Puntos prácticos en cuanto a la compenetraciónpor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-786-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En Filipenses 3 Pablo dijo que él vivía una vida configurada a la muerte de Cristo (v. 10). La muerte de Cristo es un molde, y Pablo se puso a sí mismo en este molde de muerte para ser configurado conforme él. En este hombre, Pablo, se podían ver las marcas y la semejanza de la cruz (Gá. 6:14, 17, véase la nota 171). Su vida vieja fue configurada a la muerte de Cristo por medio del poder de la resurrección de Cristo. El poder de la resurrección lo fortaleció para llevar la vida del Dios-hombre. El Señor espera que muchos de nosotros seamos así.
Yo creo que en nuestro medio debe haber algunos así, tal vez no todo el tiempo, pero al menos esporádicamente. Puedo testificarles que soy así, tal vez no todo el tiempo, pero al menos en ocasiones. En muchas ocasiones que he tratado de decirle algo a mi esposa, algo por dentro me dice: “Esto no proviene de tu espíritu, sino de tu viejo hombre”. Inmediatamente me detengo. Algunas veces voy a ella y luego me regreso. Esto se debe a que cuando iba a ella, lo estaba haciendo en mi hombre natural. Mientras iba, algo en mi interior me hizo volver. El que me hizo volver fue el mismo Espíritu vivificante, el Cristo pneumático. El Dios Triuno procesado cambió mi dirección, y esta acción fue hecha en resurrección. Tal vivir corporativo es la realidad del Cuerpo de Cristo, amados santos. Ese es el vivir corporativo que consiste en ser conformados a la muerte de Cristo por medio del poder de la resurrección de Cristo.
La realidad del Cuerpo de Cristo no es simplemente una vida corporativa, sino una vida mezclada. Al decir vida mezclada, no queremos dar a entender que esta vida es consumada y ya está completa, sino que está en proceso. Es la vida mezclada, en la unión eterna, de los Dios-hombres tripartitos regenerados, transformados y glorificados con el Dios Triuno en la resurrección de Cristo. El Dios Triuno es el Cristo pneumático como corporificación del Dios Triuno procesado y consumado, quien es el Espíritu todo-inclusivo como realidad del Cristo pneumático y como consumación del Dios Triuno procesado. Tal vida está en la resurrección de Cristo, y la realidad de esta resurrección es el Espíritu. Esta resurrección imparte en los creyentes al Dios consumado y la vida que vence la muerte.
Santos amados, esta vida mezclada es la realidad del Cuerpo de Cristo. Si entre nosotros se da este vivir, aunque sea sólo en parte, entonces la realidad del Cuerpo de Cristo existe en nuestro medio. Este equivale a la cumbre del recobro en las iglesias locales, así como el monte de Sion estaba en la cumbre de la ciudad de Jerusalén. Dicha vida mezclada, la realidad del Cuerpo de Cristo, finalmente tendrá su consumación en la Nueva Jerusalén y en el cielo nuevo y la tierra nueva como aumento y expresión de Dios por la eternidad.
Todo aquel que experimente tal vida jamás sería un problema para nadie. Una persona así ha sido librada de sí misma, ha sido transformada y perfeccionada. Tal persona no menospreciaría ni condenaría a nadie, ni sería perturbada por los demás. Quienes experimentan dicha vida jamás tendrían relación alguna con la disensión, la rebelión o la división. Más bien, estarían aquí en el recobro como la cumbre, el monte de Sion, que está en Jerusalén.
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