Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 099-113)por Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6999-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La manera en que podemos sacar a otros del mundo e introducirlos en el reino de los cielos no es mediante el evangelio superficial predicado en la actualidad, sino mediante el evangelio del reino de los cielos. El Señor Jesús le dijo a Sus discípulos: “Será predicado este evangelio del reino en toda la tierra habitada, para testimonio a todas las naciones” (Mt. 24:14). El evangelio del reino incluye no solamente el perdón de pecados (Lc. 24:47) y la impartición de la vida (Jn. 20:31), sino también el reino de los cielos con los poderes del siglo venidero (He. 6:5) para echar fuera demonios y sanar enfermedades (Is. 35:5-6; Mt. 10:1). Esto nos muestra que tanto el perdón de pecados como la impartición de vida tienen por finalidad el reino.
El evangelio del reino, que también incluye el evangelio de la gracia (Hch. 20:24), no sólo introduce a las personas en la salvación de Dios, sino también en el reino de los cielos (Ap. 1:9). El evangelio de la gracia pone énfasis en el perdón de pecados, la redención efectuada por Dios y la vida eterna, mientras que el evangelio del reino recalca el gobierno celestial de Dios y la autoridad del Señor.
El Nuevo Testamento se refiere al evangelio de la vida, al evangelio de la gracia y al evangelio de la salvación. Sin embargo, todos éstos constituyen diferentes aspectos del reino. El reino es el centro, el eje de la rueda, y todos los otros asuntos pueden ser considerados como los radios de la rueda, que giran en torno al eje central. El evangelio de la vida es para el reino, el evangelio de la salvación es para el reino y el evangelio del perdón es para el reino. Todos estos diferentes aspectos del evangelio tienen por finalidad el reino. El reino es el verdadero evangelio. Podríamos pensar que el evangelio es el evangelio y que el reino es algo distinto. Este concepto es erróneo. El reino es el evangelio. Si no conocemos el reino, no conocemos el evangelio de manera completa. Si queremos conocer el evangelio de manera completa, tenemos que comprender que el reino es el evangelio todo-inclusivo. Este evangelio del reino será predicado en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones antes que llegue el fin de esta era. La tierra habitada se refiere a todo lugar habitado por el hombre. Tengo la convicción de que las iglesias en el recobro del Señor llevarán sobre sí la carga de propagar este evangelio a toda la tierra habitada. El evangelio de la gracia ha sido predicado en todos los continentes, mas no así el evangelio del reino. El evangelio de la gracia es el evangelio más elemental, pero el evangelio del reino es el evangelio más elevado. Este evangelio más elevado tiene que ser llevado a todos los continentes por medio de las iglesias en el recobro del Señor.
Mateo 5:13 dice: “Vosotros sois la sal de la tierra”. Aquí el Señor Jesús se refiere al pueblo del reino de los cielos (vs. 3, 10). En particular, “vosotros” en 5:13 se refiere a los creyentes vencedores en la vida del reino. Además, ser la sal de la tierra es un asunto corporativo, no individual. Individualmente no podemos ser la sal apropiada. Es como entidad corporativa que el pueblo del reino es la sal de la tierra. Si nos separamos de la vida de iglesia, no podemos ser dicha sal.
Que nosotros seamos la sal de la tierra significa que impedimos que la tierra se corrompa por completo. Esto significa que ejercemos nuestra influencia sobre la tierra creada por Dios a fin de conservarla en su condición original. La tierra, que fue creada por Dios, ha sido afectada por la caída del hombre; en tal sentido, la tierra se ha deteriorado y corrompido. Pero la sal mata los gérmenes, elimina la podredumbre y conserva las cosas en su condición original. La sal es por naturaleza un elemento que mata los gérmenes de la corrupción y los elimina. Por tanto, por medio de su función aniquiladora y preservante la sal lleva a la tierra a su condición original o la mantiene en su condición original. Así que, la función de la sal consiste en conservar lo que Dios ha creado. Toda la tierra está cada vez más y más podrida. Por consiguiente, tenemos que ejercer nuestra influencia sobre esta tierra corrupta. Para la tierra corrupta, el pueblo del reino de los cielos es el elemento que impide que la tierra se corrompa por completo. Ellos cumplen la función de salar para aniquilar gérmenes, eliminar la podredumbre y conservar las cosas en su condición original o llevarlas de regreso a la condición en que fueron creadas por Dios.
El Señor se ha propuesto llevar a la tierra a su condición original. Aunque no podemos ver esto en la era presente, lo veremos en la era siguiente. Cuando el reino milenario sea establecido, la tierra entera será “salada”. Todos los gérmenes que afectan a la tierra serán completamente aniquilados, y la tierra entera será no solamente reconquistada por Cristo, sino también llevada de regreso a la condición en que fue creada por Dios. Esta obra será realizada por el pueblo del reino.
Dondequiera que el pueblo del reino se encuentre, ellos deben ejercer una influencia “saladora” sobre aquellos que los rodean. En nuestros vecindarios debemos desempeñar nuestra función que consiste en matar los gérmenes. Si poseemos la naturaleza propia del pueblo del reino descrito en Mateo 5:3-12, hemos de ser verdaderamente salados. Si somos pobres en espíritu, aquellos que lloran, mansos, justos, misericordiosos y puros en nuestra búsqueda de Dios, entonces hemos de ejercer una función saladora. No habrá necesidad de que reprendamos a los demás o que señalemos sus errores y deficiencias. Ellos serán “salados” simplemente mediante nuestra presencia. Esto es lo que significa que la sal mate los gérmenes de esta tierra corrupta.
En Mateo 5:14a el Señor Jesús dice: “Vosotros sois la luz del mundo”. Esta luz es también el pueblo del reino de los cielos, los creyentes vencedores que llevan la vida propia del reino, con lo cual resplandecen en medio de la oscuridad del mundo. Con respecto a su naturaleza, el pueblo del reino es la sal sanadora, y con respecto a su conducta, ellos son la luz resplandeciente.
En Mateo 5:13 el Señor Jesús se refiere a la tierra, y en el siguiente versículo, al mundo. La tierra requiere de sal, pero el mundo requiere de luz. Las tinieblas no están sobre la tierra, sino sobre el mundo, el cual denota la sociedad humana, un sistema que pertenece a Satanás. El mundo, el sistema de Satanás, la sociedad humana tenebrosa, requiere de luz. La luz del mundo en el versículo 14 es el resplandor de una lámpara que ilumina a quienes están en oscuridad. Para el mundo entenebrecido, el pueblo del reino de los cielos es la luz que disipa sus tinieblas.
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