Terreno genuino de la unidad, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3873-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Ahora abordaremos el asunto en cuanto a discernir el lugar que Dios escogió. El primer principio consiste en que el lugar escogido por Dios no debe tener ningún nombre aparte del nombre de Dios y de Cristo. Todo lugar que tenga un nombre aparte del nombre de Cristo, no es el lugar escogido por Dios. En Deuteronomio 12 Dios le ordenó al pueblo que destruyera todos los lugares y borrara todos los nombres de aquellos lugares. No les estaba permitido conservar ninguno de esos nombres. No obstante, el único lugar escogido por Dios era el lugar donde el Señor había puesto Su propio nombre. Por tanto, el lugar al que tenemos que ir es el único lugar donde el Señor ha puesto Su nombre. Por esta razón, cuando nos reunimos en la iglesia, lo hacemos únicamente en el nombre del Señor Jesucristo. En Mateo 18 el Señor Jesús habla acerca de congregarnos en Su nombre. Siempre que nos reunimos, debemos entrar en Su nombre. No debemos adoptar tales nombres denominacionales como metodista, episcopal, presbiteriano, luterano o bautista. Todos esos nombres deben ser destruidos.
El segundo principio es que el único lugar escogido por Dios debe ser la habitación de Dios, la morada de Dios. Efesios 2:22 nos ayuda a entender el significado de este principio para nosotros hoy en día. Este versículo nos dice que la morada de Dios es nuestro espíritu. Esto significa que el lugar mismo que Dios escogió es nuestro espíritu. Por tanto, discernimos el lugar escogido por Dios por el nombre y por el espíritu humano. Hoy la habitación de Dios está en nuestro espíritu.
Supongamos que no atendemos o que no hacemos caso del espíritu y que, en su lugar, vivimos en la esfera de la mente, la parte emotiva y la voluntad. Esto haría difícil que otros reconocieran el hecho de que estamos en el lugar que Dios escogió. El lugar que Dios ha escogido es el espíritu. En la vida de iglesia no debemos ser conocidos ni catalogados por la expresión de nuestras opiniones, sino por el ejercicio del espíritu. Ir al lugar de la habitación de Dios equivale a ir al espíritu.
En tercer lugar, el lugar que Dios ha escogido es un lugar de disfrute. En Deuteronomio 12 se usa la palabra comer varias veces. El versículo 7 indica que en el lugar que Dios escogió es el lugar donde comeremos. En el versículo 18 vemos que se debía comer el diezmo del fruto de la buena tierra y las primicias de las ovejas y de las vacas delante del Señor, en el lugar que Él escogió. Estas referencias en cuanto al comer aluden a un disfrute. Por tanto, el lugar que Dios ha escogido es un lugar lleno de disfrute. Si en cierto lugar no percibimos el disfrute del Señor, debemos preguntarnos si es el lugar que Dios ha escogido o no. ¿Dónde encontramos las riquezas de Cristo tipificadas por el fruto de la buena tierra? En la época de las fiestas anuales, las riquezas de la buena tierra se hallaban en el monte de Sión que estaba en Jerusalén. Según el mismo principio, por medio de nuestro disfrute de las riquezas de Cristo, hoy podemos discernir el lugar que Dios escogió. El lugar que Dios escogió se caracteriza por este disfrute.
Finalmente, el lugar que Dios ha escogido es un lugar de regocijo. Deuteronomio 12:12 y 18 hablan de regocijarnos delante del Señor. Esta alegría se relaciona con el hecho de comer las primicias y de los primerizos. Alegrarse no es simplemente ser feliz. Es posible ser feliz silenciosamente, pero para estar alegres debemos expresar algo o aclamar con júbilo. La casa de Dios es un lugar lleno de regocijo. El lugar donde se congrega Su pueblo no debe ser solamente un lugar de gozo, sino también de regocijo.
En esta porción de la Palabra tenemos cuatro maneras de discernir si una iglesia es apropiada y genuina. Una iglesia genuina es donde está el único nombre, el nombre de Cristo. Además, en este lugar prevalece el espíritu humano, se disfruta de las riquezas de Cristo y nos regocijamos delante del Señor. Cuando las riquezas de Cristo llegan a ser nuestro disfrute, estamos espontáneamente llenos de gozo y nos regocijaremos. Por tanto, en la vida de iglesia tenemos el nombre del Señor y el ejercicio del espíritu. También disfrutamos de las riquezas de Cristo y nos regocijamos en el Señor. Éste es el lugar que Dios escogió, o sea, el único lugar que Él ha escogido para guardar la unidad.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.