Información del libro

Cristo crucificado, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3691-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 3 de 14 Sección 5 de 5

EL TESORO ESTÁ EN VASOS DE BARRO

Si pensamos que creer en Jesús simplemente significa obtener paz, gozo y bendición, entonces únicamente conocemos el aspecto externo del tesoro. Por ejemplo, supongamos que usted va a una joyería para comprar un diamante, y el vendedor pone el diamante en una cajita muy bonita. Cuando sus hijos ven este empaque, ellos quieren la cajita pero no le prestan atención al diamante que está adentro. Lo mismo nos sucede a muchos de nosotros con respecto al conocimiento que tenemos de la salvación. ¿Por qué creemos en Jesús? Creemos en Jesús porque queremos evitarnos sufrimientos y tener paz y seguridad; en otras palabras, lo único que queremos es la cajita hermosa, pero no hemos visto el diamante que está adentro. En 2 Corintios 4:7 Pablo dijo: “Tenemos este tesoro en vasos de barro”. ¿Cuál es este tesoro? Este tesoro es Cristo mismo, Dios mismo.

El pensamiento central de todo el Nuevo Testamento es que el Dios Triuno vive en nosotros y nosotros en Él. El Espíritu Santo está en nosotros, Cristo está en nosotros, Dios está en nosotros, y nosotros estamos en el Dios Triuno. Así que, el pensamiento central del Nuevo Testamento nos muestra que los que hemos sido salvos, tenemos a Dios en nosotros. Es cierto que Dios nos da paz, gozo y bendiciones, pero todas éstas son cosas externas. El contenido intrínseco de la salvación de Dios es Dios mismo, es Cristo mismo. Él es el tesoro que está en nosotros, los vasos de barro.

EL CRECIMIENTO DEL CRISTIANO
DEPENDE DE QUE CONOZCA A CRISTO COMO VIDA

A menudo decimos que los cristianos tienen que crecer, pero ¿en qué consiste el crecimiento del cristiano? Nuestro crecimiento como cristianos empieza cuando comprendemos que Dios está en nosotros. Cuando fuimos salvos, Cristo entró en nosotros. Sin embargo, es preciso que un día nuestros ojos sean abiertos para ver que Cristo es realmente el tesoro. Este glorioso Cristo, el Dios de gloria, vive en nosotros; Él es nuestra vida. Éste es el primer paso en el crecimiento de un cristiano.

Nuestro crecimiento como cristianos depende de que conozcamos a Cristo como nuestra vida. ¿Qué es un cristiano? En breve, un cristiano es alguien que tiene dos vidas distintas: su propia vida y la vida de Cristo. Una vez que alguien recibe a Cristo, ya no es simplemente él mismo, pues tiene a Cristo dentro de él. Cristo y él han venido a ser una sola entidad. Estas sencillas palabras nos revelan el hecho más elevado, glorioso y misterioso: que Cristo en nosotros es nuestra vida.

Toda persona que ha sido salva tiene la vida de Cristo. Por lo tanto, todos los que son salvos poseen dos vidas: su propia vida y la vida de Cristo. Estas dos vidas viven juntas. Si usted verdaderamente ha sido salvo, muchas veces tendrá la experiencia en la cual percibe que aparte de usted hay otra persona en su interior. Esto es lo maravilloso de ser cristiano; uno no tiene que consultar con nadie, pues hay alguien en usted que es muy maravilloso, al cual usted puede acercarse. Así que, cuando tiene un problema, usted puede confiar en Él. Si hay algo que no logra entender, usted puede preguntarle. Cuando nos sentimos tristes y abatidos por algo, y nadie puede consolarnos, esta persona en usted, como una voz o un pensamiento, lo consolará y lo hará sentirse alegre. Cuando usted esté a punto de perder la paciencia o de pecar, esta persona le rogará que no lo haga y hasta se lo impedirá hacerlo. Además de usted, hay otra persona en su interior. Esta persona es Cristo, Dios y el Espíritu.

EL PODER DE UN CRISTIANO ESTÁ
EN EL CRISTO QUE MORA EN NOSOTROS

Si usted nunca ha tenido esta experiencia, me temo que aún no es salvo porque en su interior no tiene a Dios ni Su vida. Un cristiano, una persona que realmente ha sido salva, tiene interiormente a Cristo como su otra persona. Debemos ver muy claramente el hecho de que Cristo vive en nosotros. La razón por la cual un cristiano es capaz de soportar sufrimientos es que Cristo vive en él; la razón por la cual un cristiano puede sacrificarse y consagrase a sí mismo es que Cristo vive en él; y la razón por la cual un cristiano predica el evangelio con todo fervor es que Cristo vive en él. El poder, la motivación y la carga de un cristiano provienen del Cristo que mora en él.

Hoy en día aun cuando muchas personas son salvas, desafortunadamente no saben que Cristo está en ellas. Algunos tienen apenas un entendimiento incompleto de este hecho y no viven en esta realidad. Es como una persona que aunque que ya tiene instalada una lámpara en su cuarto, prefiere permanecer a oscuras y no enciende la luz. Cristo ya está en nosotros, pero hasta el día de hoy la mayor parte del tiempo no vivimos por Él; en lugar de ello, seguimos viviendo por nosotros mismos. Aunque tenemos a Cristo, no estamos dispuestos a vivir en Cristo. Por ello, todos los días, todos los que son salvos tienen que lidiar con estas dos personas: ellos mismos y Cristo. ¿Cuál de las dos escogeremos? ¿Escogeremos vivir en nosotros mismos o en Cristo? ¿Escogeremos vivir para Cristo o para nosotros mismos? ¿Le daremos lugar en nuestro ser a Cristo o sólo a nosotros mismos? Éstas son las alternativas que todo cristiano debe afrontar personalmente. Debido a que somos personas subjetivas —pues tenemos una mente, una parte emotiva y una voluntad— tenemos que escoger por nosotros mismos. Si decidimos vivir por Cristo, esto agradará a Dios, y esto es lo que Él desea. Pero si decidimos vivir por nosotros mismos, Dios no podrá hacer nada y nos dejará hacer todo lo que deseemos.

ESCOGER VIVIR POR CRISTO

La cuestión crucial es si decidiremos vivir por nosotros mismos o por Cristo. Si decidimos vivir por nosotros mismos, nuestro aspecto será el mismo que teníamos antes de ser salvos. La razón por la cual muchos cristianos pasan por incrédulos es que viven en sí mismos. Si vivieran por medio de Cristo, la gloria y la belleza de Dios se expresaría en ellos. Si hemos de vivir en virtud de Cristo o de nosotros mismos, ello dependerá enteramente de nosotros. Dios no tomará la decisión por nosotros. Él desea que nosotros escojamos a Cristo, y Él ha puesto Su vida en nosotros. Sin embargo, Dios jamás decidirá por nosotros. Si no vivimos en virtud de Él, seguiremos viviendo en tinieblas. Supongamos que en esta casa hay una lámpara eléctrica; si nosotros no estamos dispuestos a prender el interruptor, la compañía de electricidad no podrá hacer nada por nosotros. Ahora Cristo está en nosotros, y Dios está en nosotros. La decisión de vivir o no por medio de Cristo depende enteramente de nosotros.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top