Economía de Dios y el misterio de la transmisión de la Trinidad Divina, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7101-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Al comienzo del Evangelio de Juan, Juan habla de la Palabra. Esto demuestra que Dios desea tener una relación con el hombre. ¿Cómo puede Dios tener una relación con el hombre? El primer paso consiste en que Él se encarnó para introducir a Dios en el hombre; el segundo paso es que vivió una vida humana en la tierra por treinta y tres años y medio; el tercer paso consiste en que por medio de Su muerte y Su resurrección Él introdujo al hombre en Dios; y el cuarto paso radica en que Él llegó a ser el Espíritu para morar y vivir en aquellos que han creído en Él.
En cuanto a la verdad fundamental de que Cristo es el Espíritu, hay dos versículos cruciales. El primero es 1 Corintios 15:45, que dice: “El postrer Adán [llegó a ser] Espíritu vivificante”. Algunos argumentan diciendo que el Espíritu vivificante mencionado aquí no es el Espíritu Santo, sino el Espíritu de Cristo como una persona. Dicen que así como nosotros los seres humanos tenemos un espíritu, Cristo también tenía un espíritu. También dicen que cuando este Jesucristo murió, llegó a ser un Espíritu vivificante. Este versículo no dice que el postrer Adán simplemente llegó a ser “Espíritu”, sin ningún modificador; en vez de ello, dice que llegó a ser “Espíritu vivificante”, es decir, tiene “vivificante” como modificador. Esto indica que el Espíritu puede dar vida. Quisiera preguntarles: ¿Qué clase de espíritu puede dar vida? ¿Puede el espíritu humano dar vida? Si Jesucristo no hubiera llegado a ser el Espíritu, y si el Espíritu en 1 Corintios 15:45 se refiriera únicamente al espíritu que Él tenía como hombre, ¿podría ese espíritu humano dar vida? Puesto que 1 Corintios 15:45 dice explícitamente que Él llegó a ser Espíritu “vivificante”, entonces eso simplemente significa que llegó a ser Espíritu vivificante. El hecho de que el postrer Adán llegó a ser Espíritu vivificante es una revelación muy crucial, y no podemos borrar a nuestro antojo la palabra vivificante. Además, 2 Corintios 3:6 dice: “Mas el Espíritu vivifica”. Únicamente Dios puede dar vida y vivificar al hombre. Aparte de Dios, nadie en este universo puede dar vida ni vivificar al hombre.
El segundo versículo crucial en cuanto a que Cristo es el Espíritu es 2 Corintios 3:17, que dice: “El Señor es el Espíritu”. Aquí “el Señor”, por supuesto, se refiere a Jesús, y “el Espíritu” es el Espíritu que da vida, mencionado en el versículo 6, quien también es el Espíritu vivificante. Muchos escritores cristianos, incluyendo a Dean Alford y a Andrew Murray, han reconocido este hecho. Alabado sea el Señor, pues el Cristo en quien creemos es el Espíritu hoy.
En nuestro himnario en inglés, tenemos de veinte a treinta himnos que hablan acerca de que Cristo es el Espíritu. En la compilación del himnario, hicimos todo lo posible por reunir todas las verdades expresadas en los himnos de diferentes antecedentes cristianos. Por lo tanto, nuestro himnario puede ser considerado una colección de los himnos teológicos. Si usted quiere estudiar la verdadera teología, tiene que estudiar primero nuestro himnario.
Una gran falta en la teología cristiana es que ésta no dice nada respecto a que Cristo es el Espíritu. Debido al hecho de que esta verdad está ausente, es imposible establecer un vínculo que una todas las demás verdades. Sin esta verdad, el Padre es el Padre, el Hijo es el Hijo y el Espíritu es el Espíritu, y los tres están totalmente separados. En otras palabras, si Cristo no es el Espíritu, los tres de la Trinidad Divina estarían completamente separados. Desde este punto de vista, debemos considerar que es nuestra responsabilidad explicar y predicar la verdad divina en cuanto a que Cristo es el Espíritu a la luz de la revelación de la Biblia.
En particular, los jóvenes que deseen servir al Señor deben conocer esta verdad a fondo. Ustedes no deben ser Felipes que hablan incoherencias; en vez de ello, deben dedicar tiempo a estudiar a fin de ver este misterio en el Evangelio de Juan, de modo que esta verdad esté incluida en lo que prediquen.
En Juan 14 Felipe le pidió al Señor que les mostrara al Padre, y el Señor contestó: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?” (v. 9a). Después de oír esto, Felipe quedó aún más confundido. Quizás pensó: “Por supuesto que te conozco. ¿Cómo podría no conocerte? Tú creciste en Nazaret, y fuiste un carpintero antes de salir a predicar la palabra. Tu madre es María, cuyo esposo es José. También tienes varios hermanos, a los cuales también conozco”. De hecho, si éste era el pensamiento de Felipe en cuanto a lo que significaba conocer a Jesús, entonces esto muestra que no conocía a Jesús en absoluto. Por ello, el Señor añadió: “El que me ha visto a Mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?” (v. 9b). Algunos maestros de la Biblia creen que esto significa que el Señor es el representante del Padre. Ellos comparan esto a cuando el presidente de los Estados Unidos envía un representante a las Filipinas: cuando las personas allí contactan a este representante, eso equivale a contactar al presidente de los Estados Unidos. En realidad, este versículo no quiere decir que el Señor Jesús representa a Dios o que el Hijo de Dios representa al Padre celestial. Lo que significa es que el Señor Jesús, el Hijo, es el Padre. Él no simplemente representa al Padre, sino que Él mismo es el Padre.
Cuando el Señor dijo: ¿Cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”, quería decir que Él es el Padre; por tanto, cuando los hombres le ven, ven al Padre. El hecho de que los discípulos le pidieran al Señor que les mostrara al Padre es como si el presidente de los Estados Unidos viniera a verlo y usted le dijera: “Por favor, muéstrenos al presidente de los Estados Unidos”. Él ciertamente estaría muy sorprendido y diría: “Los que me han visto a mí, han visto al presidente de los Estados Unidos; ¿cómo es que usted dice: ‘Muéstrenos al presidente de los Estados Unidos?’”. El Señor había estado con los discípulos por tres años y medio, y ellos lo habían visto durante todo ese tiempo; pero por increíble que parezca, aún no sabían que Él era el Padre y hasta le pidieron que les mostrara al Padre. Ellos realmente le causaban dificultades al Señor.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.