Living Stream Ministry

OCHO ASPECTOS DEL TESTIMONIO DE JESÚS
PRESENTADOS EN APOCALIPSIS

Hemos visto que el testimonio de Jesús es la iglesia como la expresión, testimonio y revelación de Jesús de manera corporativa. A fin de ver a Jesús, tenemos que verle en la iglesia porque Él es expresado y revelado en la vida de iglesia apropiada. Como también se indicó, por ser Apocalipsis un libro que revela a Cristo, en este sentido también es el testimonio de Jesús (1:1-2; 19:10). En ningún otro libro se revela tanto a Jesús en Su expresión corporativa. Este libro presenta ocho aspectos relacionados con el testimonio de Jesús, en los capítulos 1, 7, 12, 14, 15, 19 y 21. Todos debemos recordar estos siete capítulos. El capítulo 1 nos revela los siete candeleros de oro (vs. 11-13, 20) que resplandecen en la noche oscura, y el capítulo 7 nos muestra la multitud de los santos redimidos en la eternidad (vs. 9-17). El capítulo 12 nos revela la mujer maravillosa y universal con su hijo varón (vs. 1-5, 17), y el capítulo 14 nos revela las primicias y la cosecha (vs. 1-5, 14-16), que han crecido en el campo de Dios, Su labranza. En el capítulo 15 vemos a un grupo de vencedores en pie sobre el mar de vidrio regocijándose, alabando y cantando el cántico de Moisés y el cántico del Cordero (vs. 2-4). En el capítulo 19 vemos a la novia en el día de sus bodas (vs. 7-8), y al ejército de Cristo que derrota al anticristo (vs. 14-21), y en el capítulo 21 se encuentra la Nueva Jerusalén como la esposa por la eternidad (vs. 1-3, 9-11, 18-19). En resumen, estos siete capítulos revelan los candeleros, la gran multitud, la mujer con el hijo varón, las primicias y la cosecha, los vencedores, la novia, el ejército y la Nueva Jerusalén. Debemos traer al Señor estas ocho señales y orar-leer todos los versículos relacionados con ellas.

Debido al concepto erróneo que prevalece en el cristianismo, la mayoría de los cristianos considera que Apocalipsis es demasiado difícil de entender. Durante el curso de su vida muchos cristianos no comprenden el libro de Apocalipsis. Si aún sostenemos este concepto, hemos sido embotados. ¡Qué el Señor nos haga sobrios! El libro de Apocalipsis no es muy difícil. Simplemente nos presenta el testimonio de Jesús, el cual es la iglesia como la expresión corporativa de Cristo. Todos sabemos lo que es un candelero. Es algo que nos ilumina cuando estamos en la oscuridad. La gran multitud de los redimidos en el capítulo 7 sirve a Dios en el templo celestial y disfruta del cuidado de Dios y del pastoreo del Cordero. La mujer maravillosa descrita en el capítulo 12, la cual esta vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas, representa la totalidad del pueblo de Dios en la tierra. La iglesia es también la labranza de Dios que produce Cristo (1 Co. 3:9). En esta labranza, aquellos que maduran antes constituyen las primicias, y el resto es la cosecha. Los vencedores sobre el mar de vidrio en el capítulo 15 son aquellos que vencen a la bestia y todas las cosas negativas. Luego, en el capítulo 19 la iglesia no es la ramera, sino la novia pura y resplandeciente, y la iglesia es también el ejército vencedor que junto con Cristo combate contra el anticristo y su ejército. Finalmente, vemos la Nueva Jerusalén en el capítulo 21. La Nueva Jerusalén es del todo maravillosa, por eso necesitamos mucho entendimiento al respecto. En resumen, la iglesia como el testimonio de Jesús es los candeleros, la multitud de los redimidos, la mujer maravillosa con el hijo varón, la labranza en la cual crecen las primicias y la cosecha, los vencedores, la novia, el ejército y la Nueva Jerusalén. En este testimonio, Jesús es expresado y revelado completamente. Por tanto, a fin de conocer a Jesús y ver a tal Cristo, debemos venir a la iglesia.

Este breve resumen aborda todo el libro de Apocalipsis. Algunos dirán: “Estos son solamente siete capítulos. ¿Qué tal los demás capítulos?”. Los otros capítulos simplemente hablan de caballos, langostas, escorpiones, ranas, bestias, un dragón, una serpiente y una gran ramera. Babilonia la Grande se halla en la misma categoría que las ranas, las langostas, la serpiente y el dragón; sin embargo, la Nueva Jerusalén se encuentra en la categoría de los candeleros, la mujer maravillosa, la labranza que crece Cristo y los vencedores. Todos los aspectos secundarios constituyen el fondo y el entorno del cuadro principal, el cual es Cristo como el León de la tribu de Judá (5:5). Nada podrá derrotar a este León, ni la serpiente, ni las ranas ni las langostas podrán derrotarlo. Para nosotros, el León es el Cordero redentor, pero para el enemigo, el Cordero es el León vencedor. Además, Él se expresa completamente en el candelero, la multitud de los redimidos, la mujer con el hijo varón, la labranza, los vencedores, la novia, el ejército y la Nueva Jerusalén. Con este resumen todo el libro de Apocalipsis puede ser abierto a todos nosotros.