Llevar fruto que permanece, tomo 1por Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6314-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-6314-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Cuando la nueva manera haya llegado a un punto crítico, habrá llegado a la cumbre, el cual es las reuniones de hogar. La manera de conducir las reuniones de hogar, de perfeccionar dichas reuniones y de llevarlas adelante es muy crucial para el éxito de la nueva manera. Salir a tocar a las puertas, visitar a las personas, conducir a las personas a crecer en el Señor y a ser salvas, y bautizarlas son sólo los asuntos básicos. Después que una persona es salva, los asuntos clave son establecer una reunión en su casa, guiar a las personas en la reunión y perfeccionar dicha reunión. No es nada fácil para nosotros escalar esta cumbre tan alta. Todos nosotros, tanto viejos como jóvenes, necesitamos entender esta carga, recibirla y llevar a cabo dicha carga en unanimidad.
Existe un principio muy claro de que el Espíritu y la Palabra son necesarios para conducir y perfeccionar una reunión. El Espíritu y la Palabra son los dos elementos fundamentales de las reuniones cristianas. El Espíritu es el Espíritu Santo y la Palabra es la Biblia. A fin de ser llenos del Espíritu, debemos buscar al Señor cada día, orar sin cesar, ser disciplinados delante del Señor, y ser vaciados y estar completamente abiertos al Señor. Si hacemos esto, podremos ser llenos del Espíritu cada día. Por consiguiente, para ser llenos del Espíritu lo único que se requiere es nuestra búsqueda, lo cual no es demasiado difícil.
Sin embargo, el asunto de la Palabra no es igual de sencillo. La Palabra es la Biblia, la cual ha existido entre los cristianos por casi dos mil años. Durante la Edad de las tinieblas, el catolicismo puso la Biblia bajo llave por casi diez siglos. No fue sino hasta principios del siglo XVI que la Reforma encabezada por Lutero empezó a abrir este “candado” para liberar la Biblia del encarcelamiento del catolicismo. Además de la Reforma, la invención de la imprenta y el uso de periódicos beneficiaron notablemente el cristianismo. La Biblia empezó a ser impresa para distribución pública, y más tarde se propagó a toda clase de reuniones cristianas. Hoy en día, casi todos los cristianos tienen una Biblia en sus manos. Desgraciadamente, aunque la Biblia fue sacada de su encierro y liberada, su revelación intrínseca y el significado profundo de su contenido aún no ha sido abierto.
En el siglo XIX, trescientos años después de la Reforma de la época de Lutero, el Señor levantó a los Hermanos en Inglaterra. Dios los bendijo ricamente, y ellos recibieron abundante luz y revelación. La Biblia, especialmente el Nuevo Testamento, fue abierto en aquel entonces. Desde esa época, la Biblia dejó de ser un libro que estaba bajo llave. No sólo llegó a ser un libro abierto, sino también interpretado. Sin embargo, lamentablemente la mayor parte del cristianismo de aquel entonces rechazó la enseñanza de los Hermanos. Además de esto, surgieron muchos ministerios de la Palabra entre los mismos Hermanos, y esto trajo como consecuencia diferentes opiniones y causó divisiones. Para el año de 1918, poco después de la Primera Guerra Mundial, los Hermanos ya se habían dividido en cientos de sectas, y en los últimos cuarenta años se han dividido aún más. La división prácticamente anuló completamente a los Hermanos. Ésta es la verdadera situación que nosotros presenciamos.
Según la situación que hemos observado, el entendimiento de la Palabra de Dios se halla en desolación. En el cristianismo en general, la Biblia en su mayor parte aún no ha sido abierta ni interpretada. Aunque en un momento dado los Hermanos abrieron la Biblia, ellos con el tiempo cayeron en decadencia debido a tumultos y desacuerdos internos y a las serias contiendas que tenían en cuanto a la verdad. En los Estados Unidos hay muchos seminarios, pero hoy en día sólo dos de ellos son considerados líderes en términos de la enseñanza teológica. Uno de ellos es el Seminario Teológico de Dallas, en Dallas, Texas; y el otro es el Instituto Bíblico de Moody en Chicago, Illinois. Estos dos seminarios reciben las enseñanzas teológicas de los Hermanos.
Alrededor del siglo XX, la Biblia de consulta de Scofield era muy popular en los Estados Unidos, e incluso hoy en día muchas personas todavía la usan. En esta Biblia de consulta, más del noventa y cinco por ciento de las notas al pie de página provienen de la teología y enseñanzas de los Hermanos. En otras palabras, dichas notas se basan en la luz que los Hermanos vieron en la Biblia.
La luz que los Hermanos vieron en la Biblia puede resumirse en tres puntos principales. El primero es que ellos vieron la iglesia en el Nuevo Testamento. Con base en lo que ellos habían visto, las personas dejaron de considerar la iglesia simplemente como un edificio físico. Antes que los Hermanos fueran levantados, los cristianos de los Estados Unidos y de Europa por lo general creían que sus capillas eran la iglesia. Pero cuando los Hermanos fueron levantados, ellos declararon con denuedo que la iglesia de Dios no es una capilla, sino una asamblea de los que han sido llamados por Dios. Debido a esto, ellos cambiaron la palabra church [iglesia] por asamblea, que significa “congregación de los que han sido llamados”. Lo que ellos enseñaban era bueno, pero lo que vieron era aún muy superficial, pues no vieron el principio intrínseco de vida que impera en el Cuerpo de Cristo. Ellos vieron algo en cuanto al Cuerpo y entendieron un poco. Por ejemplo, comprendieron que el Cuerpo de Cristo está compuesto de todos los que han sido salvos en todo lugar y en todos los siglos en la era del Señor como Espíritu, pero no vieron completamente los principios de vida, de resurrección y de la cruz, ni el mover del Espíritu Santo. No obstante, los Hermanos nos brindaron mucha ayuda en cuanto a la iglesia.
En segundo lugar, los Hermanos vieron los tipos presentados en el Antiguo Testamento. En ninguna de las generaciones pasadas ha existido otro grupo de cristianos que haya ofrecido una mejor interpretación de los tipos. En este aspecto ellos nos ayudaron muchísimo. Sin embargo, después de los estudios profundos que hemos hecho en estas últimas décadas, hemos visto otras cosas que ellos no vieron.
Tercero, ellos vieron mucho con respecto a las profecías. Antes que surgieran los Hermanos, las personas en general no entendían claramente lo relacionado con la segunda venida del Señor Jesús. Algunos tenían claro que la resurrección de los cristianos sucedería en el tiempo de la venida del Señor Jesús, pero otros decían que el reino milenario vendría cuando el evangelio y la verdad hubieran mejorado la sociedad humana. Las personas no entendían lo relacionado con la venida del Señor Jesús, ni tampoco entendían completamente la interpretación de las otras profecías halladas en la Biblia. Eran pocos los que entendían claramente las profecías de Daniel 2, 7, 8, 11 y 12, y menos aún los que podían abrir el libro de Apocalipsis. Fueron los Hermanos quienes pudieron abrir el libro de Daniel y el libro de Apocalipsis, al menos en la superficie. Aunque los Hermanos no fueron lo suficientemente precisos con respecto a muchos de los puntos secundarios, definitivamente abrieron algo de lo que la Biblia revela en cuanto a la iglesia, los tipos y las profecías. Sin embargo, sólo una parte de los que verdaderamente aman y buscan al Señor ha aceptado las enseñanzas de los Hermanos en los pasados ciento sesenta años.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.