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LA PROPAGACION DEL CRISTO PNEUMATICO

El próximo punto principal en la economía divina es la propagación del Cristo pneumático. En el libro de los Hechos, el Cristo completado era propagado y multiplicado; en el día de Pentecostés fueron bautizados tres mil (Hch. 2:41). Tocar las puertas de la gente y predicarles el evangelio es hacerlos la multiplicación del Cristo completado y pneumático.

Este Cristo pneumático es el Espíritu esencial de vida para impartir la vida divina de resurrección a las personas que han sido escogidas por Dios y que creen en El (Jn. 3:3, 5-6). No podemos impartir Cristo a todos. Sólo podemos impartir Cristo a los que fueron escogidos por Dios. En Lucas 10 el Señor dijo a los discípulos que los enviaba como corderos en medio de lobos (v. 3). Sin embargo, entre estos lobos, hay un buen número de hijos de paz que son de entre el pueblo escogido por Dios (v. 6). Nuestros entrenantes en Taipei tienen la experiencia de poder discernir dentro de pocos minutos si una persona es un hijo de paz o no. Puede ser que una persona no sea un hijo de paz la primera vez que lo visitan. Pero después de la segunda o tercera visita, es posible que se convierta en un hijo de paz.

El Cristo pneumático también es el Espíritu económico de poder para bautizar a los creyentes regenerados en un Cuerpo (1 Co. 12:13). Cuando predicamos el evangelio a los que visitamos, y ellos se abren al Señor orando a El e invocando Su nombre, dos cosas suceden inmediatamente: son regenerados y son bautizados en un solo Cuerpo con millones de creyentes. Necesitamos una visión muy clara para ver qué cosa tan grande es salir eslabonados a Cristo para que otros puedan ser regenerados con el Cristo pneumático y esencial, y ser bautizados no sólo en el Dios Triuno sino también en el Cuerpo de Cristo. Estas dos cosas acontecen inmediatamente cuando un nuevo invoca el nombre del Señor. En ese momento, puede ser que éstos que son nuevos no puedan comprender todo esto, pero poco a poco mientras crecen en vida, entrarán en la visión verdadera de estas verdades maravillosas.

Hemos visto a algunos recién bautizados experimentar la plena realidad de estas verdades dentro de menos de medio año. En Taipei, primero establecimos reuniones en las casas de la gente y luego combinamos tres o cuatro casas para formar un grupo. Al fin, combinamos varios grupos para formar una reunión de la comunidad. Estas comunidades establecieron su propio local con el alquilamiento de un edificio. Establecieron su propia reunión y la caja de ofrenda. Estos creyentes nuevos de la comunidad son los ancianos, los diáconos, y los que asisten y funcionan. Yo quisiera verlo repetido en todas las ciudades de los Estados Unidos. No queremos ver nada del decaído cristianismo.

LA PRODUCCION DE LA IGLESIA

Al salir a tocar las puertas de la gente, les traemos el completado Cristo de Dios, como el verdadero Cristo pneumático, quien es el Espíritu esencial de vida y el Espíritu económico de poder, para producir creyentes regenerados y bautizados. La iglesia es producida orgánicamente al impartir el completado Cristo de Dios a los pecadores para hacerlos miembros regenerados y bautizados de un solo Cuerpo. Este único Cuerpo es la iglesia, la cual se produce con las inescrutables riquezas del Cristo procesado (Ef. 3:8). Las inescrutables riquezas de este Cristo procesado son divinas, celestiales, espirituales y misteriosas, pero son tan verdaderas y prácticas. Disfrutando de las inescrutables riquezas de este Cristo procesado, todos nosotros llegamos a ser miembros de Su Cuerpo, el cual es la iglesia. El Cuerpo de Cristo es la plenitud de Cristo, la expresión de Cristo (Ef. 3:6), y el organismo del Dios Triuno (Jn. 15:1-5).

Cuando disfrutamos de las riquezas de Cristo, llegamos a ser la plenitud de Cristo. Esto significa que al experimentar a Cristo, llegaremos a ser Su misma expresión. Los fuertes jóvenes americanos, los cuales asimilan mucho de la rica comida americana, son la plenitud de los Estados Unidos. Ellos son la expresión de las riquezas de los Estados Unidos, y esta expresión es la plenitud producida por las riquezas. Cristo posee riquezas inescrutables. Si disfrutamos de estas riquezas, llegaremos a ser Su propia expresión, Su plenitud. La iglesia hoy día debe ser la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Esto está en conformidad con el plan eterno de Dios (Ef. 3:11) para realizar el misterio escondido desde los siglos en Dios (v. 9). Necesitamos practicar la nueva manera como personas que están eslabonadas a Cristo y que salen con Cristo para impartir este Cristo a la gente como vida y como poder, a fin de que sean regenerados y bautizados para la producción de la iglesia.