Living Stream Ministry

UNA META DEFINIDA

Algunos dirán que puesto que las iglesias son todo-inclusivas, necesitamos muchas cosas. Es cierto que las iglesias son todo-inclusivas, pero tienen un sentido de propósito y una meta definida. Todas ellas deben ser exactamente como la Biblia: todo-inclusivas, pero con una meta bien definida. Aunque la Biblia lo abarca de todo, no todas las cosas que abarca representan la meta que Dios se ha fijado. Yo podría sacrificar los dedos de mis manos o los de mis pies, ¡pero jamás podría sacrificar mi cabeza! Usted podría quitarme algunos de los dedos de mis manos o los de mis pies, y podría seguir viviendo. Pero si intentara quitarme la cabeza, moriría al instante. Si pierdo mi cabeza, pierdo la vida. El hecho de que me corten los dedos de los pies es relativamente insignificante, pero jamás permitiría que me corten la cabeza. Es por ello que aunque podemos sacrificar algunas cosas, jamás podemos sacrificar la vida y la edificación. Ésta es la meta de la Biblia.

EL EDIFICIO EN EL ASPECTO LOCAL

Efesios 2:22 dice: “En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu”. Este versículo viene después que el versículo 21 dice: “En quien todo el edificio, bien acoplado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor”. Algunos, basándose en el versículo 21, afirman que Efesios recalca la iglesia universal, pues nos dice que todos somos juntamente edificados espiritualmente, no importa dónde estemos físicamente. Según ellos, usted puede estar en Londres, yo en Jerusalén y otro creyente puede estar en Nueva York, pero todos somos el edificio que está bien acoplado. No me opongo a esto; sin embargo, también debemos leer el versículo 22. Pablo dice: “En quien vosotros también”. Él está hablando a los santos de esa localidad. Los santos de una localidad particular deben ser juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu. Esto no se refiere al edificio en el aspecto universal, sino en el aspecto local.

Ahora debemos hablar en términos prácticos y concretos. Quizás estemos de acuerdo con que nuestro destino es ser una piedra útil para el edificio de Dios. Entonces les preguntaría: “¿Con quién está usted edificado en la localidad donde está?”. No diga que usted está edificado con el apóstol Pablo. Usted necesita ser edificado con los hermanos de su localidad, y con los santos con quienes sirve. Ciertamente los doce apóstoles habían sido edificados mutuamente, pues llegaron a ser las doce capas de piedras de los cimientos de la Nueva Jerusalén.

LA META CENTRAL DE DIOS

Nuestro destino es sencillamente ser piedras útiles para la edificación. Hoy en día muchos cristianos se preguntan por qué el Señor aún no ha regresado. Esto se debe a que todavía no existe el edificio. Él no podrá retornar hasta que haya un edificio. En la Iglesia Católica, en las denominaciones y en los grupos libres, definitivamente no se encuentra el edificio. De entre todos los cristianos buscadores de hoy en día, ¿dónde se encuentra el edificio? Todos tienen la libertad de hacer algo para el Señor. Muchos podrían preguntar: “¿Qué tiene de malo hacer algo para el Señor? ¿Por qué yo tengo que laborar con usted? Así como usted tiene la libertad de hacer algo para el Señor, yo también. Usted escoge su camino y yo el mío. ¿Qué hay de malo con lo que estoy haciendo?”. No hay nada de malo, pero ¿dónde se encuentra el edificio?

Otros dirían que tienen la bendición del Señor en lo que están haciendo. No niego que eso sea cierto, pero debemos saber que incluso la Iglesia Católica, pese a que es diabólica, en cierta medida tiene la bendición del Señor. El Señor no es tan pequeño. Él es más grande que todo el universo. Él se vale de cualquier medio. Usted fue salvo de una manera, pero Él puede salvar a las personas de miles maneras. Sin embargo, simplemente el hecho de que el Señor sea tan grande no justifica o no quiere decir que lo que hacemos corresponde al deseo que Él tiene en Su corazón. Otra cosa muy distinta es hacer lo que está en Su corazón. Miles de personas paganas han sido conducidas al Señor por medio de la diabólica Iglesia Católica; sin embargo, creo que a todos nos resultaría muy difícil creer que la Iglesia Católica es lo que el Señor desea en Su corazón. El Señor puede usarla, pero sólo en una medida muy reducida.

Lo que el Señor desea hoy en día es que alguien cumpla Su propósito y preste atención a Su meta, y es por la misericordia del Señor que estamos aquí. Estamos aquí para que se logre la meta del Señor, que es la vida y la edificación. Así que jamás debemos distraernos con ninguna otra cosa. Debemos consagrarnos de manera absoluta a esta única cosa: la vida y la edificación. Puedo asegurarles que esto es lo que el Señor está buscando hoy. Nuestro destino es simplemente el edificio de Dios. Las Escrituras nos muestran claramente que necesitamos el crecimiento y la transformación en vida por causa de la edificación. El crecimiento en vida tiene como meta la edificación; y la transformación en vida también tiene como meta la edificación.

Me siento muy contento porque en los años pasados he podido ver el crecimiento entre los santos, así como también la edificación. Debemos examinarnos a nosotros mismos a la luz del crecimiento en vida y la edificación. No existe otra manera de cumplir el propósito del Señor, y es por ello que éstos son los asuntos más importantes en el recobro del Señor. Aunque muchas cosas pueden brindarnos alguna ayuda, ninguna de ellas es la meta central del propósito de Dios. La meta central del propósito de Dios según la Biblia es la vida y la edificación. Quiera el Señor abrir nuestros ojos para que veamos esto.