted ha hecho una obra tan maravillosa para el Señor!” Cuando oí esto, me sentí como los querubines. Sentí como si tuviera seis alas con las cuales irme volando. Aunque yo dije con mi boca: “Esto no es de mí; todo es la obra del Señor”; en realidad fui yo totalmente. No fue Cristo; no fue el andar conforme al espíritu. Después que confesé esto delante del Señor, aprendí la lección y no me atrevía a ser tan orgulloso. Todos somos así. Cuando otros nos alaban un poco, estamos en los cielos, pero cuando otros nos critican un poco, estamos en el infierno. No podemos resistir alabanza ni soportar reproche. Debemos ejercitarnos para andar conforme al espíritu y no ser molestados por nada más. No debemos ser distraídos ni por la alabanza ni por el reproche de otros. Sólo debemos prestar atención al andar en el espíritu.

LAS RIQUEZAS DE VIDA
Y EL RESPLANDECER DE LA VERDAD
PARA EL FORTALECIMIENTO
DE LAS REUNIONES DE LOS GRUPOS PEQUEÑOS

Hoy día como cristianos, a fin de fortalecer las reuniones de los grupos pequeños, debemos tener las riquezas de vida; y a fin de tener las riquezas de vida, debemos ejercitarnos para andar conforme al espíritu. No debemos ser movidos cuando el viento es favorable, y no debemos ser impedidos cuando el viento es desfavorable. No debemos ejercitar la paciencia, ni debemos ejercitar el dominio propio. Debemos andar solamente conforme al espíritu. No debemos vivir la ética o la moralidad; sólo debemos vivir al Cristo que es el Espíritu.

Si ustedes andan conforme al espíritu todo el día, seguramente serán llenados con gozo y exultación por dentro. Espontáneamente, rebosarán de alabanzas y acción de gracias. Dirán al Señor: “Señor te adoro. Tú eres verdaderamente mi vida y mi todo día tras día. Señor, Tú eres verdaderamente mi disfrute. Puede ser que mi esposa me dé un mal rato, pero eso no me toca. Puede que me esté alabando, pero no me conmuevo. Señor, sólo deseo andar conforme al espíritu”.

Si tenemos esta clase de vivir, cuando llegue el tiempo de reunirnos y todos estemos congregados, nuestras reuniones serán una expresión de nuestra vida diaria. No debemos venir a las reuniones para actuar. Las reuniones son un testimonio de nuestra vida diaria. Si desde la mañana hasta el anochecer somos guiados por el Espíritu, espontáneamente salmos y alabanzas saltarán dentro de nosotros, y cuando asistamos a las reuniones continuaremos siendo guiados por el Espíritu en oración, alabanza y acción de gracias.

Este es el aspecto de vida. Más tarde añadiremos a éste el aspecto de la verdad. Necesitamos ser ricos en vida y resplandecientes en la verdad. Entonces cuando una persona se siente en nuestras reuniones, será conmovida y será alimentada. Los que son ricos en vida y resplandecientes en la verdad espontáneamente llegarán a ser el núcleo de las reuniones de los grupos pequeños, y llegarán a ser las riquezas, la fuerza, la frescura, la viveza, el poder atractivo y el poder sostenedor para los grupos pequeños. Es de esta manera que las reuniones de los grupos pequeños son fortalecidas.

Por esta razón no estamos de acuerdo en que una persona haga todo el hablar mientras otros escuchan en todas las reuniones semana tras semana, mes tras mes, y año tras año. Espero que las reuniones grandes nos proporcionen alguna ayuda, para que todos los santos puedan ser perfeccionados y equipados para buscar el crecimiento en vida y edificación en la verdad. Entonces, mientras llegamos a ser personas saturadas con vida y equipadas con la verdad, a cualquier reunión de los grupos pequeños que asistamos, nosotros llegaremos a ser las riquezas, la fuerza, la frescura, la viveza, la atracción y el sustento para aquella reunión. Esto es mi esperanza y esto también es la revelación de la Biblia.

Espero que todos los hermanos y hermanas vean esto. No estamos aquí para una religión; no estamos aquí para practicar la ética o enseñar moralidad; y no estamos aquí para estar de acuerdo con tradiciones o costumbres. Estamos aquí hoy para vivir a Cristo. Nuestro trabajo no es desarrollar la virtud luminosa. Nuestro deseo es simplemente vivir una vida que anda conforme al espíritu.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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