Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7932-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En los capítulos anteriores vimos el edificio de Dios. Todo edificio debe tener un solar. Sin un solar, no se puede edificar. En este capítulo veremos cuál es el solar para la edificación de la iglesia. En el Nuevo Testamento el solar único para la edificación de la iglesia es la unidad única. Esta unidad única es el solar, el terreno, donde edificamos la iglesia.
Tanto en los Evangelios como en las Epístolas se habla de la unidad. La primera mención de la unidad en el Nuevo Testamento es hecha por el Señor mismo en Juan 10:16, donde dice: “También tengo otras ovejas que no son de este redil; es preciso que las guíe también, y oirán Mi voz; y habrá un solo rebaño, y un solo Pastor”. La versión King James traduce la última parte de este versículo 16 usando palabras traducidas al español así: “Habrá un solo redil, y un solo pastor”. La última mención de la palabra redil es en realidad la palabra griega traducida “rebaño”. Un redil es un lugar para guardar el rebaño. No tiene nada que ver con la vida. Es un lugar de refugio o un área vallada donde se protege el rebaño. No obstante, el rebaño no es un lugar. El rebaño es algo de vida. El rebaño es la colectividad de todas las ovejas.
Hoy la enseñanza errónea del cristianismo tradicional dice que la iglesia es un redil. Por ejemplo, algunos dicen que un disidente es una persona que está alejada del redil. Esta enseñanza es totalmente incorrecta. Un redil es una religión. El judaísmo era un redil. Antes que el Señor Jesús viniera, Dios usó la ley como un redil para mantener guardado a Su pueblo (Gá. 3:23). No obstante, cuando vino el Señor Jesús, Él abrió la puerta de la ley, la puerta del judaísmo, no solamente para que la gente entrara, sino también para que saliera.
Juan 10:9 dice: “Yo soy la puerta; el que por Mí entre, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”. Debemos ser muy cuidadosos al manejar la palabra del Señor. El orden que sigue las palabras de este versículo es muy importante. Dice que el que es salvo “entrará, y saldrá”. ¿Qué significa entrará? Algunos han dicho que esto alude a entrar en el cielo. Si esto fuera cierto, entonces la frase siguiente: saldrá, significa que alguien puede salir del cielo.
La puerta mencionada en el versículo 9 no es la puerta a los cielos. Cuando yo era joven, me enseñaron que en Juan 10 Jesús era la puerta por la cual entramos en los cielos, pero ésta es absolutamente una enseñanza errónea. En Juan 10 Jesús no es la puerta de los cielos; Él es la puerta del redil, el cual es el judaísmo.
Antes que el Señor Jesús viniera, Dios usó la ley como un redil para mantener guardado a Su pueblo. Aun en el Antiguo Testamento, Cristo era la puerta para que el pueblo de Dios entrara en el redil. David, Isaías, Jeremías y todos los profetas entraron en el redil por medio de Cristo. Ellos eran el pueblo de Dios, las ovejas de Dios. En el Antiguo Testamento Cristo era la puerta por la cual todo el pueblo de Dios entraría al judaísmo para que fuesen mantenidos allí. Entonces en Juan 10, Cristo vino como la puerta para que todas estas ovejas salieran del redil del judaísmo. Cristo era la puerta por la cual Su pueblo entra, y Él es la puerta por la cual Su pueblo sale. Primero entramos en el redil, y luego salimos.
En el versículo 16 el Señor Jesús dijo: “Tengo otras ovejas que no son de este redil”. Fuera de la religión judía, Dios tiene otras ovejas: los creyentes gentiles. Dios tiene Sus escogidos entre los gentiles. Ellos, así como aquellos en el judaísmo, son Sus ovejas. El Señor introduce a estos dos grupos de ovejas no en un solo redil, sino en un solo rebaño.
El judaísmo es un redil, y hoy casi todas las denominaciones también son rediles. Hoy el Señor Jesús es la puerta, no para que entremos en los cielos, sino para que nos salgamos de las denominaciones. El Señor Jesús es la puerta que nos conduce fuera del redil. La iglesia, no obstante, no es un redil. La iglesia no es un lugar; la iglesia es un Cuerpo viviente, una colectividad viviente de ovejas. Por tanto, la iglesia es el rebaño.
El rebaño necesita el redil durante la noche, en el tiempo de invierno o durante una tormenta. En esas ocasiones el rebaño necesita de un refugio. Ésta es la función del redil. Pero durante el día, en la primavera o en tiempos pacíficos, el rebaño no permanece en el redil. Durante estos tiempos el rebaño sale del redil y se va al pasto. El pasto es Cristo. Cristo es tanto la puerta como el pasto. Cristo es la puerta por la cual salimos del redil para poder disfrutar el pasto, el cual es también Cristo mismo.
¿Se halla usted en la noche, en el tiempo de invierno o en un tiempo tormentoso? Hoy yo puedo testificar que no me hallo en la noche; me hallo en el día. No me encuentro en el tiempo de invierno; me encuentro en la primavera. Por tanto, no necesito ningún redil. Jesús fue mi puerta, y he salido del redil por medio de Jesús. Ahora me hallo en los pastos comiendo de Jesús. Éste es un cuadro de la iglesia. La iglesia no es un redil; la iglesia es un rebaño. Este rebaño está en los pastos comiendo y masticando la hierba tierna. Cada reunión de una iglesia local hace que nos alimentemos de la hierba tierna y verde. Estamos en los pastos, no en un salón de clases ni en un redil.
Si permanecemos en los rediles, ¿cómo podemos ser uno? En Juan 10:16 el Señor Jesús dijo que Él tenía otras ovejas que no eran de ese redil. Esto significa que además del redil del judaísmo había otros rediles. Hay muchos rediles, pero el rebaño es uno solo. Hoy ya no estoy en el redil; estoy en los pastos. ¿Dónde está usted? Si está en el redil, usted está dividido de mí. Alguno puede invertirme esta imputación y decir: “No, usted está dividido de mí”. Quizás esté dividido de usted, pero es porque yo estoy en los pastos. Estar separado de otros por estar en los pastos está bien, pero estar dividido de otros por estar en los rediles está mal. Si nos hallamos en uno de los rediles, estamos equivocados. Si nos hallamos en los pastos, estamos en lo cierto.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.