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Manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-825-5
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Actualmente disponible en: Capítulo 9 de 6 Sección 1 de 4

VII. LA RESURRECCION QUE TODO LO VENCE

A. Produce al Hijo primogénito de Dios

En la resurrección que todo lo vence, el Hijo primogénito de Dios fue producido. Dios tenía un solo Hijo, Su Hijo unigénito (Jn. 1:18; 3:16). Pero en la resurrección fue producida otra clase de Hijo de Dios, el Hijo primogénito de Dios. Esto ocurrió en la resurrección y elevó la humanidad de Cristo a Su divinidad y haciendo que Cristo nazca de Dios (Hch. 13:33; Sal. 2:7), es decir, designando la simiente de David por la divinidad (el Espíritu de santidad) de Cristo en el poder de la resurrección para que sea el Hijo primogénito de Dios (Ro. 1:4; 8:29; He. 1:3-6).

B. Regenera a todos los que Dios escogió
para que sean los muchos hijos de Dios

En la resurrección que todo lo vence todos los que Dios escogió fueron regenerados para que sean los muchos hijos de Dios y los muchos hermanos del Hijo primogénito de Dios, Cristo el Dios-hombre resucitado (1 P. 1:3; He. 2:10; Ro. 8:29).

C. Da consumación al Espíritu de Dios
y llega a ser el Espíritu vivificante

Primero Cristo se hizo hombre, y ese hombre nació como Hijo primogénito de Dios. También, los millones que Dios escogió nacieron con El como los muchos hijos de Dios. En la misma resurrección, este Cristo maravilloso también se hizo el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45). El Espíritu vivificante es el Espíritu de Cristo, el Cristo pneumático, el Cristo hecho pneuma (Ro. 8:9). El Espíritu vivificante también es la máxima consumación del Dios Triuno procesado y consumado, quien es corporificado en el Cristo hecho pnuema, como Espíritu vivificante. El Espíritu vivificante es la realidad de la resurrección, y es Cristo mismo y el Dios Triuno procesado y consumado (Jn. 11:25; 1 Jn. 5:6). La resurrección es Cristo y el Dios Triuno consumado. Y esta resurrección es el Espíritu.

Necesitamos ver que ocurrieron tres eventos en la resurrección de Cristo que todo lo vence. Primero, el hombre Jesús nació como Hijo primogénito de Dios. Segundo, todos los creyentes, los muchos hijos de Dios, nacieron con El en ese nacimiento. En ese nacimiento fue producido el Primogénito y los millones de “gemelos”. Nosotros somos los “gemelos” de Cristo. Somos los “gemelos” que nacimos con El en un sólo parto. Por supuesto, El fue el primero en salir, y nosotros le seguimos. En 1 Pedro 1:3 dice que todos los que creen en Cristo fueron regenerados por la resurrección de El. Tercero, cuando Cristo en Su humanidad nació como Hijo primogénito de Dios, llegó a ser el Espíritu vivificante.

VIII. LA ASCENSION QUE TODO LO TRASCIENDE

A. Trasciende cuatro capas de oposición

Cristo en Su ascensión trascendió el Hades (donde los muertos son preservados), la tierra (donde el hombre caído actúa contra Dios), los aires (donde Satanás y su potestad de tinieblas obran en contra de Dios) y todos los cielos (a los cuales Satanás tiene acceso). Cristo trascendió estas cuatro capas (Ef. 1:20-21; 4:8-10; He. 4:14; 7:26). La primera capa es el Hades, que está bajo la tierra donde los muertos están. La tierra es donde el hombre caído actúa contra Dios. Los aires son el lugar en donde Satanás y su potestad de las tinieblas obran contra Dios. El tercer cielo es un lugar bueno, pero Satanás tiene acceso a este lugar (Job 1:6-12a; 2:1-6). Cristo en Su ascensión subió por encima de estas cuatro capas. Hoy está por encima no sólo del Hades, de la tierra y de los aires sino también del tercer cielo. El es más elevado que todos los cielos.

B. Es infundido en la iglesia

Este Cristo trascendente es infundido en la iglesia, la cual es el Cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Ef. 1:22-23).

C. Es la Cabeza del Cuerpo, el cual es la iglesia

En Su ascensión El es la Cabeza del Cuerpo, el cual es la iglesia, y tiene la preeminencia en todo (Col. 1:18).

D. Es hecho Señor, Cristo, Soberano y Salvador

En Su ascensión El fue hecho Señor y Cristo (Hch. 2:36), Soberano (de todos los reyes) y Salvador (5:31). Si no fuera el Regidor, el Soberano, de todos los reyes, no podría ser el Salvador. El es el Soberano de todos los reyes, así que puede arreglar las circunstancias para que los escogidos de Dios puedan ser salvos. Yo fui salvo en China. Si en la historia Dios no hubiera dispuesto los asuntos mundiales y no hubiera enviado algunos santos del occidente al Lejano Oriente a predicar el evangelio, yo no habría sido salvo. Dios tuvo que obrar mucho para que los ingleses y los estadounidenses pudieran ir a predicar el evangelio en mi país. Esto fue un arreglo maravilloso. A veces los arreglos son pequeños, pero sólo Dios puede llevarlos a cabo para crear la situación en la cual las personas puedan ser salvas. Así que, El es el Soberano de todos los reyes para poder ser el Salvador y así salvar a los que escogió.

E. Es nuestro Sumo Sacerdote
en la economía neotestamentaria de Dios

Cristo es nuestro Sumo Sacerdote en la economía neotestamentaria de Dios y nos lleva a la presencia de Dios y cuida de todas nuestras necesidades (He. 4:14; 7:26; 9:11).

F. Es el Mediador del nuevo pacto

Cristo en Su ascensión fue hecho Mediador, Ejecutor, del nuevo pacto, el nuevo testamento, que El nos legó por medio de Su muerte (He. 8:6; 9:15).

G. Es el Fiador del mejor pacto

Cristo también es el Fiador, el que garantiza que todo el nuevo pacto será cumplido (He. 7:22).

H. Es Ministro del Lugar Santísimo celestial

Cristo es Ministro del Lugar Santísimo celestial y nos ministra el cielo (el cual no sólo es un lugar sino también una condición de vida) a nosotros para que tengamos la vida y el poder celestiales y así podamos llevar una vida celestial en la tierra, como El lo hizo cuando estuvo aquí (He. 8:2).

I. Es el Paracleto (el Abogado)
de los creyentes neotestamentarios

Cristo es el Paracleto (el Abogado) de los creyentes neotestamentarios (1 Jn. 2:1; Jn. 14:16, 26; 15:26; 16:7).

J. Es el Intercesor de
los creyentes neotestamentarios
que está a la diestra de Dios y en ellos también

Cristo es el Intercesor de los creyentes neotestamentarios que está a la diestra de Dios y en ellos también (Ro. 8:34, 26).

IX. TODOS ESTOS LOGROS EXCELENTES,
DIVINOS Y HUMANOS TIENEN COMO FIN PRODUCIR
Y EDIFICAR EL CUERPO ORGANICO DE CRISTO

Todos estos logros excelentes, divinos y humanos tienen como fin producir y edificar el Cuerpo orgánico de Cristo como el organismo del Dios Triuno procesado y consumado, lo cual tendrá su consumación en la Nueva Jerusalén en el cielo nuevo y en la tierra nueva, la extensión y expresión del Dios Triuno procesado y consumado en la humanidad por la eternidad (Ef. 1:23; 4:12, 16; Ap. 21:1—22:5).

El bosquejo y la comunión de este capítulo merecen nuestro estudio. Necesitamos profundizar en los logros del Dios Triuno empezando con Su encarnación y pasando por Su vivir humano, Su muerte, Su resurrección y Su ascensión. Los logros del Dios Triuno procesado y consumado son el verdadero contenido de la Biblia. Tienen como fin hacer de Dios un hombre para que los muchos hombres que Dios escogió puedan ser hechos Dios en vida y en naturaleza, pero no en deidad, a fin de que Dios y el hombre puedan ser constituidos una sola entidad. Esta entidad es el Cuerpo orgánico de Cristo, el cual tiene su consumación en la Nueva Jerusalén.


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