Entrenamiento y la práctica de los grupos vitales, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0320-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La única cosa es ésta: cuando actúe, no debe hacer nada confiando en sí mismo. Siempre tome esta actitud de oración: “Señor, sin importar cuánto he estado trabajando por Ti, sin Ti nada soy. No dependo en nada del lado humano. Sólo confío en Ti”. En 1963 empecé a visitar a unos santos en Las Vegas. Con el tiempo, ellos tomaron la decisión de vender su local de reunión y mudarse a Los Angeles para reunirse con la iglesia allí, aunque nunca les dije nada acerca de hacer eso. Simplemente fui allí a ministrarles Cristo. Antes de venir a los Estados Unidos, no soñaba que tales cosas podrían pasar. Nunca soñé que el recobro del Señor se extendería desde los Estados Unidos a países como Rusia y Polonia.
No deberían pensar que puedo hacer algo por el Señor pero ustedes no. Esto es incorrecto. Todos ustedes pueden hacer algo en el Señor. Sólo deben actuar. El resultado depende de Su bendición. A través de los años esta ha sido mi oración en amor: “Señor, confío en Tu misericordia. Confío en Tu bendición. Confío en Tu presencia. Confío en Tu palabra. Confío en Tu Espíritu. No tengo ninguna confianza en mí mismo, en algo más o en alguien más”. Todos tenemos que hacer tal oración. Muchos de nosotros hemos recibido mucho adiestramiento en los años que hemos estado en el recobro del Señor. Si permanecemos simples y absolutos hacia el Señor y actuamos en El, El puede trabajar por medio de nosotros. Si yo no hubiera tomado la acción para venir a los Estados Unidos hace treinta y dos años, esto hubiera sido una gran pérdida. Estoy diciendo esto para animarlos a todos a actuar.
Cuando actuamos, no debemos olvidar que lo principal es hablar a otros. Debemos tener un interés en la gente. Debemos amarles y nos debe gustar hablarles a las personas. No importa si sabe o no cómo hablar. Más vale que hable algo que no sabe. Algunas veces hice esto cuando era joven. La gente pensaba que sabía mucho, pero en verdad, no sabía tanto. Pero cuando hablamos, el Señor tiene manera de hablar mediante nosotros. No se olviden que no necesitan hablar mucho. Sólo digan unas cuantas frases con respecto a Cristo. Deben sembrar la semilla de Cristo a través de su contacto. Esta semilla crecerá. Ahora es el momento para que todos ustedes actúen. Mientras más lo haga, más aprenderá. Lo que he recibido a través de los años lo he obtenido mayormente por el hacer y aprender.
Quisiera decirles una palabra a los ancianos en cuanto a seguir adelante con los grupos vitales. Los ancianos deben ser aquellos quienes pastorean el rebaño. Tal vez sean cien por ciento para los grupos vitales y aún no poner carga al rebaño. Me preocupa que tal vez no hablen a las ovejas individualmente para saber cómo les va en los grupos vitales. Los ancianos deben hacer algo para levantar a los santos. Ellos no sólo son los pastores sino también la “oveja líder” a la cabeza del rebaño. Si la oveja líder no actúa, todo el rebaño se detendrá. Los ancianos no necesitan regañar a otros. Sólo necesitan cuidar de las ovejas. Cada semana necesitan ponerse en contacto con algunos santos para tener comunión. Tal comunión levantará a los santos a seguir adelante.
Los ancianos deben hacer algo para supervisar, pero puede ser que no les guste vigilar a otros para saber su verdadera situación. Algunos de ellos pueden tener miedo de que los santos se vayan a ofender. Pero les aseguro que la mayoría de los santos desean que los ancianos los visiten. La mayoría de los santos aman a los ancianos y quisieran verles y tener comunión con ellos. A un santo tal vez no le gusten los ancianos, pero los ancianos deberían aun así tratar de visitarlo. Después de dos años, tal vez le diga a un anciano en particular: “Probablemente usted no sabe cuánta ayuda me ha brindado. Sin sus visitas desde hace dos años, no estaría aquí. Podría estar fuera de la vida de la iglesia”.
No debemos hacer cosas de acuerdo a nuestra cultura o constitución. Debemos hacer las cosas conforme a la necesidad del Señor. El Señor necesita un rebaño; el Señor necesita a los ancianos para pastorear el rebaño. Por supuesto, he notado que muchos de los ancianos tienen mucho cuidado de no ofender a los santos o de no hacerlos sentir desdichados. Esto es bueno. Pero si los padres son siempre tan buenos con sus hijos y no los corrigen, los hijos se echarán a perder. Digo esto para señalar que con el tiempo los santos perfeccionados estarán agradecidos a los ancianos quienes cuidaron de ellos apropiadamente.
Tengo carga tanto por los ancianos como por el resto de los santos. Los santos tal vez piensen: “Somos pequeños; tenemos sólo un talento. ¿Qué podemos hacer? Aún si hacemos algo, probablemente no habrá resultado, así que es mejor no hacerlo. Es mejor esperar”. Entonces los ancianos tal vez piensen: “Debemos tener cuidado de no tocar mucho a los santos. Si los tocamos mucho, vamos a interferir con ellos, a molestarlos, a ofenderlos y perderlos”. Entonces los ancianos no se sienten libres, porque han sido limitados por los santos.
Tengo la carga de que todos los santos puedan levantarse y actuar. También tengo carga por ver que los ancianos se levanten y supervisen y pastoreen el rebaño para que les ayuden a seguir adelante en el camino de los grupos vitales. Si todos nosotros nos levantamos a tener contacto con la gente todos los días, el Señor verdaderamente tendrá la manera de ganar algo. Sólo contacte una o dos personas cada día. Si no sabe cómo hablar, sólo hable. Si habla, aprenderá a hablar. Este entrenamiento lo debe llevar a actuar. No hay razón o excusa para que no pueda actuar para hablar a las personas.
Siempre hable a las personas en un espíritu de oración. Me he dado cuenta de que todos estamos ocupados y no tenemos mucho tiempo. Puede ser que no tenga mucha oportunidad de dedicar tiempo para orar al Señor. Por supuesto, si puede hacerlo es mucho mejor. Pero aún cuando esté manejando al trabajo, puede orar: “Señor, no sé a quién debo hablar hoy. Dame uno o dos para contactar”. Entonces puede hablar a las personas en un espíritu de oración.
Siempre que hable a una persona, aproveche la oportunidad de decir algo con respecto a Cristo, para sembrar una semilla de Cristo en ellos. Tal palabra sembrada nunca podrá ser olvidada. Las personas tal vez no respondan inmediatamente, pero con el tiempo responderán. Aún puede que respondan al final de su vida, lo cual muestra que la semilla de Cristo sembrada dentro de las personas nunca es en vano. Es por eso que Pablo nos dijo en 1 Corintios 15:58 a estar “firmes e inconmovibles, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Abundar es aumentar y multiplicar. Para trabajar necesitamos perseverancia. Del mismo modo en 1 Tesalonicenses 1:3 Pablo indica que necesitamos trabajar, obrar, con perseverancia. Esto es porque cualquier cosa que hagamos en el Señor no será en vano. Si El nos diera los resultados inmediatamente, eso es bueno. Pero si no, todavía tenemos la fe que lo que hagamos en El y para El no será en vano.
Para que vivamos una vida cristiana normal, tres cosas son muy necesarias: 1) buscar al Señor; 2) ir a las reuniones; y 3) ir a hablar a otros. Si quiere ser un cristiano normal, sólo haga estas tres cosas. Primero, tenemos que buscar al Señor por Su vida. Debemos desear experimentarle, crecer en El, vivirle y expresarle. Pablo dijo: “Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí” (Gá. 2:20). El vive en mí, así que yo lo vivo a El. Además, necesitamos ir a las reuniones semanales de la iglesia e ir a hablar a las personas. La razón por la cual estamos en esta tierra no es sólo vivir para nuestra existencia. Nuestro vivir en esta tierra es para el Señor, de modo que podamos hablar a las personas y El pueda ganar a las personas a través de nosotros. Cada año debemos aspirar a ganar a alguien para el Señor. Este es el verdadero significado de la vida para nosotros los cristianos.
En la comunicación que tenemos con las personas, siempre debemos recordar sembrar la semilla de Cristo. Diga algo de la Biblia y siembre la palabra en esas personas. Esta semilla permanecerá en ellos, y nuestro trabajo nunca será en vano. Además, cuando vayamos a visitar a las personas, debemos llevar los volantes del evangelio que hemos preparado y distribuirlos. Algo de esas páginas será sembrado en ellos y también en sus amigos y familiares. Alguien a quien le dio un volante tal vez lo deje en la mesa y los otros miembros de la familia tal vez lo lean. Este es el sembrar de la semilla del evangelio.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.