Conocer la vida y la iglesiapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8903-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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¿Dónde está la vida? La vida está en aquellos que creen en Él. Esto es absolutamente cierto, pero ¿cómo entra la vida en el hombre? Necesitamos ver que la vida es la luz del hombre. Salmos 36:9 dice: “Porque contigo está la fuente de la vida; / en Tu luz vemos la luz”. Por favor, recuerde que la vida está en la luz y que esta vida es la luz del hombre. Donde la luz resplandece, allí viene la vida. Donde viene la vida, el Espíritu también está allí. Donde el Espíritu esté, allí está Cristo. Donde Cristo esté, allí está Dios. Donde Dios esté, allí está la vida. La vida está en la luz.
¿Dónde está la luz? La luz está en la palabra de Dios. Las palabras que el Señor nos habla son espíritu y son vida (Jn. 6:63). Ministramos la palabra de Dios porque esperamos que la palabra de Dios entre en todos los hombres. Tan pronto como la palabra de Dios entra en el hombre, ésta viene a ser luz. Una vez recibimos la luz interiormente, obtenemos la vida. Cuando la luz es recibida por el hombre, llega a ser vida. Además, la vida es el Espíritu, el Espíritu es Cristo y Cristo es Dios. Esto no es una teoría, sino una realidad espiritual. El que ha experimentado esto se postrará en adoración y dirá amén.
Siempre que tocamos la palabra del Señor, la palabra llega a ser la luz en nosotros, y la palabra llega a ser la vida que satisface nuestra hambre. Sentimos que estamos comiendo de la grosura y bebiendo del río de Sus delicias, e interiormente estamos llenos de la presencia de Dios, llenos del suministro de Cristo y llenos del Dios Triuno. Por consiguiente, cuando la palabra de Dios opera y comienza a hacer efecto en nosotros y si le obedecemos de buena voluntad, de inmediato somos llenos de luz, de vida, de la presencia del Espíritu, de Cristo y de Dios. De esta manera, cuando la gente tiene contacto con nosotros, percibe en nosotros a Dios, a Cristo, al Espíritu, la vida, la luz y la palabra de Dios. Siempre deberíamos tener presente que la vida es Dios, que Dios está en Cristo, que Cristo es el Espíritu, que el Espíritu es vida, que la vida es la luz y que la luz procede de la palabra de Dios.
Cuando tenemos comunión con el Señor en la mañana, a veces tenemos la sensación de haber recibido una palabra de parte de Dios. A veces la palabra parece tangible, y habla claramente en nosotros; otras veces la palabra parece más intangible, como si apenas fuese una sensación. Independientemente de su forma, es la palabra de Dios. Tan pronto recibimos interiormente una palabra así, de inmediato obtenemos la luz. Esta luz es el mover del Espíritu, y redunda en que somos llenos de vida. De esta manera, interiormente percibimos a Dios, a Cristo y al Espíritu, e interiormente estamos llenos de vida y luz. Cuando las personas nos abordan, tienen el sentir de que están tocando a Dios, a Cristo, al Espíritu, la vida y la luz. Por consiguiente, si podemos o no podemos tocar, contactar y obtener la vida dependerá de la manera en que manejemos la palabra de Dios y de cómo tengamos contacto con ella.
A menudo recibimos una palabra de Dios, la cual es producto del mover del Espíritu en nosotros, y tiene como propósito que contactemos y toquemos la vida. Pero ¿cómo manejamos esta palabra? Mucha gente escucha los mensajes, pero no toca la palabra de Dios. Muchas personas leen la Biblia, pero no oyen la palabra de Dios. Algunos leen libros espirituales, pero nunca tocan al Señor. Esto se debe a que ellos desobedecen e ignoran al Señor, e incluso alegan y discuten con Él. Es por esta razón que la luz de ellos se pierde, y que la vida y Cristo desaparecen.
Esto no sólo sucede en nuestro vivir diario; a menudo tenemos esta clase de experiencia en la reunión del partimiento del pan. Si el Espíritu en nosotros nos da una palabra o una sensación de que debemos abrir nuestra boca y alabar al Señor, deberíamos recibir esta palabra y abrir nuestra boca y alabar al Señor. De este modo, recibiremos la luz interior, y esta luz es la vida, el Espíritu, Cristo y Dios. Cuando respondemos a esta sensación y ofrecemos alabanzas al Señor, sentimos la satisfacción de la vida, la dulzura de Cristo, la presencia de Dios y el mover del Espíritu. Aun después de irnos a casa, interiormente continuamos sintiendo la dulce presencia de Dios.
Lamentablemente, mucha gente tiene una sensación, una palabra sin forma, pero no están dispuestos a obedecer. En vez de ello, interiormente se ponen a razonar, pensando: “El Señor quiere que me levante para alabar y orar, pero si mi oración no es buena, mi desprestigiaré y seré un hazmerreír”. Cuando ellos comienzan a razonar, la luz en ellos desaparece, y la vida, Cristo y Dios también desaparecen. Como resultado, durante la reunión del partimiento del pan ellos se sienten vacíos e insatisfechos interiormente. Cuando se van a casa, siguen estando vacíos y no pueden tocar a Dios, y se van a dormir con esta sensación de vacío. A la mañana siguiente cuando se levantan, sienten que Dios está muy lejos de ellos. Su comunión interior no será restaurada a menos que confiesen delante de Dios: “Oh Señor, perdóname. Aquel día Tú me diste una palabra en la reunión del partimiento del pan, pero no te obedecí”.
Por consiguiente, si queremos tocar la vida, necesitamos la palabra, la sensación que el Espíritu nos da. Tal sensación es la palabra viva de Dios. Aunque es silenciosa, ciertamente es una palabra viviente. Deberíamos aceptarla y obedecerla. Si hacemos esto, la palabra en nosotros llegará a ser luz. Ésta luz es la vida, Cristo, Dios y el Espíritu. Si todos practicáramos de esta manera, podríamos tocar a Dios todos los días. Ésta es la manera de tocar a Dios, y el que toca a Dios de esta manera es bendecido. Ser bendecido es tener la vida de Dios como una realidad espiritual.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.