CAPÍTULO SIETE

LA RESURRECCIÓN TODO-INCLUSIVA
DE CRISTO

Lectura bíblica: Jn. 11:25; 10:17-18; Hch. 10:41; 2:24; 3:15; Mr. 2:8; Lc. 23:46; He. 2:14; Col. 2:15; 1 P. 3:18b-19; Fil. 3:10a; Ro. 6:9; Ef. 2:6; 1 Co. 15:45; Hch. 13:33; Ro. 8:29b; 1 P. 1:3; Ro. 8:9-11; Éx. 30:23-25; Ef. 3:8; Ro. 8:13b; 1 Jn. 2:20, 27; Fil. 3:10

Como seres humanos, para mantenernos saludables necesitamos tomar los alimentos apropiados y las medicinas apropiadas. Hoy en día existen muchos estudios científicos acerca de los alimentos y las medicinas a fin de ayudar a la gente a estar sana y mantenerse saludable. La Biblia nos dice que en nuestra vida cristiana, la Palabra de Dios es alimento (Mt. 4:4; Jer. 15:16) y medicina para nosotros (Pr. 4:20-22). En 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito, Pablo habló de la sana enseñanza (1 Ti. 1:10; 2 Ti. 4:3; Tit. 1:9; 2:1), de las sanas palabras (1 Ti. 6:3; 2 Ti. 1:13) y de un hablar sano (Tit. 2:8). El término sano implica el asunto de vida. La sana enseñanza con las sanas palabras y un hablar sano ministran a otros la Palabra como el suministro de vida, así nutriéndolos o sanándolos. Ya que la Palabra es nuestro alimento y medicina, necesitamos hacer un estudio científico de ella que nos ayude a estar sanos y mantenernos saludables en nuestra vida cristiana. Específicamente, necesitamos hacer un estudio científico del Espíritu todo-inclusivo, quien está compuesto de los elementos de la muerte todo-inclusiva y la resurrección todo-inclusiva de Cristo.

Hemos visto que el Espíritu todo-inclusivo es tipificado por el ungüento compuesto que se menciona en Éxodo 30:23-25. Este ungüento es un compuesto de cinco elementos. El aceite de oliva es el elemento básico que representa al único Dios. Este elemento está compuesto de otros cuatro elementos que tipifican varios aspectos de la muerte y resurrección de Cristo. Éxodo es un libro de tipología. Si no entendemos los tipos, no podemos entender el libro de Éxodo. El faraón, Egipto e incluso todas las calamidades que Dios usó para castigar al faraón, eran tipos. Necesitamos entender las verdades de la Biblia por medio de su tipología.

Uno de los grandes tipos de la Biblia es el del ungüento compuesto mencionado en Éxodo 30. Necesitamos hacer un estudio científico de este maravilloso tipo del Espíritu todo-inclusivo. Debido al estudio científico de los alimentos y las medicinas, hoy en día la gente es más saludable y vive más. Casi todas las medicinas que se usan en los Estados Unidos se han estudiado científicamente. El estudio del Espíritu todo-inclusivo con los elementos de la muerte y la resurrección de Cristo nos ayuda en verdad a estar sanos en la vida cristiana. En esta serie de mensajes sobre la vida cristiana, queremos presentar todo lo que hemos extraído de la Palabra en nuestro estudio científico.

En realidad, las cosas orgánicas son totalmente misteriosas y van más allá de nuestro entendimiento natural. Todo lo relacionado con nuestra vida física es misterioso, pero estudiar los elementos de nuestra vida física nos ayuda a mantenernos saludables. Es lo mismo con la vida vegetal. Si estudiamos la vida vegetal, podemos hacer lo necesario para mantener las plantas saludables. Queremos tener un estudio científico de los elementos de la vida divina para que estemos sanos en la vida cristiana. En este mensaje queremos ver los puntos cruciales acerca de la resurrección todo-inclusiva de Cristo.

I. LA RESURRECCIÓN VENCE LA MUERTE

La vida puede ser sojuzgada por la muerte, pero la resurrección vence la muerte; así que, la resurrección es más fuerte que la vida. Debemos examinar tal afirmación. ¿Fue sojuzgada la vida del Señor Jesús? Si usted me dice que sí, le diré que no; y si usted me dice que no, le diré que sí. Si la vida de Jesús no fue sojuzgada, ¿cómo fue posible que lo mataran? En Hechos 3:15 Pedro les dijo a los varones de Israel que ellos habían matado al Autor de la vida. Vemos que fue posible sojuzgar la vida del Señor Jesús, porque lo mataron. Sin embargo, finalmente Él no quedó sojuzgado. Por tres días Él fue sojuzgado temporalmente, pero después de esos días no lo fue. Aparente, visible y físicamente, Él fue sojuzgado. Pero intrínseca, invisible y espiritualmente, no lo fue.

Al ser crucificado, Él despojó a todos los principados y potestades mencionados en Colosenses 2:15. Además, mientras estaba sepultado físicamente en la tumba, Su espíritu estaba muy activo. Después de morir en la carne, Cristo todavía seguía activo en Su espíritu para proclamar a los espíritus encarcelados, a los ángeles rebeldes, la victoria de Dios sobre Satanás por medio de Él (1 P. 3:18b-19). Mientras el cuerpo de Cristo estaba sepultado en la tumba, Él estaba activo en Su espíritu en el Hades, así que no había sido sojuzgado. Finalmente, Él venció la muerte, y la muerte fue sojuzgada. Él salió de la muerte. Así que, por un lado, Él fue sojuzgado por la muerte; pero por otro, la muerte no lo sojuzgó.