Estudio-vida de Hebreospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3845-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Sin lugar a dudas, somos aquellos que están siendo santificados. Los que son santificados son pecadores por quienes Cristo hizo propiciación ante Dios (2:17). Como pecadores, teníamos problemas con Dios. Como Aquel que santifica, ¿cómo podía Él santificar a quienes estaban en conflicto con Dios? Esto era imposible. Por ello el Señor Jesús hizo propiciación por nosotros (2:17). ¿Qué significa esto? Simplemente quiere decir que Cristo aplacó la ira de Dios a causa de nuestra situación. Aunque nosotros teníamos problemas con Dios, ahora, mediante la propiciación efectuada por Él, ya no tenemos problemas con Él. Podemos declarar confiadamente que tenemos absoluta certeza de no tener problemas con Dios. Tal vez usted sienta que todavía tiene algún problema con Dios. Pero no crea en lo que sus sentimientos le digan; sus sentimientos no significan nada. La Palabra santa significa todo para nosotros, y ella nos dice que Cristo apaciguó a Dios por nosotros.
No solamente éramos pecadores que necesitaban propiciación, sino además víctimas de la muerte. Nuestro destino final era la muerte. ¡Aleluya! ¡Fuimos librados de la esclavitud de la muerte (2:15)! Tanto el concepto de que Dios ha sido apaciguado mediante la propiciación como el concepto de que fuimos liberados de la muerte, son muy profundos. Ambos se mencionan claramente en Hebreos 2. Fue hecha propiciación ante Dios, y nosotros fuimos liberados. Ahora no tenemos ningún problema con Dios, ni estamos sujetos a esclavitud por el temor de la muerte. Somos libres; hemos sido libertados y emancipados. Somos un pueblo libre. ¿Quién podría esclavizarnos nuevamente? A menudo la gente se refiere a los Estados Unidos como la tierra de la libertad. Ciertamente nosotros los creyentes estamos en la verdadera tierra de la libertad.
A fin de ser los que son santificados, necesitamos algo más: ser engendrados como hijos de Dios. Los muchos hijos de Dios tenían que ser engendrados. En cuanto a lo negativo, se hizo propiciación por nuestros pecados, y fuimos librados de la esclavitud de la muerte; en cuanto a lo positivo, fuimos engendrados como los muchos hijos de Dios. La obra de santificación que Dios realiza consiste en que el Hijo primogénito de Dios opera en los muchos hijos de Dios. Esto quiere decir que el que santifica es el Hijo primogénito de Dios y que los que son santificados son los muchos hijos de Dios. El Primogénito está ahora operando en Sus muchos hermanos. Él está capacitado para ser Aquel que santifica debido a que es el Hijo primogénito de Dios, y nosotros cumplimos los requisitos para ser los que son santificados debido a que somos los muchos hijos de Dios. Él fue hecho apto porque pasó por la encarnación, la crucifixión, la resurrección, la glorificación y la exaltación. Después de haber pasado por este proceso, Él llegó a ser el Hijo primogénito de Dios. Lo que nos capacita para ser los que son santificados es que se hizo propiciación por nuestros pecados, se nos dio libertad de la esclavitud de la muerte y fuimos engendrados como hijos de Dios. Ahora tanto Él como nosotros hemos sido hechos aptos. Él cumple todos los requisitos para ser el que santifica, y nosotros cumplimos los requisitos para ser los que son santificados. ¿Se habían dado cuenta de que hemos sido hechos aptos para ser santificados? No cualquiera puede ser santificado, mas nosotros hemos sido hechos perfectamente aptos para ello por medio de la propiciación que Cristo efectuó y por Su resurrección.
Ser santificados significa ser apartados para Dios (Ro. 6:19, 22). Aunque nacimos de Dios en el momento de nuestra regeneración, aún no hemos sido completamente apartados para Él. Esta obra se lleva a cabo mediante la santificación.
Mediante el proceso de la santificación somos transformados en nuestro ser (2 Co. 3:18). La transformación no está relacionada con la posición que tengamos, sino absolutamente con nuestra manera de ser. En la transformación se produce un cambio metabólico en nosotros por medio del elemento de la vida divina. Éste no es un cambio externo ni una mera reforma; más bien, se trata de un cambio interno y metabólico, un cambio orgánico por medio del elemento de la vida divina.
Como resultado de la transformación, finalmente seremos conformados a Su imagen (Ro. 8:29). La transformación cambia nuestra naturaleza adámica hasta hacerla igual a la naturaleza de Cristo. La conformación nos conforma a nosotros, los muchos hijos de Dios, a la imagen del Hijo primogénito de Dios. Esto también es parte del proceso de santificación.
La obra de conformación, la cual se basa en la obra de transformación, dará por resultado nuestra glorificación (Ro. 8:30; Col. 3:4). En el proceso de la santificación seremos glorificados con la gloria de Dios. Este asunto lo abordamos detalladamente en los mensajes acerca del Capitán de la salvación.
Hemos visto lo que es la santificación. La santificación aparta para Dios a los hijos que renacieron de Él, los transforma metabólica y orgánicamente con el elemento de la vida divina, los conforma a la imagen del Hijo primogénito y los glorifica con Su gloria. Esto es lo que implica la plena santificación de nuestro carácter.
Hemos visto que el que santifica y los que son santificados de uno son. Esto significa que todos ellos provienen del único Padre. Tanto el que santifica como los que son santificados, son hijos nacidos del mismo Padre. Ya que tanto Él como nosotros hemos nacido del mismo Padre, nosotros somos Sus hermanos. Tanto Él como nosotros procedemos de la misma fuente y participamos de la misma vida y naturaleza. En la esfera de esta vida y naturaleza, Él lleva a cabo en nosotros Su obra de santificación, la cual nos transforma para que ya no seamos personas naturales y nos conforma a Su imagen, a fin de que podamos ser glorificados con la gloria de Dios. En esto consiste la santificación.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.