Información del libro

Estudio-vida de Jeremías y Lamentacionespor Witness Lee

ISBN: 978-0-73636366-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Jeremías 4 de 40 Capítulo 4 de 44 Sección 3 de 3

DIOS NO SE DESILUSIONA,
Y SUS COMPASIONES NO FALLAN

Podríamos pensar que debido a nuestro fracaso, somos casos perdidos. Por ello, es de beneficio considerar Lamentaciones 3:22-25: “Por la benevolencia amorosa de Jehová no hemos sido consumidos, / pues no fallan Sus compasiones. / Nuevas son cada mañana; / grande es Tu fidelidad. / Mi porción es Jehová, dice mi alma; / por tanto, en Él espero. / Bueno es Jehová a los que en Él esperan, / al alma que le busca”. Estas palabras fueron escritas después que los babilonios destruyeron Jerusalén, incendiaron el templo y llevaron a muchos al cautiverio. Según algunos libros de historia, Lamentaciones fue escrito por Jeremías mientras él estaba sentado en una colina desde la que se contemplaban las ruinas de Jerusalén. Ciertamente el pueblo de Israel tiene que haber pensado que Dios los había abandonado y que les había llegado el fin. Por un lado, Jeremías estaba llorando; por otro, se puso a escribir. Al escribir él pudo afirmar que era por la benevolencia amorosa de Jehová que ellos no habían sido consumidos. Él pudo decir que ellos todavía estaban allí y que Dios no los había abandonado. Los príncipes, los profetas y los sacerdotes habían fallado; pero las compasiones de Dios no fallan jamás, más bien, son nuevas cada mañana. Jeremías incluso pudo declarar que Jehová era su porción y que esperaba en Él, pues Él es bueno a los que en Él esperan. ¿Por qué hay esperanza en Dios? Encontramos esperanza en Dios debido a que con Él no hay desilusión.

EL FRACASO DE ISRAEL ABRE EL CAMINO
PARA QUE CRISTO VINIERA A SER SU JUSTICIA

Ahora debemos ver que el fracaso de Israel abrió el camino para que Cristo viniera a ser la justicia de ellos. Con nosotros, la situación es la misma hoy en día. Nuestro fracaso abre el camino para que Cristo venga.

Jeremías 23:5-6 habla de que Cristo viene: “He aquí, vienen días, / declara Jehová, / en que levantaré a David Renuevo justo; / Él reinará como Rey, actuará con prudencia / y hará derecho y justicia en la tierra. / [...] Y éste es Su nombre con el cual será llamado: / Jehová, justicia nuestra”. Este Renuevo justo es Cristo, el descendiente de David. Viene el día en que todo Israel recibirá a Cristo como su justicia. Ellos le abandonaron, pero este hecho abrió la puerta para que Él viniera a ser su justicia. Entonces ellos podrán decir: “Señor, no tenemos nada que Dios pueda reconocer como justicia, pero Tú has venido a ser nuestra justicia”.

Según la profecía de Jeremías, sin importar cuán malvado y perverso sea Israel y sin importar con cuánta frecuencia ellos abandonaron a Dios a fin de cavar para sí cisternas rotas, Israel será restaurado. En la restauración de Israel, Cristo será su justicia, su redención y su vida (31:33-34), y Cristo será exaltado para ser la centralidad y universalidad de ellos. Dios vendrá a impartirse en Sus elegidos como vida divina a fin de ser su vida y su ley de vida con la capacidad de ésta para conocer a Dios y vivir a Dios. Finalmente, ellos, al igual que Pablo y los que actualmente creen en Cristo, serán una nueva creación.

SIN SENTIRNOS DESILUSIONADOS,
SINO CON LA CERTEZA DE QUE DIOS
TIENE LA MANERA DE HACERNOS MADURAR
E INTRODUCIRNOS EN LA NUEVA JERUSALÉN

Si hoy le fallamos a Dios, no debemos sentirnos desilusionados. Dios tiene la manera de tratar con nosotros. Él tiene la manera de hacernos madurar e introducirnos en la Nueva Jerusalén. Si somos vencedores, disfrutaremos de la recompensa correspondiente en el milenio. Si somos derrotados, sufriremos castigo en el milenio, pero a la postre maduraremos y entraremos en la Nueva Jerusalén. Algunos cristianos probablemente amen el mundo en la actualidad, pero tarde o temprano Dios intervendrá para quitarles el “juguete” del mundo, y ellos se arrepentirán. Entonces, tal vez Él les diga: “Hijito, ya no tienes que arrepentirte más. Simplemente toma a Cristo y regocíjate conmigo”.

No hay necesidad de que nos preocupemos por nuestra situación. Dios es paciente, conmiserativo y compasivo, y Él se tomará el tiempo que sea necesario para hacer que maduremos. Todo creyente, sea débil o fuerte al presente, estará en la Nueva Jerusalén, y todos allí serán maduros. Ya sea que busquemos a Dios con toda diligencia o muy débilmente, Dios tiene la manera de hacer que Cristo sea nuestra justicia, nuestra redención, nuestra vida, nuestra ley de vida y nuestra capacidad de vida, de modo que podamos madurar. Todo auténtico creyente en Cristo alcanzará la madurez y estará en la Nueva Jerusalén. Por tanto, no debemos desmayar ni desanimarnos; más bien, debemos ser alentados.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top