Servicio neotestamentario, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7392-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Cuando los fariseos vieron que los saduceos fueron silenciados por Jesús, un erudito entre ellos intentó tentarle con otra pregunta. “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?” (v. 36).
Jesús le respondió al intérprete de la ley: “‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente’. Éste es el grande y primer mandamiento. Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos pende toda la ley y los profetas” (vs. 37-40).
Cuando el Señor respondió de esa manera, ninguno de los que le habían hecho preguntas tenía nada más que decir. Finalmente, todos fueron silenciados. No importa qué pregunta le hacían al Señor, Él era más sabio que ellos.
Después de estas cuatro preguntas, el Señor les hizo una pregunta a ellos: “Estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. Él les dijo: ¿Pues cómo David en el espíritu le llama Señor, diciendo: ‘Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a Mi diestra, hasta que ponga a Tus enemigos bajo Tus pies’? Pues si David le llama Señor, ¿cómo es hijo suyo? Y nadie le podía responder palabra; ni se atrevió nadie desde aquel día a preguntarle más” (vs. 41-46).
Aquellos que intentaban enredar al Señor habían hecho preguntas acerca de la religión, la política, la fe y la interpretación de las Escrituras. La primera pregunta estaba relacionada con la religión: ¿qué autoridad tienes? ¿Cuál es Tu religión? La segunda pregunta estaba relacionada con la política, si tenían que pagar impuestos o no al Imperio romano. La tercera pregunta era una pregunta relacionada con la fe o con las creencias. ¿Qué crees acerca de la resurrección? Y la última pregunta estaba relacionada con la interpretación de las Escrituras. ¿Cómo interpretas la Biblia?
Hoy hay muchas personas que dedican casi todo su tiempo a estos cuatro asuntos. Ellos están trabajando para la religión, la política, las creencias o la fe y la interpretación de las Escrituras. No obstante, muy pocas personas se interesan por el Cristo viviente. Muchas personas se preocupan por todos los diferentes problemas, pero no están interesados en Cristo. La situación actual es muy similar a la que existía cuando el Señor Jesús estaba en la tierra.
El Señor Jesús les preguntó a aquellos que le estaban haciendo preguntas: “¿Qué pensáis acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?”. Ellos tenían el conocimiento correcto de las Escrituras; respondieron que era Hijo de David. Ellos tenían las Escrituras, pero Cristo mismo estaba en su presencia, y ellos estaban luchando en contra de Él. Ellos tenían la Biblia en sus manos, pero al mismo tiempo intentaron enredar a Cristo con sus preguntas.
Debemos tener mucho cuidado si no queremos que se repita la misma historia. Es posible que caigamos en la misma trampa, a saber, de asirnos a la Biblia pero perdernos la presencia de Cristo. Hoy muchas personas se interesan por la Biblia y, sin embargo, pierden a Cristo mismo. En cierto sentido, también están luchando en contra de Cristo.
No tengo la intención de criticar a nadie ni de dañar a nadie; mi carga es simplemente Cristo mismo, y debo levantarme y hablar por Él. Yo les pregunto si están simplemente a favor de la Biblia o si están a favor de Cristo mismo. Deberíamos responder: “¡Jesús solo!”. Los que se oponían al Señor Jesús tenían la Biblia y el conocimiento correcto, pero se oponían a Cristo. “¿Quién es Cristo? ¿De quién es hijo?”. Ellos respondieron que Él era el Hijo de David. Tenían la razón, pero sólo según el conocimiento en su mente; no tenían nada de la visión celestial en su espíritu.
Entonces el Señor les preguntó, si Cristo es el Hijo de David: “¿Pues cómo David en el espíritu le llama Señor?”. ¿Cómo puede David, el tatarabuelo, llamarle Señor a Cristo, su tataranieto? Ellos tenían el conocimiento, pero no tenían la revelación. Ellos podían contestar basándose en el conocimiento, pero no podían discernir en el espíritu. Ellos sabían de manera doctrinal que Cristo era el Hijo de David, pero no tenían la revelación en el espíritu de que este Cristo, quien es por una parte el Hijo de David, también es el Señor de todos. Ellos estaban totalmente en la esfera de su mente y no en la esfera del espíritu. Ellos tenían la Biblia, pero perdieron a Cristo mismo.
¿Cómo podemos servir hoy en el servicio neotestamentario? Servir consiste en interesarse solamente por Jesús. ¡La letra de la Biblia realmente ha llegado a ser un gran enemigo de Cristo mismo! ¡Cuántos queridos hermanos han sido distraídos, frustrados y alejados de Cristo por el conocimiento de la Biblia! Es cierto que esto no quiere decir que no necesitamos la Biblia. Sí, la necesitamos, pero la necesitamos en el espíritu de una manera viviente. Debemos tener cuidado de no permitir que el conocimiento de la Biblia nos frustre, distraiga ni aleje de Cristo.
En los últimos siete u ocho años, por la misericordia del Señor, les he dicho a los santos que el punto crucial no es el conocimiento ni la enseñanza, sino únicamente el Cristo viviente. Es un asunto de Su presencia viviente, de Su Espíritu viviente. Cristo hoy es el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45). La letra mata, el conocimiento trae muerte, y tomar la Biblia solamente según la letra nos vela, frustra y distrae (2 Co. 3:6). Necesitamos la Biblia viviente, la palabra viviente y la enseñanza viviente. Tenemos que volvernos de la esfera de nuestra mente a nuestro espíritu y aprender, como lo hizo David, a llamarle Señor. Debemos decir: “¡Oh, Señor! ¡Oh, Señor! ¡Oh, Señor! No me importa el conocimiento ni las enseñanzas. Sólo me importas Tú en mi espíritu”.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.