Estudio-vida de Jobpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6291-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-6291-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
En este mensaje seguiremos considerando las tribulaciones de Job.
Un concilio fue celebrado nuevamente en los cielos con respecto a Job (2:1). Para Dios, no era fácil ganar a una persona como Job, quien temía a Dios y se apartaba del mal. Pero lo que Job había logrado era por completo vano; ello no cumplía el propósito de Dios ni satisfacía el deseo de Dios. Por tanto, Dios estaba amorosamente preocupado por Job y sostuvo dos concilios en los cielos respecto a cómo tratar con Job (1:6-8; 2:1-3).
El segundo concilio también fue celebrado por Dios con los ángeles, los hijos de Dios (v. 1a).
Satanás nuevamente asistió al concilio, presentándose delante de Dios (v. 1b).
En los versículos del 2 al 6 vemos que Dios nuevamente inquiere de Satanás con respecto a Job.
Jehová le preguntó a Satanás: “¿De dónde vienes?”. Satanás le respondió a Jehová, diciendo: “De recorrer la tierra y de andar por ella” (v. 2).
Según el versículo 3, Jehová le preguntó a Satanás: “¿No has considerado a Mi siervo Job? Porque no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Todavía se aferra a su integridad, aunque me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa”. Aquí Dios reconoce que lo que le había sobrevenido a Job carecía de causa.
Satanás respondió a Jehová diciendo: “¡Piel por piel! Ciertamente todo lo que el hombre tiene lo dará por su vida. Pero extiende Tu mano, y toca su hueso y su carne; y ciertamente te maldecirá en Tu propia cara” (vs. 4-5). Aparentemente, Satanás estaba desafiando a Dios. En realidad, Satanás dijo exactamente lo que Dios quería, y ello agradó a Dios.
Jehová le dijo a Satanás que Job estaba en su mano, pero que solamente guardara su vida (v. 6).
Satanás, según su naturaleza cruel, atacaría sin medida a los que aman a Dios para causarles perjuicio si Dios no fijara ciertos límites a fin de salvaguardar la existencia misma de quienes le aman, con miras a que éstos puedan ganar de Dios al grado máximo para la plena satisfacción de Dios. La Biblia nos muestra que después que Dios juzgó a Satanás, todavía le permitió estar libre para acusar, atacar, dañar, perseguir y martirizar a Sus santos de tal modo que Dios pueda valerse, en cierto grado, de Satanás para el cumplimiento de Su particular propósito; sin embargo, Dios siempre restringe a Satanás dentro de los límites de lo que Él le permite.
En los versículos 7 y 8 vemos que Satanás atacó a Job y que Job sufrió tribulación en relación con su cuerpo.
Satanás salió de la presencia de Dios (v. 7a).
Satanás atacó a Job hiriéndolo con furúnculos severos desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza (v. 7b).
Job tomó un trozo de tiesto para rascarse con él, y se sentó en medio de las cenizas (v. 8). Los furúnculos que cubrían su cuerpo eran muy dolorosos. Mientras él estaba allí sentado sufriendo, Job no tenía nada que decir al respecto.
En los versículos 9 y 10 consta la reacción de Job a su tribulación.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.