Living Stream Ministry

LA IMPARTICIÓN DEL DIOS TRIUNO
EN EL HOMBRE TRIPARTITO

¿Cómo se forja el Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu— en el hombre tripartito, compuesto de espíritu, alma y cuerpo? En primer lugar, Cristo entra en nuestro espíritu y lo vivifica. En ese momento nuestra alma todavía está muerta a causa del pecado. Después de esto, si continuamente ponemos la mente en el espíritu, el Espíritu entrará en nuestra mente, de modo que ésta sea llena del Espíritu y llegue a ser la vida divina. De esta manera, no sólo nuestro espíritu tendrá vida, sino también nuestra mente. Finalmente, Aquel que levantó de los muertos a Cristo vivificará nuestro cuerpo mortal por el Espíritu de resurrección, quien mora en nosotros, de tal modo que también tendremos vida en nuestro cuerpo. Así que, primeramente tenemos vida en nuestro espíritu; luego tenemos vida en nuestra alma; y por último, tenemos vida para nuestro cuerpo. Es así como el Dios Triuno se imparte a Sí mismo en el hombre tripartito. Éste también es el misterio más grande y más profundo del universo.

Todos somos personas tripartitas con un espíritu, un alma y un cuerpo. No sólo necesitamos ser fuertes en el alma y en el cuerpo, sino que también necesitamos ser resplandecientes en nuestro espíritu. Sólo así seremos guiados y dirigidos por el Espíritu de Dios, y sólo así seremos personas apropiadas que son útiles para nuestra familia, parientes y amigos, así como para la sociedad y el país. Una persona así ha ganado a Dios y ha sido ganada por Dios. Antes que creyéramos en el Señor, quizás nuestro cuerpo no era muy apropiado. Nuestra alma no era buena, y nuestro espíritu estaba muerto y entenebrecido. Sin embargo, gracias al Señor, creímos en Jesús, y el misterioso Dios Triuno entró en nosotros. Una vez que Él entra, el Espíritu viene, y también vienen el Padre y el Hijo. ¡Cuán rico es ahora que el Padre está en nosotros, el Hijo está en nosotros y el Espíritu también está en nosotros! Todo nuestro ser está ahora completamente poseído por el Dios Triuno. El Dios Triuno nos engendró y reconstituyó con Sus propios elementos divinos. Ahora somos personas que tienen a Dios, en quienes Dios se ha impartido, y que están saturadas y constituidas de Dios. Por consiguiente, somos Dios-hombres.

Esta obra por la cual el Dios Triuno se deposita a Sí mismo en nosotros es la impartición. Esta impartición no es en absoluto tosca; al contrario, es muy fina y suave. En tanto que usted confiese que es un pecador y crea en el Señor Jesús, este Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu— entrará en usted para ser su vida y su todo. Si usted es un esposo, Él llegará a ser el amor con el cual usted ama a su esposa; y si es una esposa, Él llegará a ser la sumisión con la cual usted se somete a su esposo. El esposo podrá amar a su esposa debido a Jesús, y la esposa podrá someterse a su esposo debido a Jesús. Su humildad, ternura y paciencia son Jesús. Jesús ha llegado a ser su todo.

Además, a medida que Él se imparta en usted, gradualmente usted comprenderá que Él es su Cabeza. Delante de Él, usted es simplemente una esposa. Usted entenderá que Él es su Señor, que sólo Él tiene la verdadera soberanía sobre usted. Este Dios Triuno que está en usted es su vida y su todo. Él también es su Cabeza, su Esposo y su Señor. Más aún, Él es su ley, la ley del Espíritu de vida. Esta ley es algo tremendo. Cuando usted ve un ventilador en movimiento, sabe que por dentro opera la ley de la electricidad. La electricidad es transmitida desde la central eléctrica hasta la casa y luego es conectada al ventilador. También el ventilador tiene un interruptor. Si usted quiere que el ventilador gire, no necesita moverlo con una vara de bambú. Lo único que necesita hacer es encender el interruptor y el ventilador inmediatamente empezará a girar y entonces sentirá una brisa fresca.

Hoy en día, como cristiano que es, ¿vive usted la vida cristiana “moviendo el ventilador con una vara de bambú”, o ha aprendido a “encender el interruptor” para permitir que el ventilador gire por sí solo? Algunos han orado mucho al Señor pidiéndole que los ayude y fortalezca para honrar a sus padres y controlar su enojo. En realidad, esta clase de oración es como querer hacer girar el ventilador con una vara de bambú. ¿Se ha dado cuenta de que ya no necesita mover el ventilador con la vara? Usted necesita ver un hecho que ha sido consumado: la electricidad que viene de la central eléctrica ha sido instalada en esta casa. El ventilador está aquí. El interruptor ha sido instalado. No es necesario que usted haga nada más. Lo único que tiene que hacer es encender el interruptor, y el ventilador empezará a girar.