Living Stream Ministry

LA PRÁCTICA DE TENER COMUNIÓN
EN UN GRUPO PEQUEÑO

Según nuestra situación actual existe una necesidad urgente de la luz de la verdad y el suministro de vida en los grupos pequeños; no se necesita tanto proveer explicaciones a fondo. En nuestra práctica de los grupos pequeños, necesitamos tener la luz de la verdad y el suministro de vida.

Cuando llegamos a una reunión de grupo no debe haber ninguna formalidad. La reunión puede empezar de cualquier manera. Si la silla en que usted está sentado no es cómoda, puede sentarse entonces en un banquito. En un grupo pequeño no es necesario hablar con formalidad ni guardar rituales y métodos religiosos. Cuando nos reunamos, debemos saludarnos unos a otros espontáneamente y tener un espíritu de preocupación mutua, enseñanza mutua y cuidado mutuo. Podemos decir: “Gracias al Señor, hoy tenemos dos santos más que la vez pasada”. Otro santo podría decir: “Sí, yo estoy muy agradecido al Señor. La vez pasada vine y probé lo dulce que es la comunión entre los santos, y por eso estoy aquí otra vez”. Luego, un santo de más experiencia podría añadir: “Gracias al Señor, nuestra comunión la vez pasada fue muy dulce”, y podría después continuar orando de esta manera: “Señor, te doy gracias porque este hermano vino la semana pasada y fue conmovido por Ti y recibió Tu gracia”. De esta manera, espontáneamente todos empezarán a orar. El hermano que recibió la gracia del Señor podría entonces orar y decir que recibió mucha ayuda la vez pasada al leer un pasaje de Romanos. Ésta es una buena oportunidad para profundizar en la verdad de la Biblia conforme a su necesidad.

A fin de buscar la verdad en comunión durante una reunión de grupo pequeño, podemos usar la Versión Recobro tanto como se necesite. El propósito de leer la Versión Recobro es ayudar a los santos a entender la Biblia, a ver la luz que está en la verdad y a recibir el suministro de vida. Esto depende de nuestra labor en la Palabra. Por consiguiente, antes de la reunión debemos leer detenidamente el pasaje de las Escrituras que vamos a leer ese día junto con las notas de pie de página y los mensajes del Estudio-vida que corresponden a ese pasaje.

Podemos practicar con Romanos 1:1-4. En la reunión podemos leer el bosquejo correspondiente a este pasaje y después leer el texto. Durante la reunión de grupo tal vez sólo tengamos tiempo para leer cuatro versículos, pero en nuestra preparación debemos preparar más versículos. No es necesario que leamos las notas, ni que recitemos los versículos de memoria. Lo único que necesitamos es recordar el pensamiento contenido en esos versículos. Después de leerlos, algunos santos podrían compartir sobre el contenido de dichos versículos, y luego los santos de más experiencia podrían añadir una breve explicación de los versículos. Entonces podría haber oración sobre el contenido de los versículos, de esta manera: “Señor, ciertamente te agradecemos. Tú eres el tema del evangelio. El evangelio no es acerca del cielo ni del infierno, sino acerca de Ti mismo. Según la carne, Tú eres el Hijo del Hombre, y de hecho, eres un hombre. Pero según el Espíritu de santidad, Tú resucitaste de entre los muertos y fuiste designado Hijo de Dios. Por lo tanto, eres el Hijo de Dios. Tú eres Dios”.

El propósito de las notas de pie de página es que seamos equipados. Por consiguiente, debemos estudiar las notas detenidamente. Si alguien en la reunión de grupo pequeño pregunta qué significa el Espíritu de santidad, podemos explicar, pero no como si estuviéramos conduciendo un estudio. También podemos decirles a los santos que si desean saber más, pueden adquirir una copia de la Versión Recobro y estudiarla.

A fin de usar los mensajes del Estudio-vida, debemos prepararnos antes de la reunión para saber cuáles puntos deben recalcarse y cuáles no. Por ejemplo, el mensaje 2 del Estudio-vida de Romanos trata sobre el evangelio de Dios. Supongamos que leemos el primer párrafo en la reunión. Al llegar a la parte donde dice: “El Cristo presentado en los cuatro Evangelios andaba entre los discípulos, pero el Cristo descrito en el libro de Romanos se halla dentro de nuestro ser”, debemos aprovechar la oportunidad para decir unas tres o cinco frases que fortalezcan este punto. Podríamos decir: “Después de que Cristo murió y resucitó, llegó a ser el Espíritu vivificante que mora en nuestro espíritu”; o podríamos escoger otro párrafo del mensaje que habla de Cristo y leerlo juntos para recalcar la vida y no la verdad. En este caso, podríamos decir a los demás: “El libro de Romanos nos muestra que el Señor Jesús hoy no es el mismo que estuvo con Pedro, Jacobo y Juan. Él ahora es una persona que pasó por la muerte y la resurrección y llegó a ser el Espíritu vivificante para morar en nosotros y ser nuestra vida de manera práctica. Compartimos con Él una misma vida y un mismo vivir”. Luego todos los santos podrían tener comunión con base en el párrafo del mensaje que se leyó.

Después de tener comunión, podríamos dar un resumen de unas tres o cinco frases, diciendo: “Las palabras de Pablo en ese pasaje son un hablar cristalizado. Nos muestran que nuestro precioso Señor Jesús es un hombre en la carne. Él es también Dios con divinidad. Él experimentó el vivir humano, murió, resucitó y llegó a ser el Espíritu vivificante para morar en nosotros. Esperamos que después de esta comunión todos lo vivamos a Él cada día, tomándolo como nuestra vida, teniendo comunión con Él diariamente, y expresándolo en nuestro vivir”. Todos los que asistan a esa reunión nunca se olvidarán de este resumen.