Ser liberados de los ritos religiosos y andar conforme al Espíritupor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8302-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Necesitamos ser librados de la influencia del cristianismo degradado. Entonces será fácil llevar la vida cristiana y también reunirnos. Amar al Señor, tener comunión con Él y vivir en nuestro espíritu será algo común y corriente para nosotros. El Señor es nuestra porción. Él es el Espíritu que vive en nuestro espíritu, y nosotros ejercitamos nuestro espíritu para contactarle. Ésta es la manera en que tenemos experiencias de Cristo. Entonces, cuando vengamos a una reunión, nuestro espíritu estará viviente y liberado, y estaremos listos para hablar acerca de la experiencia que hemos tenido de Cristo. Si cada santo hiciera esto, nuestras reuniones serían ricas. También podemos usar la Biblia y nuestro himnario para recibir inspiración y hablar en las reuniones. Es fácil que nuestras reuniones sean frescas y ricas.
Aunque la vida cristiana es un misterio, no es difícil de comprender. Necesitamos tener un cambio en nuestro concepto. Una vez que haya un cambio en nuestro concepto, nuestras reuniones serán diferentes. Amamos al Señor, pero todavía somos influenciados por el cristianismo. Tengo la carga de sacar a los santos fuera de la influencia del cristianismo.
Somos salvos, y amamos al Señor y le seguimos. Por tanto, deberíamos a diario utilizar nuestro espíritu para invocarle y tener contacto con Él. Cuando invoquemos: “Oh Señor”, le experimentaremos. Podemos probar esto en nuestra experiencia. Nuestro Señor no es una doctrina, y tampoco es nebuloso; Él es verdadero y práctico, y Él vive en nosotros. No sólo eso, sino que Él también nos ha dado la Biblia, que contiene Sus palabras. Estas palabras no son doctrina; ellas son espíritu y vida. Si oramos-leemos estas palabras regularmente, le tocaremos y disfrutaremos. Entonces cada día y durante todo el día tendremos muchas experiencias del Señor.
Si ponemos en práctica tocar al Señor cada día, nuestro espíritu estará fresco y viviente. Cuando vengamos a la reunión, nuestro espíritu estará listo, elevado y liberado. Cuando nuestro espíritu sea ejercitado, será liberado y manifestado. Nuestro espíritu se manifiesta a fin de que podamos exhibir al Cristo que hemos experimentado. Cuando cincuenta o sesenta santos exhiben su porción de Cristo, ellos se suministran unos a otros, y la reunión es muy rica. Entonces cuando oremos, alabemos, cantemos himnos y oremos-leamos, la reunión será rica y fresca. No habrá necesidad alguna de seguir viejos procedimientos o de siempre tener un mensaje. En tal reunión fresca y viviente, abriremos el camino para que el Señor se mueva.
Nuestra necesidad actual consiste en practicar, y esto es un asunto de aprender destrezas. Todo lo que hacemos requiere destrezas. Por una parte, en nuestra vida diaria necesitamos vivir por el espíritu al disfrutar al Señor y experimentarle. Por otra parte, en las reuniones necesitamos coordinarnos con otros en cuanto al canto, a las alabanzas, el testificar y el orar-leer. En las reuniones necesitamos ejercer nuestra función como equipo. Por esta razón, necesitamos aprender algunas destrezas. Cuando alguien ore, yo debería abstenerme de orar. Cuando nadie ore, yo debería liberar una oración. Cuando oiga otra voz, yo debería detenerme. Cuando él se detenga, yo debería continuar de manera significativa desde el punto donde él concluyó. Cuando cantemos y oremos los himnos, a veces podemos proceder en secuencia, de una estrofa a la otra, a veces podemos brincar una o dos estrofas, y a veces podemos seleccionar ciertas estrofas. Estos asuntos requieren destreza. Cuando oremos sobre una estrofa, debería haber continuidad en nuestras oraciones y en la liberación de nuestro espíritu. Además, nuestra voz no debería ser tan fuerte que lastime los oídos de otros ni tan suave que otros no nos puedan oír. Necesitamos tomar cuidado de estos asuntos. No deberíamos ser indiferentes. Todo lo que hagamos requiere destreza. Sin las destrezas apropiadas, no podemos hacer un buen trabajo. Por tanto, necesitamos practicar.
Si estamos dispuestos a practicar regularmente, con el tiempo nos volveremos diestros, y gradualmente nuestro espíritu será capaz de fluir donde el Espíritu quiera. Cuando la práctica de ejercitar nuestro espíritu en las reuniones se desarrolle entre nosotros, llegará a ser nuestra tradición familiar, y les será fácil a los nuevos creyentes unirse a nosotros. Un niño que nace en una familia de habla china no necesita un maestro chino que le enseñe el idioma chino; el niño espontáneamente aprende a hablar chino. El orar-leer aún no ha sido bien desarrollado entre nosotros; por tanto, tenemos que seguir practicando. Hemos desechado la vieja manera de reunirnos, pero si no somos capaces de desarrollar la destreza de usar nuestro espíritu, estaremos en un estado de paralización. Algunas cosas viejas ya no están, pero no se han desarrollado bien las cosas nuevas en su lugar. Por supuesto, no deseamos la vieja manera, pero necesitamos aprender rápidamente la nueva manera de hacerlo todo conforme al Espíritu.
Hacer cosas conforme al Espíritu no es un asunto individual. Todos los que sirven tienen que levantarse y practicar. Cuando los que sirven sean diestros, ellos podrán guiar a toda la iglesia a que practique en grupos pequeños. Gradualmente esta práctica de adorar en el espíritu será establecida y llegará a ser lo que se practica en las iglesias.
Ciertamente necesitamos dar este giro. De otra forma, limitaremos al Señor. Si no permitimos que el Señor lleve a cabo esta manera entre nosotros, Él la llevará a cabo con otro grupo de personas. La era ha cambiado. Si permitimos que el Señor se mueva entre nosotros, seremos bendecidos. Sin embargo, si no permitimos que el Señor se mueva, Él hallará otro grupo de personas. El Señor tomará Su camino. Él ya no continuará en la situación del cristianismo, y tampoco permitirá que la situación de vejez entre nosotros continúe.
Por tanto, tenemos que esforzarnos por cambiar nuestro concepto. En nuestro diario vivir tenemos que ejercitar nuestro espíritu para experimentar a Cristo. También tenemos que esforzarnos por practicar nuestras destrezas en las reuniones. Deberíamos acudir al Señor y pedirle que nos dé la paciencia para practicar. Nosotros los creyentes somos sacerdotes, y necesitamos aprender cómo servir y cómo reunirnos.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.