Visión del edificio de Dios, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6775-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-6775-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
El Arca es el único contenido del Lugar Santísimo (Éx. 40:20-21). Esto significa que en el lugar más santo de la presencia de Dios lo único que encontramos es el Cristo de Dios, quien es la corporificación misma de Dios. La experiencia que tenemos en el Lugar Santísimo no es otra que la experiencia de este Cristo. En el Lugar Santo experimentamos a Cristo como alimento, luz e incienso fragante, pero en lo profundo del Lugar Santísimo podemos experimentar a Cristo como el Arca del Testimonio, es decir, como un Cristo más profundo y rico. Dentro del Arca se halla el testimonio de Dios, la ley de Dios (25:16, 21). Este testimonio que estaba dentro del Arca representa a Dios de una manera total. Dios no podía permitir que una imagen lo representara, puesto que en dado caso los israelitas habrían adorado esta imagen como a un ídolo. Por esta razón, Dios dio la ley, la cual es Su retrato que lo explica y define. El hecho de que la ley estuviera dentro del Arca significa que la plenitud de la Deidad habita corporalmente en Cristo (Col. 2:29). El Arca tipifica a Cristo, y la ley dentro del Arca tipifica la corporificación de Dios. Por lo tanto, en el Lugar Santísimo encontramos a Cristo como corporificación de Dios.
Es menester que experimentemos a Cristo no sólo como vida, luz e incienso, sino también como la corporificación de Dios. Un creyente de sólo un año de convertido puede experimentar a Cristo como vida, pero aún no está muy consciente de Cristo como corporificación de Dios. Quizás sepa que Cristo es Dios, pero no lo haya experimentado mucho como corporificación de Dios. Sin embargo, cuanto más experimentemos a Cristo como nuestro alimento, luz y olor fragante a Dios, más empezaremos a tener la profunda sensación de que estamos experimentando a Dios mismo en Cristo. Cristo no es simplemente vida, luz e incienso fragante, sino que es Dios mismo. Cuanto más experimentemos a Cristo, más percibiremos que este Cristo a quien experimentamos es la propia corporificación de Dios. Él es la plenitud de Dios y el testimonio Dios. La ley que estaba oculta dentro del Arca significa que nosotros necesitamos conocer profundamente a Cristo como la realidad de Dios.
Muchos de nosotros hemos tenido numerosas experiencias de Cristo como alimento, vida, luz e incienso, pero no muchos han experimentado a Cristo como la corporificación de Dios. Es sumamente difícil explicar esta experiencia tan profunda.
Usemos como ejemplo uno de los mandamientos de la ley, el testimonio de Dios. Consideremos el mandamiento de amar a otros. Aparentemente éste es un mandamiento que Dios nos da; pero si estamos en el Lugar Santísimo, comprenderemos que esto en realidad no es un mandamiento, sino un elemento de lo que Dios es en Cristo. El amor por otros es la esencia misma del ser de Dios. Si captamos esta realidad y participamos de ella, espontáneamente llevaremos una vida en la cual amamos a otros. No nos esforzaremos más por obedecer el mandamiento de amar, sino que éste vendrá a ser una realidad en nuestra vida. Éste es un ejemplo muy sencillo acerca de experimentar a Cristo como la corporificación de Dios.
En el Lugar Santo disfrutamos a Cristo de muchas maneras, pero una vez que experimentamos el quebrantamiento del yo, de la carne, entramos en el Lugar Santísimo. Entonces llegamos a conocer la realidad de Dios en Cristo. En lugar de disfrutar solamente a Cristo, tendremos la comprensión de lo real que es Dios en Cristo en todo aspecto. Esto es algo más profundo. A partir de esta experiencia, todo lo que hagamos y expresemos será fácil y espontáneo. No nos esforzaremos por guardar ningún mandamiento, pues habremos tocado la realidad de Dios en Cristo.
Es en el Lugar Santísimo junto a esta Arca que nos reunimos con Dios. Hablando con propiedad, Dios no se reúne con nosotros en el altar de bronce ni en el lavacro, ni tampoco en la mesa del pan de la Presencia, ni en el candelero ni en el altar del incienso; Dios únicamente se reúne con nosotros en un lugar: en la cubierta expiatoria (Éx. 25:21-22). Es allí que comprendemos lo real que Dios es para nosotros en Cristo. Es por medio de esta profunda comprensión que hallamos absoluto reposo. En la cubierta expiatoria no disfrutamos a Cristo simplemente como esto o aquello, sino como la corporificación de Dios, en quien está toda la plenitud de Dios.
Antes de entrar en el Lugar Santísimo, un cristiano necesita ser librado de todas las cosas negativas, a saber: la idolatría, los pecados y la mundanalidad. Luego, después de experimentar los aspectos positivos relacionados con la justicia, debe proseguir a disfrutar a Cristo en el Lugar Santo. Finalmente, debe abandonar el yo y la carne a fin de entrar en el Lugar Santísimo para experimentar la plenitud de Dios en Cristo. En el Lugar Santísimo no sabemos, ni nos importa, saber otra cosa que no sea Dios en Cristo. De ningún modo nos distraeremos con los ídolos ni nos dejaremos enredar por los pecados ni caeremos en la mundanalidad; y definitivamente seremos librados de nuestro yo. Simplemente disfrutaremos a Dios, quien se hace tan real para nosotros en Cristo.
La experiencia que tenemos de la cruz y de la obra purificadora del Espíritu Santo tiene que ver con el aspecto negativo. Entonces debemos proseguir a experimentar el aspecto positivo: Cristo como alimento, vida y el todo para nosotros. Sin embargo, esta experiencia aún es superficial si la comparamos con la experiencia que tenemos de Dios como la realidad misma en Cristo. Ésta es la experiencia más profunda. Cuando experimentamos el Arca y el Lugar Santísimo, somos librados de todas las demás cosas; no nos importa nada más; Dios en Cristo lo es todo. La señora Guyón dijo que la realización de las experiencias espirituales finalmente nos llevará al punto en que nos perderemos en Dios. Sólo Dios en Cristo por medio del Espíritu será el todo para nosotros como nuestra realidad.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.