Estudio-vida de Ezequielpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6480-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Si usted es uno de los que andan recto hacia adelante, tiene que tener mucho cuidado de andar conforme a la dirección del Espíritu. Ezequiel 1:12 dice: “Adondequiera que iba el Espíritu, andaban ellos”. Seguir al Espíritu es la responsabilidad del que anda derecho hacia adelante; ésta no es la responsabilidad del que anda hacia atrás o hacia el costado. Si el que anda recto hacia adelante no se ocupa de seguir la dirección del Espíritu, esto perjudicará la coordinación.
Por ejemplo, es correcto que un hermano debe tener el ministerio de predicar el evangelio y que otro debe tener el ministerio de pastorear. Pero es necesario tener la dirección del Espíritu con respecto al tiempo para predicar el evangelio y el tiempo para pastorear. Cuando es tiempo de que la iglesia lleve adelante el ministerio de predicar el evangelio, el hermano que tenga este ministerio debe tomar la delantera bajo la dirección del Espíritu, y toda la iglesia debe seguirle y ser uno con este hermano. Aquellos que tienen un ministerio diferente o desempeñan una función diferente deben coordinar al andar hacia atrás o hacia el costado.
A veces, cierto hermano debe tomar la delantera con respecto a moverse en cierta dirección. Sin embargo, debido a que es un hermano humilde por naturaleza, él vacila y no toma la delantera con la debida determinación. Esto hace que la iglesia se retrase y carezca de dirección para avanzar. En otras ocasiones, alguien que no debiera estar al frente toma la delantera. Esto daña la vida de iglesia. Cuando es tiempo de que usted tome la delantera, hágalo con determinación. Cuando es tiempo de que otros tomen la delantera, aprendan a andar hacia atrás o hacia el costado. Esto permitirá que la iglesia avance de la mejor manera.
Ahora debemos considerar el resultado, el fruto, de la coordinación de los cuatro seres vivientes: los carbones encendidos y las antorchas ardientes. Todos debemos tener la semejanza de seres vivientes, la semejanza de hombre y la semejanza de carbones encendidos y antorchas encendidas.
Ezequiel 1:13 dice: “En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, tenían la apariencia de carbones de fuego encendidos, la apariencia de antorchas; el fuego iba de un lado a otro entre los seres vivientes y era resplandeciente; y del fuego salían relámpagos”. Aquí vemos que el fruto de la coordinación de los seres vivientes es que ellos se convierten en carbones encendidos. Hay un fuego que arde entre ellos y dentro de ellos. Debido a que son personas en coordinación, Dios viene como fuego, y cada uno de ellos se convierte en un carbón encendido.
¿Cómo podemos saber si en una iglesia local determinada hay la coordinación apropiada? Sabemos esto por medio de la presencia de los carbones encendidos. Si no hay carbones encendidos en cierta iglesia, allí no hay coordinación. Allí donde hay coordinación, con certeza habrá carbones encendidos.
En la coordinación nos encendemos unos a otros. Usted me enciende a mí, y yo lo enciendo a usted. Sin embargo, si estamos aislados de los santos y no asistimos a las reuniones, no seremos carbones encendidos; más bien, seremos carbones fríos y negros. El principio espiritual es que nos encendemos los unos a los otros. Con base en mi experiencia puedo testificar que cuanto más coordinamos juntos, más nos encendemos unos a otros. El resultado, el fruto, de la coordinación es que todos llegamos a ser carbones encendidos.
El fuego de los carbones realiza por lo menos tres cosas. Primero, incinera todo lo negativo. Si algo es puesto sobre un montón de carbones ardientes, ello será incinerado. Si tenemos la coordinación apropiada en la iglesia, tendremos el fuego que incinere cosa tales como la mundanalidad, la carne, los intereses personales, los objetivos propios, el orgullo, las opiniones y toda jactancia. Toda clase de cosa negativa será incinerada mediante la coordinación. Todo lo que no corresponda a Dios y a la naturaleza de Dios será incinerado por el fuego santificador y purificador de los carbones encendidos, y únicamente permanecerá lo que es de Dios. Ésta es la condición apropiada de la vida de iglesia.
Segundo, el fuego de la coordinación nos hará personas fervientes, intensamente ardientes. En lugar de ser personas frías o tibias, todos estarán encendidos y serán ardientes. Cuando otros vengan a la iglesia, comprenderán que no podrán permanecer a menos que estén dispuestos a encenderse. La coordinación trae consigo el verdadero ardor, el fervor genuino. Este fuego no le permitirá ser como la iglesia en Laodicea, la cual era tibia, carecía de fervor y no estaba encendida.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.