Living Stream Ministry

LA CONDICIÓN DE LA IGLESIA HOY
CARECE DE LA REALIDAD DEL CUERPO

Pero —y éste es un gran “pero”— supongamos que los hermanos y hermanas de Los Ángeles aparentemente se reúnen en el nombre del Señor como la iglesia en Los Ángeles, pero en su modo de vivir se conducen en su ser natural, en su carne, en su yo, en su individualismo y en sus peculiaridades. Si ésta es su condición, ¿creen ustedes que la supuesta “iglesia en Los Ángeles” sea una parte de Cristo? Claro que no. Entonces, ¿de qué será parte? Será ciento por ciento parte de Adán.

Ahora hablemos acerca de Hong Kong. En Hong Kong hay también algunos hermanos y hermanas que han visto la luz; ellos están firmes en el terreno de la localidad y se reúnen en el nombre del Señor. ¿Son ellos la iglesia? Sí, definitivamente lo son. Ellos han creído en el Señor y han sido lavados en la preciosa sangre. Ellos aman mucho al Señor, y también aman a los hermanos y hermanas. Sin embargo, ¿qué pasaría si ellos aman únicamente a aquellos hermanos y hermanas que les caen bien y menosprecian a los que no son de su agrado? Mientras son tal grupo de personas, ¿serían la iglesia en Hong Kong? Sí, ciertamente lo serían, pero entre ellos algunos hermanos y hermanas continúan viviendo en su vida natural, y otros tienen un carácter más duro que el acero. Todos viven según su individualismo, su diplomacia, su astucia, sus preferencias y sus temperamentos peculiares. Cuando se reúnen, un hermano desaprueba lo que otro hace, y éste está en desacuerdo con aquél. Todos ellos han visto que tienen que reunirse juntos, a fin de guardar el terreno de la localidad. Sin embargo, cuando se reúnen, no están dispuestos a abandonar su diplomacia, su individualismo, su manera de ser ni sus preferencias. ¿Es esto el Cuerpo? ¡No! ¿Qué es entonces? Podemos decir con toda seguridad: “¡Es la carne!”.

Quizás algunos hermanos y hermanas digan: “Hermano Lee, su predicación está errada. ¿Cómo puede usted decir que la iglesia no es el Cuerpo? ¿No dice Efesios 1 que la iglesia es el Cuerpo? Puesto que los hermanos y hermanas de Hong Kong son la iglesia, ¿cómo podríamos decir que no son el Cuerpo? ¿Cómo respondería usted a esta pregunta?”. En efecto, en nombre ellos son la iglesia, pero en realidad no son el Cuerpo, sino la carne.

En 1947 y 1948 yo estuve en Shanghái, y el hermano Nee también estuvo allí. A menudo hablamos de la condición de las iglesias en todo el país. Algunas veces hablamos de ciertas personas, y el hermano Nee dijo en broma: “Esas personas han sido salvas pero no regeneradas”. Así que le dije: “Hermano Nee, no sería acertado decir eso conforme a la verdad. ¿Cómo puede usted decir que una persona ha sido salva, mas no regenerada?”. Así que también se rió de lo que él mismo había dicho, y dijo: “Debido a que han creído en la preciosa sangre, son salvos. Pero desde que los conozco y después de haber hablado con ellos muchas veces, nunca he llegado a tocar su espíritu. Ellos creen en el nombre del Señor y en Su preciosa sangre, y también oran, pero siempre que tengo contacto con ellos, nunca logro tocar su espíritu. Es como si fueran salvos pero no tuvieran al Espíritu; ¿no muestra esto que son salvos, mas no regenerados?”. Doctrinalmente, esto no puede ser. Ciertamente una persona que ha sido salva ha sido regenerada, y una persona regenerada ciertamente es salva; la salvación y la regeneración no pueden separarse la una de la otra. Sin embargo, no podemos negar que algunos han invocado el nombre del Señor, han creído en la limpieza de la sangre del Señor y han confesado que son cristianos, pero uno no logra tocar su espíritu. Ellos conservan sus puntos de vista, sus opiniones, sus destrezas y sus métodos; pueden hacerlo todo, pero no tienen al Espíritu. ¿Han visto alguna vez una condición semejante? Según este mismo principio, hay lugares donde los que componen la iglesia parecieran haber sido salvos, mas no regenerados. En algunos lugares la supuesta iglesia es solamente la iglesia, mas no el Cuerpo. En algunos lugares está la iglesia, pero solamente un quince por ciento de ella es el Cuerpo, mientras que el ochenta y cinco por ciento no lo es. En algunos lugares está la iglesia, pero solamente cuarenta y cinco por ciento es el Cuerpo, mientras que el cincuenta y cinco por ciento no lo es. Hablando con propiedad y con sinceridad, prácticamente no hay ninguna iglesia que sea el Cuerpo en un ciento por ciento.