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Lo ilimitado y todo-inclusivo que es Cristopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3946-9
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LO QUE SON LAS RIQUEZAS DE CRISTO

Ahora quiero hablar un poco de lo que son las riquezas de Cristo. Hoy en día los pastores y predicadores en el cristianismo mayormente dicen que Cristo, quien es el Hijo de Dios, se encarnó y, debido a que amó a los pecadores, murió por nosotros en la cruz, resucitó al tercer día y luego ascendió a los cielos. Lo que ellos dicen es correcto, pero no le da a la gente la impresión de que Cristo es rico y que Sus riquezas son inescrutables. Lo que se predica hoy en el cristianismo no les puede dar a la gente esta impresión. No obstante, la predicación de Pablo sí le dio a la gente tal impresión. Por la misericordia del Señor, esperamos que el recobro del Señor también dé a las personas esta impresión.

Entonces, ¿qué son las riquezas de Cristo? En estos últimos años muchos hermanos y hermanas han estado estudiando el Nuevo Testamento y todos han visto algo. En las últimas dos reuniones, por ejemplo, hemos expuesto lo que Cristo es y lo que Él ha logrado. Lo que Él es, es muy rico. Podemos enumerar algunos aspectos: Él es Dios, el Dios completo, esto es, el Padre, el Hijo y el Espíritu; Él es el Dios Triuno; Él es Jehová, Aquel que no tiene principio ni fin y que es existe en Sí mismo y para siempre; Él es el gran Yo Soy. Jehová es Yo Soy, y todo lo demás en el universo no es. Las cosas existen temporalmente, pero poco después dejan de ser; sólo existen por el día de hoy. Él es el Único que era, que es y que será. Él es también el Creador, el Dios omnipotente. La palabra Dios en hebreo es Elohim, que quiere decir el todopoderoso y fiel. Además, Él es el Ángel del Señor que es enviado para cuidarnos. Hasta cierto punto todos hemos experimentado estos puntos.

Cristo también es un hombre; y esto es algo aún más complicado. Como hombre, Él fue concebido del Espíritu Santo. El Espíritu Santo entró en el vientre de la virgen María para producir esta concepción. Cristo nació como un hombre con dos naturalezas, la naturaleza humana y la naturaleza divina, debido a que Su concepción involucró a Dios y al hombre. Fue un gran misterio que Él poseyera ambas naturalezas, la divina y la humana. Esta persona especial era un “súper-hombre”. La sangre que Él derramó era sangre humana, la cual lo capacitó para ser la propiciación por nuestros pecados. No sólo eso, sino que como Hijo de Dios, Él poseía divinidad; la divinidad ilimitada y todo-inclusiva llegó a ser la eficacia de Su sangre. Por tanto, Su sangre puede redimir a todas las personas, y la redención que logró fue una redención eterna e infinita. Si Él solamente hubiera sido un hombre perfecto, Su sangre hubiera redimido solamente a una persona, no a millones; pero ya que es Dios, lo ilimitado y eterno que es Dios estaba dentro de Él. Por lo tanto, Su sangre llegó a ser una sangre eterna.

Las riquezas de Cristo también incluyen el vivir humano completo por el cual Él pasó. Él dijo: “Venid a Mí todos los que trabajáis arduamente y estáis cargados, y Yo os haré descansar” (Mt. 11:28). ¿Cómo pudo decir tales palabras? Fue debido a que Él, siendo manso y humilde, pasó por el vivir humano. Podemos venir a Él y tomarlo como vida. Cuando entramos en Él, el elemento de Su vivir humano llega a ser nuestro elemento. Esto también es parte de Sus riquezas.

Como ya hemos visto, Su muerte fue todo-inclusiva porque cuando Él murió en la cruz, Él murió con siete estatus. Su muerte fue una muerte que no sólo tenía un solo aspecto, sino que muchos. Cuando Él murió, quitó nuestros pecados, nuestros hechos pecaminosos; anuló nuestro pecado, nuestra naturaleza pecaminosa; y destruyó a Satanás y anuló la muerte; eliminó al viejo hombre, le puso fin a la vieja creación; y abolió todas las diferentes prácticas, costumbres y ordenanzas que existían entre las personas. Además, por el lado positivo, cuando murió Él liberó la vida divina que estaba dentro del cascarón de Su humanidad. Por medio de esto, podemos ver que Su muerte fue una muerte todo-inclusiva y la podemos disfrutar. La muerte de Cristo que predica la mayoría de los cristianos, parece tener un solo aspecto, que Él fue crucificado por nuestros pecados y castigado por Dios a nuestro favor a fin de que nosotros no sufriéramos un castigo eterno. Sin embargo, de acuerdo con a la revelación de la Biblia, la muerte de Cristo es muy rica y tiene muchos aspectos.

Cristo también resucitó. Esto no quiere decir que Él se fue a acostar en la tumba, durmió por tres días y súbitamente salió del Hades. Es así como lo entendíamos antes. Pero esto no es lo que significa la resurrección. Si usted estudia la Biblia de forma cabal, verá que cuando Él fue clavado en la cruz y estaba muriendo, Su Espíritu dentro de Él fue activado. Era como un grano de trigo que es sembrado en tierra. Mientras el cascarón está deteriorándose en el suelo, la vida dentro de él es activada y comienza a crecer. Cuando Cristo estaba muriendo en la cruz, Su cuerpo pasó a través de la muerte, pero Su Espíritu dentro de Él se activó. Al tercer día, Él no se escapó de la muerte; más bien, Él vivía y, por el crecimiento de esta vida, salió de la muerte. Su resurrección también fue Su obra y poder. Nosotros frecuentemente tenemos problemas, cargas y sufrimientos; por esto oramos mucho, y mientras más oramos, más entramos en el Espíritu; mientras más entramos en el Espíritu, más tocamos a Cristo. Este Cristo que está dentro de nosotros, tiene como resultado la muerte y la resurrección; y éste es el disfrute que tenemos de Su muerte y Su resurrección.

Además, Él ascendió. No podemos agotar nuestro hablar con respecto a todos estos aspectos. En Efesios 3 Pablo parece decir: “A mí, Pablo, se me ha dado gracia y he recibido el ministerio de anunciarles las riquezas inescrutables de Cristo. Yo no anuncio el judaísmo ni tampoco les anuncio el Antiguo Testamento, sino que les anuncio a Cristo, una persona viviente. Él era Dios y también hombre, y Él era hombre y también Dios. Él fue el único quien creó y redimió; se hizo carne y pasó a través del vivir humano; entró en la muerte y en Su muerte Él hizo varias obras. También resucitó y en Su resurrección logró una obra aún más grandiosa. Todos éstos son los elementos de Sus riquezas”.

El Evangelio de Juan menciona muchos puntos de Cristo como el Yo Soy: Yo soy la vida, Yo soy la luz, Yo soy el pan de vida, Yo soy la puerta, Yo soy los pastos verdes, Yo soy el buen Pastor, Yo soy el Cordero de Dios. En 1 Corintios hay numerosos puntos de lo que Cristo es, tales como la sabiduría de Dios, la justicia de Dios, la santificación de Dios, el poder de Dios, las profundidades (las cosas profundas) de Dios, nuestro alimento, nuestra agua viva, el postrer Adán, el segundo hombre y el Espíritu vivificante en resurrección.


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